Pacientes de espalda logran dejar los fármacos tras ‘recetarle’ deporte
● El programa lanzado entre el SAS y el Ayuntamiento contó con 80 personas asistidas
El delegado municipal de Deportes del Ayuntamiento de Antequera, Juan Rosas, y la gerente del Área Sanitaria Norte de Málaga, Belén Jiménez, presentaron ayer ante los medios de comunicación el balance de actuación durante el año pasado del proyecto de Receta Deportiva, del que se beneficiaron en 2023 más de 80 personas.
En concreto, se trata de una iniciativa conjunta del Consistorio y del Área Sanitaria mediante el que se desarrolla prescripción de actividad física, supervisada por médicos, que permite a los pacientes mejorar su salud y bienestar a través del desarrollo de actividades deportivas adaptadas a sus necesidades específicas. Una vez que los pacientes son derivados por su médico al Área de Deportes, un técnico especialista en Actividad Física y Deporte, siguiendo las indicaciones del facultativo, establece una pauta de práctica deportiva adaptada a las necesidades y características personales: entrenamiento de fuerza, natación personalizada, ejercicios de espalda sana, pilates, etc.
“Desde su lanzamiento en octubre de 2022, el proyecto ha marcado una nueva era en la atención médica al integrar la actividad física como un componente esencial de los tratamientos terapéuticos y preventivos”, han señalado desde el Consistorio en un comunicado. Como se ha dado a conocer en la rueda de prensa, más de 80 personas se han beneficiado en el año 2023 de este proyecto, experimentado una transformación positiva en sus vidas al adoptar la actividad física regular como parte de su enfoque integral de cuidado de la salud.
Dentro del balance realizado, se ha advertido que más del 80% de los pacientes derivados a través de estas prescripciones han incorporado la actividad física de forma regular en sus rutinas diarias, destacando la efectividad y el compromiso de los participantes con el programa. En numerosos casos, la participación en el programa ha llevado a una disminución o retirada del tratamiento farmacológico necesario, subrayando el valor preventivo y terapéutico de la actividad física supervisada. La mayoría de las derivaciones al programa han sido por problemas de espalda articulares, al tiempo que han destacado “la eficacia de las actividades propuestas para abordar estas condiciones”.
En este sentido, se considera que ha sido un elemento clave del programa la valoración individualizada de cada paciente por un técnico graduado en Actividad Física y Deporte, asegurando que la actividad física se adapte a las necesidades específicas de cada individuo. La edad media de los usuarios es de 55 años, abarcando una amplia gama de edades y demostrando que la actividad física supervisada es beneficiosa para todas las etapas de la vida.