Ayahuasca y otros psicotrópicos: así son los rituales neochamánicos
● Una banda criminal, con 18 detenidos, varios de ellos en Málaga, usaba brebajes psicoactivos para atraer a adeptos
Las sectas han perfeccionado y sofisticado sus estrategias para mostrarse al mundo, lejos de la clásica imagen del gurú con túnica blanca y barba. Ofrecen todo tipo de técnicas, se apropian del lenguaje propio de la Psicología y de la Medicina y hasta prometen mejoras físicas, como ha sido el caso de la última organización criminal internacional que la Policía Nacional ha desarticulado en una operación conjunta con la Agencia Tributaria. Los investigadores han descubierto que el grupo, supuestamente, realizaba rituales neochamánicos con psicoactivos prohibidos y peligrosos para la salud de los participantes. La investigación ha permitido la detención de 18 personas, varias de ellas en Málaga, donde la banda tenía una de las sedes: los llamados “epicentros de evolución interior”.
Estos grupos sectarios utilizan el brebaje psicotrópico para atraer nuevos adeptos, que resultan más vulnerables y manipulables después del consumo de sustancias, tales como ayahuasca, sapo bufo, rana kambó y peyote. Se trata de drogas psicoactivas habitualmente utilizadas en el marco de ceremonias practicadas por las denominadas “sectas new age”, concretamente en rituales de corte neochamánico. La administración, según la Policía Nacional, se sirve de diversos estímulos como parafernalia ambiental ( cantos, luces, incienso...) con idea de inducir “estados disociativos de la consciencia que llevan a la introyección de normas de comportamiento social e individual”. Así, los psicoactivos se convierten en un instrumento utilizado por el chamán “para la captación y control coercitivo” del grupo. Pero no solo eso: estas sustancias también serían utilizadas como “terapia sustitutiva de la medicina convencional”.
En este último golpe policial, los investigadores han descubierto que, para dar aún más credibilidad, un médico, junto a su pareja, que se hacía pasar como facultativa, avalaban y supervisaban la ingesta de estas drogas. Los arrestados promocionaban y organizaban reuniones donde se suministraban estas sustancias. También se les imputa delitos como trata de seres humanos, intrusismo profesional, contrabando, infracción de la ley de extranjería o contra los derechos de los trabajadores.
La organización criminal contaba con una sede en la selva colombiana, desde donde se abastecía de los medios y materia prima necesarios para elaborar ayahuasca, que posteriormente era introducida en España de manera clandestina a través del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Además de esta sustancia, el sapo bufo, la rana kambó o el peyote también eran habituales en estos llamados “retiros de evolución interior”.
Durante el operativo se han intervenido 24.000 euros en efectivo, un vehículo de alta gama, 60 kilos de ayahuasca y un kilo de mescalina, así como otras sustancias psicoactivas e instrumentos para su consumo. En la investigación también han participado las Brigadas provinciales de Información de Barcelona y Granada, la Brigada local de Información de Ibiza, la Comisaría General de Policía Judicial y la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, que mantuvo el secreto de sumario hasta el pasado mes, y por la Sección Antidroga de la Fiscalía Provincial de Madrid.
La Policía anima a denunciar en caso de tener conocimiento de este tipo de prácticas. Los especialistas encargados de estas investigaciones, mantienen habilitado el correo electrónico sectasdestructivas@policia.es para que cualquier ciudadano pueda informar de forma anónima y confidencial sobre hechos relacionados con las actividades de grupos de corte sectario.