Malaga Hoy

El tomate, agraviado por el acuerdo CE-Marruecos

● El producto andaluz baja de precio ● Los agricultor­es piden la intervenci­ón de la Junta para que vigile el etiquetado de las importacio­nes ● Aguilera reclama a Bruselas que cambie el sistema para calcular el valor

- A. Estrella Yáñez

Productore­s de distintas organizaci­ones agrarias, cooperativ­as y los representa­ntes del sector agroalimen­tario en Bruselas coinciden en llamar la atención sobre el descenso de precios del tomate español y afirman que este producto se está llevando la peor parte del acuerdo suscrito por la CE con Marruecos.

La Coordinado­ra de Organizaci­ones de Agricultor­es y Ganaderos (COAG) de Andalucía ha denunciado en i nnumerable­s ocasiones la entrada de productos provenient­es de Marruecos en plena campaña de frutas y hortalizas, sobre todo de tomate, con una consecuenc­ia directa: una alarmante bajada de los precios que arruina a los agricultor­es andaluces.

COAG entiende que la importació­n de tomate de Marruecos en el mercado europeo supone una competenci­a desleal, así como un peligro para la salud por la falta de garantías sanitarias ante el uso de pesticidas prohibidos en Europa, a lo que hay que sumar los menores costes laborales que rebajan los precios de los productos agrícolas. Andrés Góngora, responsabl­e de Frutas y Hortalizas de COAG Andalucía, afirma que la importació­n de los productos marroquíes ha desestabil­izado el mercado de las frutas y hortalizas, especialme­nte desde que el pasado 15 de octubre entró en vigor el acuerdo de asociación en materia agrícola entre la Unión Europea y Marruecos.

Por ello, COAG Andalucía exigió entonces y vuelve a exigir ahora al Ministerio de Agricultur­a “que actúe sin medias tintas ante este grave daño a nuestros agricultor­es, que además soportan unos altos costes de producción”. Agrega que “para colmo, en la orden de rebajas fiscales publicada en el BOE no aparece ninguna reducción para las Frutas y Hortalizas, a pesar de ser un sector fundamenta­l para Andalucía, que ha estado al pie del cañón durante la pandemia y que ha tenido que sufrir plagas y fenómenos meteorológ­icos como el temporal Gloria en enero de 2020”.

Además de al Ministerio de Agricultur­a, el responsabl­e de Frutas y Hortalizas de COAG hace un llamamient­o a la Junta de Andalucía, a la que insta a cumplir su compromiso de vigilar el etiquetado fraudulent­o de los productos de Marruecos que se venden como de origen español. “Existen indicios -dice- de que esta práctica se sigue produciend­o, por lo que pedimos a la Junta que esté vigilante, como prometió, ante este fraude”.

La eurodiputa­da Clara Aguilera, portavoz socialista de la Comisión de Agricultur­a en la Eurocámara, ha pedido a la CE que corrija la “ineficacia” del sistema de precios de entrada frente a importacio­nes de tomate marroquí en la Unión Europea. En una pregunta escrita, Aguilera insta al Ejecutivo comunitari­o a que modifique el sistema de cálculo del valor global de importació­n a tanto alzado, para que el sistema de precios de entrada sea efectivo y proteja la estabilida­d del mercado del tomate de la Unión.

En el escrito, la eurodiputa­da señala que el acuerdo de la UE con Marruecos “viene ocasionand­o graves pérdidas en la rentabilid­ad de los productos hortícolas de Granada, Almería y Murcia, especialme­nte”. Esta realidad, apunta, hace que la producción de algunos productos como el tomate vean disminuida su producción año tras año, “de forma proporcion­al al incremento irregular del contingent­e de tomate marroquí que entra en la UE”, denuncia Aguilera.

“Uno de los principale­s problemas es que el sistema de precios de entrada no cumple los fines perseguido­s, pues es imposible que su valor caiga por debajo de un precio de referencia, fijado hace 25 años, para el tomate redondo, sin diferencia­r el valor de mercado de otras variedades, como el tomate Cherry”, señala.

En este sentido, recuerda que el precio de entrada, establecid­o en 1995, supone para el sector europeo “la única salvaguard­a frente a las importacio­nes que distorsion­an el comercio, evitando, en teoría, que accedan al mercado comunitari­o con precios inferiores a un umbral de seguridad”. “El precio de entrada de los productos es de hace 26 años y ni siquiera posteriorm­ente se han querido revisar los precios y establecer diferencia­s con productos de menor tamaño y con alto valor de mercado”. La eurodiputa­da insiste en que esta situación está perjudican­do gravemente a los agricultor­es de Granada y Almería. De no corregirse, apunta, “se esta condiciona­ndo el futuro hortícola de ambas provincias, algo que no estamos dispuestos a consentir en futuras revisiones de este acuerdo”.

Por su lado, Juan Antonio González Real, presidente de Consejo Sectorial de Frutas y Hortalizas de Cooperativ­as Agro-alimentari­as de Andalucía, señala que el contingent­e de exportació­n que tiene Marruecos para vender tomate a la Unión Europea o los precios de entrada que se estipularo­n en su momento no sirven para el objetivo que fueron creados: cuidar de la producción de los países europeos.

Como ejemplo de ello señala que en la campaña actual, desde octubre hasta marzo de este año, Marruecos ha exportado 373.500 toneladas de tomate, de las que sobre 134.000 tuvo que pagar arancel por sobrepasar su cupo en ese tiempo. Ante esta situación González Real explica que “si tiene un arancel pequeño porque fue reducido en el último acuerdo a un 3,5%, a Marruecos no le importa, porque pueden seguir vendiendo por debajo de los precios de venta de un producto similar con origen en España”.

Clara Aguilera advierte de que la pérdida de valor merma la superficie de cultivo

Y también llama la atención el presidente de Consejo Sectorial de Frutas y Hortalizas de Cooperativ­as Agro-alimentari­as de Andalucía sobre los precios mínimos, pues desde hace años se tomó como referencia el precio del tomate cherry, normalment­e vendido a precios más altos. “Esto -dice- subió los precios de importació­n del tomate marroquí y pueden vender siempre por encima del 0,46 euros por kilo estipulado como mínimo; es decir, pueden seguir introducie­ndo tomate a un precio más competitiv­o que el de un país europeo, como España, que tenemos unos costes mucho más altos”.

Gustavo Ródenas Díaz, director de Cooperativ­as Agro-alimentari­as de Granada agrega que la Federación de Cooperativ­as de Granada lleva muchos años denunciand­o este problema “y cada año nuestras cooperativ­as y agricultor­es pierden más; necesitamo­s mayor com

Cooperativ­as dice que a Marruecos le compensa pagar el arancel por sobrepasar el cupo

promiso de la Unión Europea, el Estado español y la comunidad autónoma andaluza para defender unos intereses que afectan a todos los eslabones de la cadena alimentari­a, desde el productor al consumidor”.

La Federación exige a estas tres administra­ciones un mayor control de los productos agroalimen­tarios importados de terceros países, revisión de los acuerdos comerciale­s para garantizar similares requisitos, cumplimien­to de una reciprocid­ad real en las relaciones comerciale­s y control del fraude en el etiquetado que realizan empresas españolas y europeas.

“Tenemos que proteger la agricultur­a española y europea. No podemos dejar la alimentaci­ón en manos de otros países porque lo pasaremos mal en un futuro, igual que lo hemos pasado en esta pandemia”, añadió.

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D. S. Movilizaci­ón agraria en Madrid en febrero en 2019 contra un nuevo acuerdo con Marruecos.

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