La Diputación estudia crear una red de calor con biomasa para viviendas
● El uso de este sistema en edificios públicos de la Sierra de las Nieves permite ahorrar un 65% en la factura
La Diputación de Málaga está realizando una inversión de 6,5 millones de euros en la implantación de calderas de biomasa en una veintena de edificios públicos de los municipios de la Sierra de las Nieves. Este sistema de calefacción permitirá que los ayuntamientos ahorren una media de un 65% en su factura energética además de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera y de aprovechar los residuos forestales limpiando los montes.
El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, visitó ayer en el municipio malagueño de Guaro, junto al alcalde de la localidad, José Antonio Carabantes, la instalación de calderas que se ha llevado a cabo para la calefacción del CEIP Los Almendros y del edificio de usos múltiples. Salado recordó que, desde hace años, la Diputación de Málaga cuenta con “una estrategia para la lucha contra el cambio climático, en la que se enmarca el fomento del uso de la biomasa forestal como fuente de energía renovable”.
También se recoge así en el Plan Provincial de Adaptación al Cambio Climático de la Provincia (Plan Adapta Málaga), aprobado el año pasado y en el que se recogen las líneas estratégicas para afrontar en el ámbito provincial la crisis climática que sufre el Planeta. En 2019, la institución provincial, junto a Tragsa, realizó las primeras actuaciones en Yunquera, y ahora se están ejecutando en el resto de municipios de la Sierra de las Nieves: Alozaina, Casarabonela, El Burgo, Guaro, Istán, Monda, Ojén y Tolox.
En total, supone una inversión por parte de la Diputación de unos 6,5 millones de euros. Y, de esta forma, una veintena de colegios, guarderías, centros de mayores, consultorios y otros inmuebles y dependencias municipales de esos pueblos contarán con este sistema de calefacción. De igual modo, Salado apuntó que el propósito “es más ambicioso”, ya que se pretende crear una red de calor que permita poder utilizar también las calderas de biomasa como sistema de calefacción para las viviendas del municipio, especialmente en las de las familias más vulnerables.
El presidente de la Diputación incidió en que la utilización de esta fuente de energía renovable reduce de forma muy llamativa la factura energética. Como media, los gastos energéticos de los ayuntamientos bajarán en torno al 65%, pero, por ejemplo, en el caso de Guaro, llegará a un 70% menos de lo que se estaba pagando hasta ahora.
Además, la biomasa sustituye al diésel o la electricidad, lo que permite reducir de manera considerable las emisiones de CO2 a la atmósfera en porcentajes que, dependiendo de los casos, oscilan entre un 40% y un 80%.
En este punto, Salado explicó que “paralelamente, el aprovechamiento de los residuos forestales permite sanear el monte, utilizar desbroces y prevenir incendios, al margen de que puede convertirse también en un nuevo yacimiento de empleo para los pueblos de la comarca. Y esto contribuye a fijar la población en estos municipios”.