Médicos estéticos ven un problema de salud pública en el intrusismo
● Más de 2.500 profesionales del sector se reúnen hasta mañana en el Palacio de Ferias de Málaga en su 39 congreso nacional
Supuestos tratamientos estéticos en un porche, en un sótano, en hoteles o en los lavabos de una cafetería... Por personas que no son médicos, que en algunos casos inyectan sustancias tras simplemente haber visto algún tutorial en Youtube. Con productos comprados por internet, que no tienen trazabilidad ni se sabe si han perdido la cadena de conservación. Los médicos estéticos han alertado del “elevado nivel de intrusismo” y sus consecuencias para la salud pública. De hecho, se estima que los intrusos igualan en número a los facultativos habilitados. “Si no se ponen en manos de un médico, eso puede dañar su salud”, advirtió el vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), Sergio Fernández. Debido a actuaciones de esos intrusos, “cada vez se detectan más efectos adversos, como necrosis, que pueden dejar secuelas de por vida”.
“Hay quienes van a ponerse un relleno como si fueran a comprar un rímel. No es igual hacerse las pestañas que pincharse la cara”, insistió la tesorera de la SEME, Petra Vega. El presidente de la Sociedad, Juan Antonio López, consideró que el intrusismo “es el mayor problema” de los médicos estéticos en tanto generador de efectos adversos y porque desprestigia a los auténticos profesionales. “Hay personas que tienen efectos adversos [tras ser tratados por intrusos] y sienten vergüenza de denunciar”, apuntó.
Por desconocimiento e incluso por acudir a precios low cost, hay quienes se ponen en manos de personas que no son profesionales. Y eso se puede pagar con salud. La SEME estima que la mitad de la población española se ha realizado un tratamiento de Medicina Estética. “Si lo hacen en centros no acreditados, se convierte en daños de salud pública”, advirtió Fernández. Para la tesorera de la organización que hasta mañana celebra su congreso nacional en Málaga-, “el intrusismo no se combate ni con la especialidad, ni con la policía, ni con los juzgados, sino con educación a la población”.
Por ello, desde la SEME aclararon los requisitos que deben exigirse a la hora de someterse a un tratamiento de Medicina Estética. Primero, estos deben hacerse en centros sanitarios autorizados por la Consejería de Salud con el sello U48, que es el que acredita a estos establecimientos. Nunca pueden ser en un domicilio o una peluquería.
Pero no basta con que los centros tengan ese sello. Además, debe hacerlo un médico con la correspondiente formación en Medicina Estética. Fernández explicó que puede haber centros que contraten a un profesional habilitado, que luego éste se marche y sigan aplicando tratamientos sin el médico estético, “con el consiguiente riesgo”. El vicepresidente de la SEME reconoció que incluso los profesionales habilitados no están exentos de que se produzcan efectos adversos en sus pacientes. Pero insistió en que, a diferencia de los intrusos, los médicos estéticos tienen la formación y los fármacos para actuar ante posibles complicaciones.
Por eso, insistieron en que además de verificar que el centro cuenta con el sello U48, los pacientes deben asegurarse de que los trata un médico, lo que pueden comprobar con su número de colegiado. Éste, además debe tener formación en Medicina Estética. Esta capacitación no es vía MIR, sino por masters. Desde 2003, la ley contempla la figura de los diplomas, pero sigue sin desarrollarse. Los profesionales del sector exigen que se regule de una vez para mayor seguridad del paciente.
Fernández advirtió que hay productos de estética que se venden en páginas de internet sin ningún tipo de garantías. Pese a que la SEME las denuncia ante la Agencia Española del Medicamento y este organismo las cierra, “vuelven a abrir”. Su reapertura es tan rápida que es casi imposible desactivarlas.
El presidente de la SEME reconoció que hay “mucha confusión” en torno a la Medicina Estética, “lo que da lugar a efectos indeseables para la población y para los médicos”. Porque, agregó, “la desinformación hace un daño dramático”. López hizo referencia además al informe Percepción y uso de la Medicina Estética en España 2023, según el cual casi el 10% de la población percibe como normal hacerse tratamientos de
Medicina Estética en su domicilio. Algo que consideró “gravísimo”. Por su parte, la tesorera de la Sociedad reclamó a las Administraciones más celo en la lucha contra el intrusismo porque recordó que generalmente, los pacientes que sufren efectos adversos tras tratamientos hechos por personas que no son profesionales, acaban en las urgencias de los centros públicos. Para tratar de atajar el intrusismo, la SEME ha lanzado la campaña #NOsintumedico.
López también aclaró que aunque la Medicina Estética se ve como cara, esta es una percepción errónea -que puede ser en parte la causa del intrusismo- ya que en la actualidad es más asequible que años atrás. Desde ayer y hasta mañana, más de 2.500 médicos estéticos se reúnen en el Palacio de Ferias de Málaga en el marco del 39º congreso nacional de la SEME en el que abordan avances, retos y problemas del sector.
Los requisitos a exigir: el sello U48 en los centros y el número de colegiado del médico que trata