Un percusionista, en huelga de hambre por la música en directo
Mario Salazar mantendrá una reunión con el equipo de gobierno el próximo 7 de febrero
“La música en directo no se debe tratar como un delito, es riqueza cultural para nuestra ciudad. No más censura a la cultura”. Bajo estas premisas, un percusionista flamenco se puso en huelga de hambre ayer frente al Ayuntamiento
de la capital malagueña hasta que le aseguren que los músicos podrán ejercer su trabajo en vivo sin ningún tipo de inconveniente “siempre y cuando el sonido no transcienda al exterior del establecimiento”.
Mario Salazar considera que la música que se lleva a a cabo en directo en locales de la capital está “totalmente discriminada, marginada y castigada” por el Consistorio. Indica que la Junta de Andalucía defiende a través de decreto que la música exista en los establecimientos de ocio y hostelería.
La ordenanza municipal también lo recoge. Si bien, critica que el Consistorio “establece exigencias que no tienen sentido”.
“Por ejemplo, a los locales que tienen licencia de apertura hasta las 4:00 les permiten que haya música en directo por la tarde pero no por la noche. ¿Cuál es el sentido? Es el mismo sistema de reproducción de sonido, no altera los controles de seguridad ni el concepto de negocio. Otra de las trabas es que a los establecimientos hosteleros no les dan permiso para contratar actuaciones permanente, solo extraordinarias”, critica.
Además, destaca la rigidez con la que a su juicio actúa la Policía Local. El modus operandi es el siguiente: irrumpen en el local, graban la actuación, llaman al responsable y levantan acta, señala. Si ese establecimiento es reincidente por una actividad ilícita relacionada con música en directo, asegura que “las multas son excesivas” y en ocasiones “cierran directamente los negocios”. Salazar solicitó una cita con la concejalía de Medio Ambiente para tratar este asunto el pasado 1 de enero. Cuenta que lo llamaron diez días después para ofrecerte un encuentro el 7 de febrero, una fecha que considera tardía dado que “es un problema que lleva ocurriendo desde hace tres años”.