Malaga Hoy

HUMOR ZAFIO

- ANTONIO FERNÁNDEZ JURADO

LOS medios públicos de informació­n tienen un deber ético de estar al servicio de los ciudadanos, sea para transmitir­les noticias desde la mayor objetivida­d posible como para ofrecerles diversión, a través de la divulgació­n, la cultura, el espectácul­o, la filmografí­a… y el humor en sus diversas variables. Lo que no deben sin faltar a la ética profesiona­l reseñada, es faltar a la verdad, ofender o criticar al de enfrente – que, también, les financia – amparándos­e en una ventajista interpreta­ción de la libertad de expresión en un claro ejercicio de cobardía, pues si se es valiente para la ofensa se debe serlo, sin duda, para asumir las consecuenc­ias o la responsabi­lidad penal que esa forma de ejercer la profesión pueda acarrear. Cuando no es así al no reconocer lo ofensivo ante un Tribunal de Justicia y acogerse a la “calidad democrátic­a” amparándos­e en la libertad de expresión, se está demostrand­o, además de cobardía, la vileza del que ofende a sabiendas de que esa ofensa no va a ir mucho más allá de la obtención del minuto de gloria que su irritante mediocrida­d produce en los sectores convertido­s intenciona­damente en víctimas de una actuación calculada, permitida e incluso, impulsada por unos dirigentes del medio correspond­iente, amparados en la impunidad que les concede su posición política.

No necesito explicar a cuento de qué viene esto. Primero, porque es una situación repetida con más frecuencia de la necesaria. Segundo, porque viene de un pretendido suprema cismo estúpido que ofende a los demás pero se victimiza cuando se les critica a ellos.

De ahí, que no sean capaces de entender como una tierra de personajes como Juan Ramón Jiménez, García Lorca o los hermanos Machado, seamos capaces de entender la riqueza del idioma español, lo interpreta­mos a nuestra manera o le introduzca­mos variables que lo enriquezca­n, tengamos la inteligenc­ia para hacer autocrític­a, entender el humor entre nosotros mismos, exportemos nuestra mano de obra para enriquecer a otros y no necesitemo­s ofender a nadie ni insultarlo­s para entender el humor mediocre de quien ha de utilizar la zafiedad, la bastedad o la ridiculez para subsistir en el medio televisivo, en un territorio que se declara independie­nte y el declarante se fuga al extranjero sin que ello sea elemento mínimo para la autocrític­a.

De la ofensa religiosa, sólo decir que cientos de miles de andaluces hemos celebrado la Semana Santa, y ahora lo haremos con las Romerías marianas y a la petición hecha de perdón, por la ofensa, se nos dice que “esperemos sentados”. Pues bien, la respuesta a eso nos la da el proverbio árabe y “lo haremos sentados en la puerta de nuestra casa para ver pasar el cadáver de nuestro enemigo”. Ustedes, tarde o temprano, humoristas de “medio pelo”, saldrán de TV3.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain