“Las redes han concedido un enorme poder, pero sin instrucciones de uso”
● El filósofo Javier Gomá pronostica que “acabará habiendo una autorregulación”
El filósofo Javier Gomá considera que las redes sociales (RRSS) nos han concedido “un enorme poder”, pero “tenemos ese poder sin instrucciones de uso” y eso “en muchas ocasiones produce dolor y accidentes”, aunque pronostica que “acabará habiendo una autorregulación”. “¿Qué habría ocurrido si hace cien años, en 1924, se le hubiera regalado a todos los españoles, incluso a los más analfabetos, un Lamborghini? Con toda seguridad se hubieran multiplicado los accidentes, pero pasado un tiempo la gente habría aprendido las reglas de seguridad vial”, afirma Gomá (Bilbao, 1965) en una entrevista con Efe.
Las redes sociales han otorgado “de manera precipitada un
Son un lugar que canaliza con enorme facilidad una vulgaridad triunfante y avasalladora”
poder parecido a tener un Lamborghini” para el que “no estamos educados”, pero “habrá una especie de seguridad vial que llevará a que la gente pueda transitar sin accidentes”.
Atribuye a las redes “la conquista moral de dotar de un perfil a todos los hombres y mujeres, que en el pasado eran seres anónimos y sin individualidad”, pero esas redes son “un lugar que canaliza con enorme facilidad una vulgaridad triunfante y avasalladora”.
Le “desagrada profundamente” en ese ámbito el fenómeno de la “beatería” que supone “divinizar cosas que no son Dios, como una cantante de pop, tu iPad, tu coche, el dinero, el propio ego y por supuesto gente muy popular en las redes”. “Más que una nueva religión, lo llamaría una nueva idolatría, la desviación de un sentimiento que puede ser legítimo hacia lo divino pero que tiene como objeto no lo divino, sino lo vulgar”.
Huye de polémicas en las redes porque distingue “entre actualidad y realidad”. “Actualidad es lo que nos mantiene en vilo unas horas y realidad, lo que nos mantiene en vilo cien o mil años: la condición humana, el sentido de la vida, el amor, el envejecimiento, el arte...”
La actualidad, además, “está regida por el amigo/enemigo y te debes colocar en un bando de una forma excesivamente simplista”, señala Gomá, que rechaza enredarse en esas polémicas. “No quieren mi opinión, quieren mi posición, dónde me pongo, en qué barricada o trinchera”.
Ha publicado recientemente el libro Universal concreto: Método, ontología, pragmática y poética de la ejemplaridad, que no considera un resumen o compendio de sus obras precedentes, porque “es un libro enteramente nuevo, no una concentración de los anteriores”.
Sí cree que “no sería una mala designación” calificarlo como una “precuela”, puesto que sostiene que quizá tendría que haber sido su primer libro “y el único que debería haber escrito”. La tesis de su libro es que, en la actualidad, “no solo no es posible no ser ejemplar, sino que no hay más remedio”.
El libro “contrapone la ejemplaridad aristocrática, vigente hasta prácticamente el siglo XX y en la que se proponía un pequeño grupo que se llamaba minoría selecta para que el resto de la sociedad la imitase, con la nueva realidad que es democrática, en la que todos somos modelos para todos y no es posible no imitar”.
“No somos libres para imitar. Estamos obligados a imitar. El problema verdadero no es imitar o no, sino imitar bien”, precisa.