“La neurociencia debe avanzar, pero sin invadir la intimidad”
La Fundación Zaballos alerta sobre los riesgos de tecnologías que permitan acceder a la mente
La abogada y presidenta de la Fundación Zaballos para la Defensa de los Derechos Constitucionales, Emilia Zaballos, alerta sobre los riesgos de la falta de regulación en el uso de tecnologías que permitirían acceder a los datos que una persona guarda en su mente: “Tenemos que conseguir que la ciencia avance, pero sin invadir la intimidad del ser humano”.
Según explica Zaballos en una entrevista con Efe, expertos como el neurocientífico español afincado en Nueva York Rafael Yuste confirman que se puede llegar a obtener información a través, por ejemplo, de electrodos que se implantan en el cerebro e incluso extraerla y almacenarla fuera del individuo. Hoy ya se realizan tratamientos médicos como la estimulación cerebral profunda que permiten, mediante la colocación de pequeños dispositivos en el tejido cerebral, tratar los síntomas de enfermedades que conllevan trastornos del movimiento como el Párkinson o afecciones psiquiátricas como el trastorno obsesivo compulsivo.
El proyecto de Investigación del Cerebro a través del Avance de las Neurotecnologías Innovadoras (BRAINI, por sus siglas en inglés), entre cuyos ideólogos se encuentra Yuste, tiene entre sus objetivos desarrollar neurotecnologías para cartografiar el cerebro y encontrar aplicaciones terapéuticas para esas neurotecnologías.
“Cada vez hay más formas en las que se puede llegar a obtener información del cerebro mediante las nuevas tecnologías, unas son más conocidas y otras menos”, aclara Zaballos, que cree que en las próximas décadas verán la luz dispositivos capaces de decodificar esa información y de modificar, entre otras, la memoria. “Es sólo cuestión de tiempo”, precisa. “Estamos hablando de sus recuerdos, sus pensamientos, sus gustos o sus decisiones. En definitiva, de lo que es la esencia del ser humano”, apunta Zaballos.