El ‘consultorio’ de David Trueba
El director presenta ‘El hombre bueno’, una cinta en la que una pareja que se va a separar acude a un conocido para que sea el mediador “Las personas no somos rocas e inamovibles”, defiende
La vida en pareja siempre corre hacia un desgaste. Una frase que, según el director David Trueba, entiende todo el mundo y puede dejar ver parte del argumento de la película que presentó ayer en el Festival de Málaga: El hombre bueno. La mirada de Jorge, Vito y Macarena Sanz, acompañados por David Trueba, reflejaba el cariño que todo el equipo le ha puesto a este largometraje que a sus protagonistas le ha dado “oxígeno” para continuar trabajando.
La pareja formada por Vera y Juan toma la decisión de viajar a Mallorca con su hija Manuela durante unos días a la casa de Alfonso, un antiguo compañero de trabajo de Juan. Han decidido separarse y quieren que Alfonso sea el mediador y les ayude en el proceso. “Esta figura de mediador tiene ese terrible conflicto en el que es incapaz de no proyectar su propia experiencia con la que están viviendo ellos que son dos personas sensibles”, explicó ayer el director de la película durante la rueda de prensa.
A su juicio, las personas “no somos rocas e inamovibles”, sino que “somos contradictorias y tenemos la incapacidad de ser perfectas y a la vez en nuestros entornos podemos tener diferentes sentidos”. Por ello, considera que este largometraje es una “película de juego”, donde una pareja “choca contra el cristal de la vida en pareja”.
Trueba incidió en que “el amor que es como un boomerang y todo lo que construyes puedes destruirlo cuando este vuelva”. En cuanto a las relaciones, señaló que la sociedad debe
David Trueba
Director
El amor es como un boomerang y todo lo que construyes puedes destruirlo cuando vuelva”
“aprender lo bueno que tiene el pasado y lo bueno que trae el futuro, sobre todo con el hecho de que una persona no se tenga que someter a otra”. De igual forma, subrayó que “lo más sorprendente o lo más aterrorizante está muy cerca”, en este caso, en este proceso de mediación de una pareja. Al hilo de ello, remarcó que “la sociedad quiere que las personas dejen de ser individuos para convertirse en la pareja y las personas tienen que ser individuos y tener su autonomía siempre, tanto dentro como fuera de las relaciones”.
A su juicio, “lo más difícil -de una relación- es respetar que las otras personas tienen que crecer a tu lado”. “A nuestra generación se le ha planteado las relaciones personales como relaciones de conquista y abandono, y solo sabemos vivir los grandes hitos de una relación, la seducción o el enamoramiento y el final”, expresó Trueba, para lo que usó una metáfora ciclista: “No sabemos vivir las etapas llanas o rompepiernas en las que hay que pedalear mucho sin tener posibilidad de obtener un cierto triunfo”. Para el reparto ha habido halagos durante la rueda de prensa. Vito Sanz, Jorge Sanz y Macarena Sanz, aunque no son familia, desearían ser hermanos después de esta película. Para Trueba, el personaje de Vito es el más complejo porque “tiene más culpa”. En este punto, Vito apuntó que “los personajes en sí no son ni buenos ni malos, tienen un poco de todo”. El proyecto le llegó en un mal momento personal y le salvó, dándole energía y permitiéndole hacer cine con amigos.
Jorge Sanz aseguró que esta película ha sido un regalo para él y que David Trueba le ha traído “oxígeno con amor y amistad para ir juntos de la mano en una dirección o en otra”. Además, añadió que “esta película es la prueba de que cuatro amigos con una buena historia se pueden juntar sin necesitar nada más y hacer una buena película”.
Por su parte, Macarena Sanz señaló que “los personajes de los hombres se creen muy listos y buscan soluciones que van desde una buena intención, pero ves el paternalismo y ciertas actitudes que son muy patéticas”. Algo que su personaje, según la propia actriz, también es. Con la película está encantada y le gustaría que se pudiera hacer en teatro porque el guion “es tan complejo que me daban ganas de hacerlo cada noche”.