Nueve muertos elevan la desolación en Valencia tras el incendio infernal
● Dos bomberos permanecen ingresados y una persona desaparecida, según los datos provisionales ● La instructora decreta el secreto de las actuaciones
Nueve personas, según las cifras registradas a la hora del cierre de este periódico, han resultado muertas en el incendio del edificio residencial en el barrio de Campanar de Valencia declarado la tarde del jueves por causas que aún se desconocen. Dos bomberos permanecían hospitalizados al cierre de esta edición después resultar heridos al tratar de evacuar a los afectados, aunque su vida no corre peligro. La investigación de las causas del incendio y su rápida propagación, así como la atención a las víctimas, centran ahora los esfuerzos de las administraciones, según informó Efe en una nota.
La pasada madrugada se hallaron cuatro cadáveres y más tarde, a lo largo de la jornada de ayer, cuando los bomberos y la policía científica pudieron acceder al edificio, se hallaron los cuerpos de las demás personas que estaban desaparecidas hasta cerrar el balance provisional de nueve muertos en
La ciudad vive el primer día de luto, duelo que es extensivo a toda la comunidad autónoma
el siniestro. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, informó a media tarde que las víctimas mortales ascendían a diez, según la primera inspección ocular realizada, aunque advertía de que no se podía descartar cambios en los datos. En ese momento, se consideraba que los diez cuerpos corresponderían a las diez personas que “restaban ilocalizables”.
En una nueva inspección se estableció que la cifra de cadáveres hasta el momento era de nueve, con lo cual, a la luz de los nuevos datos, queda una persona desaparecida. La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia abrió diligencias previas para investigar las causas del incendio y decretó el secreto de las actuaciones a fin de proteger las pesquisas policiales y la intimidad de las víctimas y sus familiares.
Valencia se recuperaba ayer del golpe. La ciudad del Turia era una ciudad sobrecogida por la tragedia del infernal incendio de los dos edificios en la que el sol radiante no conseguía apartar el mal presagio de que la cifra fatídica de muertos siga subiendo.
Las desoladoras imágenes del incendio, que en cuestión de minutos se propagó sin control en este complejo residencial “vanguardista y singular”, según la promotora que los vendió hace 17 años, siguen muy presentes, junto a la incredulidad de que haya podido ocurrir algo así.
El edificio, que se mantiene en pie junto a una rotonda del barrio de Campanar, amaneció ayer completamente teñido de negro y sobrevolado por drones, a la espera de que los bomberos puedan acceder a su interior, mientras se mantenía acordonada la zona y se desmontaba el hospital de campaña.
Vecinos de los edificios de los alrededores explicaron que pasaron la noche preocupados por la evolución del incendio, que coincidie
La industria del poliuretano niega la existencia del material en la estructura
ron en calificar como “un drama” y explicaron que las llamas prendieron muy rápido y que en cuestión de momentos se convirtió “en un infierno”. Uno de esos vecinos, Antonio, indicó que su mujer salió al balcón a recoger ropa tendida y vio humo en el edificio cercano, donde enseguida aparecieron las llamas; en cuestión de unos diez minutos se había prendido todo, agravado además por el fuerte viento que soplaba. Antonio relató a continuación que vio a algún vecino del edificio afectado saltar de un balcón a otro y que siguieron en vilo el rescate por los bomberos de una pareja en un balcón. Pese a la rapidez de los servicios de emergencias, fue “un drama”.
Concha, que vive enfrente, señaló a Efe que le parece “increíble” la dimensión del incendio, pues nunca había visto algo así y se asustó por la voracidad de las llamas, que además prendieron muy rápido e hicieron como una especie de chimenea en el centro del complejo residencial. Esta vecina cree que algo ha fallado para que esto ocurra.
Se trata de una promoción de 138 viviendas, oficinas y bajos comerciales que cuenta con dos edificios contiguos –uno de catorce alturas y otro de siete– pero es una única comunidad de propietarios, que compartían servicios como una piscina.
Por lo que respecta a las personas que vivían en el edificio convertido hoy en un gran esqueleto negro, 36 han pasado la noche en un hotel y el resto en casas de familiares y amigos, sumidos en el estupor de haberlo perdido todo en cuestión de minutos, pues algunos salieron de casa solo con lo puesto e incluso sin documentación.
Valencia, que se preparaba para vivir este fin de semana el comienzo de las Fallas, ha suspendido todos los actos oficiales y falleros y vivió ayer el primero de los tres días de luto oficial, que la Generalitat hizo extensivos al resto de la Comunidad Valenciana.
Con el origen del siniestro aún por determinar, las especulaciones se centran en los motivos por los que el fuego se propagó tan rápidamente por el edificio que, según los técnicos, cumplía con la normativa vigente en 2008, año de su construcción. En concreto, la presencia o no de poliuretano como aislante y el revestimiento en forma de fachada ventilada han podido contribuir, según varios expertos, a la rapidez con la que ardió todo el edificio.
No obstante, respecto al primer factor, la Asociación de la Industria del Poliuretano Rígido aseguró ayer que este material no está presente “ni como relleno del revestimiento exterior, ni como material aislante en la cámara de aire”. Un equipo de la Policía Científica se desplazó para colaborar en la investigación y en la identificación de las víctimas, así como 107 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias que comenzaron a retirarse por la tarde.
105 personas fueron realojadas en hoteles de la ciudad y el resto permaneció en casas de familiares o amigos, mientras el ayuntamiento puso a disposición de las víctimas un edificio de nueva construcción con 131 viviendas. El consistorio valenciano ha habilitado puntos de atención para los primeros trámites burocráticos.
Por su parte, el Gobierno valenciano aprobará el lunes un decreto de ayudas económicas, fiscales y sociales urgentes para los afectados, según el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
Mazón y la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, estuvieron en el lugar del suceso junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También la Unión Europea ha mostrado su solidaridad.