Recogen firmas para evitar el cierre de un convento rondeño
● La congregación de las Carmelitas Descalzas solo tiene cuatro hermanas y el Vaticano pide un mínimo de seis religiosas
El convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda, que custodia la mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús, necesita monjas para evitar que el Vaticano ordene su cierre. Si no las encuentran pronto, tendrán que devolver la reliquia a Castilla y León, por lo que hacen un llamamiento para reclutar a dos hermanas “cuanto antes”.
Tras una celosía situada en el interior de este convento de clausura, sor Jennifer cuenta a Efe que hace apenas dos años eran nueve monjas en la congregación de Ronda, pero tras la pandemia de la Covid-19 y varios fallecimientos repentinos en los últimos meses, ya solo quedan cuatro hermanas –una de ellas, con alzhéimer–.
Esta situación es “irregular” según una exhortación promulgada por el Papa, que establece que en las congregaciones de clausura debe haber al menos seis monjas. Sor Jennifer precisa que el Vaticano no les ha dado un plazo concreto para encontrar dos hermanas más, pero sí les han advertido que es una situación que no puede “permanecer en el tiempo”.
Mientras tanto, en la ciudad del Tajo, en la que existe un especial cariño hacia esta congregación de clausura, se inició una recogida de firmas para reclamar al Vaticano que no proceda al cierre de esta congregación. En los bares próximos a su convento es fácil encontrar en las barras los formularios para dejar constancia del apoyo que tienen estas religiosas en la ciudad.
Curiosamente, esta delicada situación se produce cuando están celebrando su centenario con la realización de diferentes actividades. Incluso la pastelería rondeña Daver creó un tulipa especial conmemorativa con los colores de su hábito que se está vendiendo en sus vitrinas y la que la propia web de información del Vaticano se hizo eco.
Según comenta la priora, ya han llamado varias mujeres jóvenes para interesarse por la situación y entrar en el convento, pero no es lo que necesitan en este preciso momento.
Aclara que las monjas que buscan deben tener experiencia previa porque su convento está “en riesgo de caerse” y no pueden invertir tiempo en formarlas.
“Nos llaman algunas diciendo que creen que tienen vocación, pero yo las mando a otros conventos. Cuando hayamos apuntalado el edificio, lo embellecemos con nuevas vocaciones, pero antes tenemos que apuntalarlo porque, si no, tendremos que cerrar”.
El convento se encuentra situado en el interior del la iglesia de la Merced, un templo situado en pleno centro de la ciudad y que también es la sede canónica de la Hermandad de la Soledad.
Una iglesia en cuyos cultos públicos las hermanas suelen participar.Y es que a través de la reja que separa la iglesia del convento es habitual verlas en los actos religiosos que se desarrollan en la misma.
La última de ellas fue la visita de los cortejos de los Reyes Magos durante la pasada Navidad, en la que Sus Majestades realizaron la adoración.
Una imagen incónica de la ciudad que ahora corre el riesgo de perderse, aunque las hermanas no pierden la esperanza de conseguir que lleguen nuevas hermanas y se garantice la continuidad del convento.
Mientras tanto, los vecinos espera que el Vaticano sea comprensivo con este momento y no termine por ordenar el traslado de las religiosas.
Varios fallecimientos repentinos han hecho que se merme la congregación