–¿Por qué escogió a esos intérpretes y no a otros?
–¿Se siente Hereje por los caminos que transita con su música?
–Es la vida diaria y en el arte supongo que estamos muy acostumbrados a ver que, cuando se trabajan otras cosas, ponen en tela de juicio lo que haces. Supongo que a los músicos nos pasa igual. –¿Por qué este giro de guion?
–Lo que he intentado es hacer un viaje de acercamiento a otros géneros musicales desde el flamenco. –¿Supongo que adentrarse en diferentes géneros ayuda a conocerse mejor?
–Yo creo que sí. Eso es lo que he defendido. Con todas las colaboraciones la premisa fue muy clara. Como no todos han compuesto letras y música, sino que algunos solo me han ofrecido el texto y otros ya el tema cerrado, la única premisa que les puse es que se sintieran totalmente libres a la hora de crear. Era el único punto de partida que he pretendido aunque yo me tuviera que adaptar y ser un poco más camaleónico, pero que estos géneros, que ellos representan, y el flamenco quedasen perfectamente claros. Que uno no quede sobre el otro, sino que se complementen. –En Hereje encontramos pop-rock, indie, celta... ¿Con cuál se ha sentido más cómodo en este disco? –Con todos, creo que es más cuestión del artista.
–Sobre todo por admiración y porque creo que son muy buenos en lo suyo. Son una buena representación, ya no de ese estilo musical, sino de esa forma de componer y de hacer las cosas. Admiro la forma en la que han llevado su carrera artística, pero básicamente porque me gusta su música y porque creo que compartir es aprender.
–¿El flamenco sigue siendo un mundo muy cerrado? –Creo que la gente tiene la mente un poco más abierta que antes. Yo siempre la he tenido abierta, aunque antes me enfadaba más que ahora. Ahora los entiendo más. Y no me enfadaba por defender la tradición flamenca, sino con quienes eran más reacios a meter un sonido o giros diferentes. El flamenco no es algo que ellos deban controlar y, aunque en cierta manera entiendo que les provoque un rechazo, tampoco se puede rechazar lo que uno no conoce.
–Desde que arrancó hace años su carrera siempre ha destacado por abrir puertas. ¿Eso le ha traído consecuencias negativas o, por el contrario, le ha abierto nuevas posibilidades? –Sinceramente creo que habrá habido de las dos cosas. Habrá gente a la que no le haya gustado nada lo que yo he hecho, y a las que les parezca incluso una aberración, y habrá otras que a lo mejor se han acercado más a mi música por haber sido algo más, no lo sé. No manejo datos, pero cuando tú tienes una forma de entender las cosas, cuando se atiende sobre
Es importante que el flamenco haya entrado en el sistema educativo porque genera una relación con los niños”
todo a lo que te apetece en el momento, a hacer las cosas de la manera que tú las sientes y de la manera que te hace disfrutar, a algunos le habrá llegado más lejos. –¿Cree que el flamenco como género pasa por un buen momento?
–La estructura un poco se resiente, pero creo que, como género, el f lamenco tiene ahora mismo una proyección que no tenía antes. –De hecho, se ha incorporado a la enseñanza pública. ¿Cómo se traduce eso en el mundo del flamenco?