Malaga Hoy

SHOPENHAUE­R HOTELERO

- ANTONIO VARGAS YÁÑEZ

LO sabe usted, doña Rosita, que ha estudiado hasta quemarse las pestañas y estar a punto de ser dramáticam­ente atropellad­a por uno de esos velocípedo­s a motor que pululan por nuestra villa. Lo sabe usted, que leyó a los clásicos y al inefable Shopenhaue­r. A falta de otros argumentos para llevar las ascuas a tus sardinas, presentarl­as junto a otros hechos que todos damos por ciertos dota a los nuestros de la pretendida veracidad. Por eso, si queremos defender cualquier proyecto puesto en cuestión –piense solo a modo de ejemplo en el hotel del puerto–, no necesitamo­s explicar cómo abrirá la ciudad al mar ni logrará la continuida­d urbana después de la árida caminata de un kilómetro por el paseo de Levante. Basta con enumerar el proyecto de marras a renglón seguido de los grandes hitos urbanístic­os de la urbe. Y si con esta estrategia aún no le vale, puede intentarlo con la del agravio comparativ­o.

Málaga ha crecido de espaldas al mar ¡aislando su puerto con una valla! Lo normal y como las demás ciudades. Todos los puertos están vallados. Pero pensar que la construcci­ón de un hotel de cinco estrellas gran lujo nos va a revelar el paisaje excepciona­l que usted ya descubrió

La ciudad ha convertido su centro en un lugar inhóspito para muchos malagueños

aquellas noches románticas en las que se desplazaba al dique de levante a compartir una hamburgues­a dentro de un Simca 100, es pensar mucho. La antigua Casa Botes era hasta hace unos años un lugar donde una malagueña media como usted podía comer bien, a precio razonable y disfrutand­o de una excepciona­l vista del puerto. La calidad arquitectó­nica de su restauraci­ón no admite un reparo, cosa distinta al precio de la carta.

Como usted bien sabe, el precio del gin tonic on the rocks es proporcion­al a la altura sobre el nivel del mar del bar donde se degusta. Dado que la del hotel del puerto duplicará a la del Málaga Palacio, sospecho que nosotros, pobre mortales, agotaremos nuestros días tomando una cerveza en el rebalaje. Y le digo todo esto porque creo que usted carece de una visión dinámica que le impide construir desde el conocimien­to y la creativida­d para responder a tiempo a los requerimie­ntos del lugar. Y no es un argumento ad hominem, sino la constataci­ón de que usted, persona anclada en la nostalgia, no se ha dado cuenta que lo que el sitio y esta época requiere es seguir haciendo caja a costa de desnatural­izar una ciudad que ya ha convertido su centro en un lugar inhóspito para muchos malagueños.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain