El Ayuntamiento pide al Gobierno que haga desaladoras y presas
● Rechaza declarar Málaga zona tensionada para limitar el precio del alquiler, pero trabaja en modificar el PGOU para acotar las turísticas
Pimpampún, desencuentro y bronca política. Ni la sequía acuciante consigue encuentros amplios en el Ayuntamiento de Málaga, en el que el debate parte del eje de enfrentamiento entre las administraciones gobernadas por el PP y la única que ostenta el PSOE, el Gobierno central.
Pese a ello, con los votos a favor del equipo de Gobierno y Vox, el Ayuntamiento insta al Ejecutivo central a “asumir las obras hidráulicas que son de su competencia, como es el caso de las desaladoras de agua de mar”, además de otras infraestructuras “necesarias como el azud de Cerro Blanco y su conexión con la Aljaima, la presa de Cerro Blanco –en río Grande– y la presa de Gibralmedina –en Cádiz–”. La moción popular recibíó el voto en contra de PSOE y Con Málaga.
Más allá de lo votado, el debate se enrocó en una exposición de argumentos tan habitual como conocida, “ya sabía lo que iban a decir”, aseguró la concejala de Sostenibilidad Ambiental, Penélope Gómez, en un debate que tildó de “el día de la marmota”. Unos reprochan competencias a los otros y viceversa, las actuaciones que se hicieron, las que se pudieron hacer y la planificación, o la falta de esta.
El PP, por voz de Gómez, asegura que la planificación hidrológica es estatal y que distintas obras descartadas por el Estado podrían haber aliviado la situación; el PSOE, que las competencias son de la Junta en la Cuenca del Mediterráneo –a la que pertenece toda la provincia– y que el Ayuntamiento no ha planificado, a la vez que les pide que la Junta gaste los 1.200 millones que ha presupuestado.
A modelos encontrados es la aritmética del Pleno la que se deja hacer valer. Si en lo relativo al agua y la sequía no se ha encontrado acuerdo, la vivienda –otro de los temas nucleares del debate político– tampoco se iba a hallar conformidad. El equipo de Gobierno rechazó declarar la ciudad como zona tensionada y se pueda acoger así a la limitación de precios del alquiler que permite la Ley de Vivienda.
La moción que proponía el PSOE encontró la oposición frontal de PP y Vox en la ciudad de Málaga. “La mayoría absoluta les está cegando, pero le pedimos que construya vivienda, que tope los alquileres. No podemos seguir con su nefasta gestión, las futuras generaciones lo están sufriendo”, cerró el debate Dani Pérez, portavoz socialista, después de lamentar que no se vote a favor de su propuesta.
Sí aceptó el PP, mediante una enmienda, la petición del PSOE –en la que ya trabajaban, por otra parte– para modificar el PGOU de manera que se recoja la posibilidad de limitar los pisos turísticos como permite el último decreto de la Junta. Este paso, indican fuentes consultadas, tardará al menos dos años, por lo que la limitación de las viviendas de este tipo no se hará, al menos, hasta pasada la mitad del mandato.
“Ya sabía lo que iban a decir”, asegura Penélope Gómez sobre un debate repetitivo en el Pleno