La Junta enmarca la situación de la empresa de Alozaina cerrada en “la crisis general”
Texlencor se dedicó al principio de la pandemia a fabricar material textil sanitario
El consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, ha enmarcado la situación laboral de la empresa Texlencor de Alozaina en la crisis estructural que el sector textil lleva arrastrando hace años y ha asegurado que debido al Covid hubo “una demanda extraordinaria, pero puntual en el tiempo”. Así se expresó ayer en el pleno del Parlamento andaluz ante la pregunta realizada por el diputado del PSOE José Luis Ruiz Espejo, sobre las medidas de apoyo previstas para empresas como Texlencor, que se dedicó al principio de la pandemia a fabricar material textil sanitario, lo que permitió la creación de más de 60 empleos.
Velasco aseguró que el sector textil en España y en toda Europa “lleva muchos años sufriendo una crisis estructural”, debido a que la mayoría son productos no diferenciados; “es decir, que da igual fabricarlos en Málaga o en Kuala Lumpur, lo que ha ocasionado la desaparición de la mayor parte de empresas textiles en Europa”, especificó.
Así, detalló que en 1980 este sector en España representaba el nueve por ciento del PIB y en 2018, “en concreto en Andalucía es el 0,32%”, lo que significa, según el consejero, que “se ha contraído más de 30 veces; es brutal, posiblemente no haya ningún otro sector comparable”.
Explicó que en paralelo algunas empresas “tienen éxito”, citando al Grupo Inditex, pero ha apuntado que “la mayor parte de las fabricas no están en España, están en Marruecos, en Turquía, en Rumanía o China, aprovechando costes de producción mucho más reducidos”.
En el caso de este sector en Málaga, el consejero especific óque en Alozaina en los años 70 se empleaban 400 personas y ha indicado que el pasado año ante la llegada del coronavirus la Consejería de Salud “tuvo que buscar a la desesperada talleres, fábricas que produjeran elementos de protección”, con lo que hubo “una demanda extraordinaria, pero puntual en el tiempo”. “¿Qué ha sucedido después? Que ya no hace falta, está cubierto con la capacidad productiva normal y, en consecuencia, la plantilla de 70 trabajadores que produjo en el momento pico de demanda del SAS la práctica totalidad ha desaparecido”, dijo Velasco.
Por su parte, Ruiz Espejo indicó que “no podemos dejar abandonada a esta empresa con más de 70 familias trabajadoras”.