El 25% de las personas con VIH podrían estar sin diagnosticar o sin seguimiento apropiado
“La infección que causa el VIH ha ido desapareciendo de la conversación. De alguna manera, es como si el VIH se hubiera dado por amortizado y se está haciendo cada vez más invisible”, advierte José Antonio Pérez Molina, presidente de Seisida, la Sociedad Española Interdisciplinaria del SIDA, en la reunión Hacer VIHsible lo invisible, organizada por esta entidad en colaboración con la UNED. Pero nada más lejos de la realidad. Se calcula que en España hay entre 130.000 y 160.000 personas que viven con el VIH y, de ellas, al menos el 25% podrían estar sin diagnosticar o no tener un seguimiento apropiado.
Además, casi el 48% de los 3.000 nuevos casos de VIH que se producen cada año en España se detectan tarde, lo que retrasa el inicio del tratamiento antirretroviral que permite alcanzar la carga viral indetectable e intransmisible y evitar así la transmisión. “Por mucho que no nos guste, el VIH es una infección transmisible y tenemos que hacer todo lo posible por evitar que haya nuevos casos”, dice el presidente de Seisida. “Y, para ello, hay que visibilizarla; es decir, ponerla otra vez en la conversación social y política. Así reduciremos la discriminación que tiene asociada la infección”.
María José Fuster, profesora del Departamento de Psicología Social y de las Organizaciones de la Facultad Psicología de la UNED cree que “el impacto de la invisibilidad y del estigma en las personas con VIH tiene múltiples consecuencias e intersecciones. Al estigma asociado al VIH se añaden los que se sufren por edad, migración o consumo de sustancias; lo que no solo crea un efecto aditivo, sino multiplicador”.