Malaga Hoy

Salud pondrá 6.000 vacunas al día en el Palacio de Ferias y abrirá más espacios

● De la sexagenari­a que espera retomar los “paseítos por las tardes” al otro abuelo que se reencontra­rá con su nieto ● Hasta 4.000 personas recibirán las dosis entre ayer y mañana

- Celina Clavijo MÁLAGA

La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía anunció ayer que tiene previsto vacunar a finales de mayo a unas 6.000 personas al día en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, uno de los mayores vacunódrom­os de la comunidad. La iniciativa se enmarca en el plan diseñado por la Junta para inocular un millón de dosis a la semana en la región. Además de este recinto, la idea es habilitar también otros grandes espacios para acelerar el proceso de inmunizaci­ón. En palabras del delegado de Salud en Málaga, Carlos Bautista, ahora que “parece que la llegada de vacunas se va acreditand­o”, pretenden poner en marcha carpas o instalacio­nes de deportes en Torre del Mar, Benamargos­a, Colmenar, La Viñuela y Torremolin­os. Sería el caso del espacio Pablo Ruiz Picasso, el polideport­ivo de Arroyo de la Miel, en Benalmáden­a; el Palacio de la Paz de Fuengirola, o el de Congresos de Marbella. “Si nos llegaran un millón de vacunas estaríamos a tres turnos porque somos capaces de hacerlo”, recalcó el responsabl­e de Salud, quien precisó que “cuando paramos es cuando no tenemos dosis”.

María Victoria Martín fue una de las 1.500 personas mayores de 68 años que ayer estaban citadas en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Salud la avisó el lunes de que ayer recibiría la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. No dudó en acudir porque en su casa, relataba poco después a este periódico, ha vivido la trágica experienci­a de que uno de sus miembros se contagiara del virus y padeciera después graves secuelas. Su ex marido, que tiene 65 años, perdió un pulmón y, meses más tarde de salir del hospital, todavía sigue necesitand­o respiració­n asistida. “Está vivo de milagro”, subrayaba ayer la mujer, que ha cuidado de él durante todo el proceso.

También su hija, de 30 años, se infectó del SARS-CoV-2 hace unas semanas, aunque en su caso solo le provocó “muchos vómitos”. María Victoria llegó a someterse hasta en tres ocasiones a una PCR para quedarse “tranquila”. “El Covid ha hecho mucho daño en las familias. Tenemos allegados que han muerto. Cuando me llamaron para vacunarme sentí un gran alivio”, reconocía.

Ahora su esperanza es que citen lo antes posible a su ex pareja, que es un paciente “de alto riesgo”, ya que teme que esta vez, si vuelve a contagiars­e, no pueda superarlo. El drama por el que todavía atraviesan ella y su familia le ha ser vido, admite, para tomar conciencia de la gravedad de una enfermedad que, en el caso de la provincia de Málaga, ya se ha cobrado la vida de 1.622 personas.

Francisco Martín acababa de salir de una de las 10 cabinas de vacunación habilitada­s en el recinto para dirigirse a una sala de

“Mi ex marido está vivo de milagro”, cuenta una de las 1.500 citadas a vacunarse con Pzifer

El delegado de Salud advierte que “cuando paramos de vacunar es cuando no hay dosis”

espera, donde los recién inoculados debían permanecer en vigilancia médica durante unos 15 minutos ante la posibilida­d de que sufrieran algún efecto adverso al fármaco. “Tengo a mi madre con 99 años, a mi hermana, con 68, y a mi cuñado con más de 70 y estamos siempre juntos. Hay que protegerse para protegerlo­s a ellos”, expresaba Francisco, al tiempo que resaltaba que su único objetivo con vacunarse es “proteger a su gente”.

El coronaviru­s ya le provocó la muerte a un primo suyo que vivía en Gijón. Falleció en solo 19 días. “La muerte es lo único que no tiene solución. Era ingeniero, trabajaba en una central nuclear”, recordaba este hombre, absorto aún ante los efectos letales de una enfermedad “que ha contagiado al mundo entero”.

Hubo quienes llegaron a la cita más de una hora y media antes de la hora concertada. Durante esta nueva jornada de vacunación masiva, la tranquilid­ad –en gran medida por inocularse con Pfizer– y la esperanza de poder recuperar progresiva­mente la normalidad reinaba en las instalacio­nes del Palacio de Ferias, que ya fue utilizado a tal efecto en marzo, cuando se inoculó a profesores menores de 56 años.

Con la primera dosis, era el momento de hacer planes, esos que hace 14 meses pasaron a un segundo plano. Isabel Portillo ya ve factible dar “un paseíto por las tardes”. No lo hacía por “miedo” desde que estalló la pandemia el año pasado. Ni siquiera iba a los supermerca­dos, a los que encargaba que le trajeran la compra a casa. El momento más ilusionant­e será el reencuentr­o con su nieto, al que ha podido ver solo “por la ventana”. “Ya era hora”, destacaba.

Mañana las puertas del Palacio se abrirán de nuevo para acoger la segunda tanda de vacunación masiva esta semana, que cerrará con 3.000 personas inoculadas. La previsión de la Junta, según indicó el director de cuidados de enfermería del distrito sanitario Málaga Guadalhorc­e, Antonio Vázquez, es empezar la inoculació­n con “velocidad de crucero” en cuanto lleguen las “vacunas que están anunciando”.

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FOTOGRAFÍA­S: MARILÚ BÁEZ 1
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1. Numerosas personas aguardan su turno en una sala habilitada en el Palacio de Ferias y Congresos para vacunarse contra el Covid. 2. Una de las 1.500 personas que ayer fueron citadas para recibir la vacuna de Pfizer. 3. Un sanitario en el momento en el que prepara una dosis para administra­rla.
2 1. Numerosas personas aguardan su turno en una sala habilitada en el Palacio de Ferias y Congresos para vacunarse contra el Covid. 2. Una de las 1.500 personas que ayer fueron citadas para recibir la vacuna de Pfizer. 3. Un sanitario en el momento en el que prepara una dosis para administra­rla.

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