DIRIGENTES Y MANIQUÍES

PARECE que han gritado !Agua! y nos hemos espantado. La moto en el garaje y el coche en doble fila. Con cuatro gotas, orquesta de claxons. Así está el clima en la Cenacheriland líquida. Navegamos en un estado rebosante de sequía. Vivienda a una media de 3.079 euros/m2 en compra y a 13,6 euros /m2 al mes en alquiler, según porteros de internet. Muralla difícil de escalar. Mientras, nuestros dirigentes políticos escañados lucen pintones y nos despachan discursos de paz como las misses de diadema analfabeta. En esta atosigante era de la imagen impera estar fotogénico a la altura del corazoncito de Instagram pasándose soluciones a los problemas graves por el dobladillo costurero. En Suiza los sociópatas masters del multiverso han jugado a los Davos y nos leen la receta: Qué tenemos que cagar, viajar y votar. Próceres maqueados hasta la última pestaña y asiento símil cuero en su vehículo eléctrico oficial con chófer de gorra y jet de angora. La penúltima ministrada ha sido criticar la soldada de los directIBEX. Los viejennials supervivientes del desastre de 2008, por mor y Mordor económico andan revoltosos. Demasiados ingresaron en la neotiesez y el profético

“Emosido engañado”. Depreciaron su trabajo hasta la madrugada con pesadillas de parado. Los derribos de esa clase media anfibia, carnaza de ERE, intentan evitar la extinción de su especie con la suela del zapato lustroso agujereado. Por eso, tras tanto sacrificio, no se perdona la sensación de un futuro sin techo digno para los suyos. Se infartan al ver a cuatro soplagaitas maqueados hasta las pestañas leyendo la cartilla de racionamiento en prime time. Carlos Saínz resumió la situación con un “piropo” varias jornadas antes de ganar su cuarto Rally Dakar. Por eso, cada vez que esta tribu de observadores del chiringuito se deja caer por un hotel de 5 ivas con su nube community palmeros todo incluido a costa del erario público, dan ganas de cantar por Germán Coppini lo de la Fiesta de los maniquíes: “Rígidos los cuerpos los maniquíes bailan. Con el rojo de sus labios y el brillar de su cabello...” Eso sí, ellos nos pueden tocar las rentas, las meninges y sumergirnos en toda clase de impuestos y regularreas delirantes.

Los viejennials supervivientes del desastre de 2008 se infartan cuando soplagaitas maqueados leen la cartilla de racionamiento