Malaga Hoy

Cabra, un oasis fronterizo

La Parroquia de la Asunción y Ángeles o la antigua mezquita de la cora de Qabra son algunos ejemplos de la riqueza patrimonia­l de este municipio cordobés

- ANTONIO HERNÁNDEZ RODICIO @AHRodicio

ENTRE la campiña cordobesa y las sierras subbéticas, Cabra, La Cordobesa te espera con los brazos abiertos para ser parada en el camino, frescor de huerta y ríos, jardín de patios con señorío y lozanas flores que muestran con cariño el trabajo de un pueblo comprometi­do.

Un paseo por sus limpias calles servirá para reconocer la historia de esta vetusta localidad, que queda totalmente retratada en el Barrio de la Villa, antigua medina árabe, primitivo asentamien­to íbero de la semilla egabrense que fue el opidum de Licabrum, Igabrum romana y Egabro visigoda. En este barrio te darán la bienvenida en una de las oficinas de turismo más bonitas de la provincia. No te puedes perder de este barrio la Parroquia de la Asunción y Ángeles, antigua mezquita de la cora de Qabra, así como el Castillo de los Condes de Cabra, y maravillos­o será el paseo por el adarve de su muralla.

Muy cerca, y siguiendo las señales que sobre el pavimento nos guían llegaremos a la Plaza Vieja, coqueta y bulliciosa plaza donde las restauraci­ón es la protagonis­ta, y el que podremos refrescarn­os en algunas de sus terrazas.

Seguimos nuestra ruta hasta nuestra siguiendo lo marcado en la Ruta Histórica de Cabra que te puedes descargar en la misma oficina de turismo. La Iglesia de San de Dios y el Círculo de la

Amistad ambos parte del antiguo y desamortiz­ado convento de San Juan de Dios. Otro maravillos­o patio nos espera en el interior de Casino. Continuand­o con el camino marcado llegaremos hasta la recoleta Placeta de San Agustín que nos abrirá las puertas del antiguo arrabal cristiano, el barrio del Cerro de San Juan, que con sus calles estrechas y encaladas nos llevarán a tiempos más románticos que Don Juan Valera nos describier­a en alguna de sus novelas.

No podemos dejar atrás de esta ruta el Museo Arqueológi­co, referente patrimonia­l del sur de Córdoba, el novedoso Museo de Cabra Jurásica, una experienci­a inmersiva de más de 250 millones de años, el Museo Aguilar y Eslava y Museo de la Pasión, baluarte de esta vetusta institució­n de enseñanza en Andalucía, o el Museo del Aceite “Molino Viejo” custodio del conocimien­to sobre este oro líquido.

Para finalizar nuestros recorridos no podemos dejarnos atrás su parajes naturales, como la Fuente del Río, nacimiento del río Cabra o la Ermita de la Virgen de la Sierra, que en su picacho capitanea los comienzos del Geoparque de las Sierras Subbéticas.

Y todo esto apoyado por una cuidada red de alojamient­os que van desde hoteles de cuatro estrellas hasta bellos alojamient­os rurales que se unen a la maravillos­a oferta gastronómi­ca que la hostelería egabrense descubre al visitante.

tura amarrado al timón como el teniente de la Bounty, el buque de la Marina británica cuyo capitán se empeñó en seguir pilotando contra todas las circunstan­cias, incluido un motín, aunque de momento Sánchez controla bien a los suyos. Cosa distinta es que sea posible. Sin mayoría parlamenta­ria, sin iniciativa legislativ­a, mermada la capacidad ejecutiva por unas cuentas prorrogada­s y sometido a una presión permanente externa, igual puede seguir navegando, pero solo conseguirá que el barco de vueltas sobre sí mismo.

CATALUÑA, LA ESPERANZA SOCIALISTA

Los socialista­s siguen confiando en que Salvador Illa ganará las elecciones catalanas. El PSOE ha ganado las tres últimas que se han celebrado en aquella comunidad (autonómica­s, municipale­s y legislativ­as). Supondría para los socialista­s invertir la serie de derrotas encadenada­s y en un territorio clave. Otra cosa es que Illa pueda formar un gobierno mínimament­e estable y que no esté condiciona­do hasta el disparate por ERC y Colau. El CEO catalán en su última entrega colocaba al PSC con 42, seguido de ERC con 32, Junts con 21, el PP con 14, los Comunes con 12, le daba 7 a Vox y 6 a la CUP. El pacto más sólido parece, a la vista de las previsione­s, el del PSC con ERC. Ambos mantienen ya acuerdos en el Ayuntamien­to de Barcelona y en Madrid. Los independen­tistas, sumando a la CUP, quedan lejos de los 68 que concede la mayoría absoluta. Y un pacto de partidos constituci­onalistas es aritmética­mente imposible. No va a ser fácil lo que viene, aunque lo que más puede transforma­r la realidad catalana es un no independen­tista gobernando la comunidad, mucho más que la amnistía, que no deja de ser un recurso de última necesidad aunque la vistan de lagarteran­a.

ILLA PAGARÁ PARCIALMEN­TE

No obstante, las encuestas son eso, encuestas, un estado de opinión que habrá que revisar a la vista de los últimos acontecimi­entos. El PSOE baja en el CIS e incluso en Cataluña hasta dos puntos en febrero. E Illa pagará parcialmen­te la amnistía: su triunfo en 2021 se alimentó de buena parte de los votos de Cs, que pasó de 36 a 6 escaños. Ese electorado, en general, ha estado muy entrenado para defender justo lo contrario a lo que representa la ley aprobada en el Congreso.

EN MADRID NO TE ENCUENTRAS A TU EX

Si se leen los periódicos con continuida­d y cierto interés llegará a la conclusión de que medio Madrid se dedica a comisionar. El comisionis­mo es una práctica a medio camino entre la ciencia y el arte. Se practica en cualquier lugar donde haya algo que llevarse. Practicarl­o y enriquecer­se solo exige alguna habilidad técnica, mucha desfachate­z, moral distraída y sobre todo estar en el sitio adecuado. La posición perfecta para trincar –ahí está el meollo– se consigue con la intermedia­ción –generalmen­te sin retribuir pero con lazos políticos, de sangre, afecto o sentimenta­les– de alguien con poder. El comisionis­ta, intermedia­rio, trincón, o como quieran llamarlo cobra ahora por “la comerciali­zación de clientes”, como consta en las facturas fraudulent­as que emitía Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, para llevarse su parte de la venta de mascarilla­s cuando apretaba la pandemia a través de una empresa dedicada a la venta de bebidas energética­s y reconverti­da en central de compra-venta de material sanitario al grupo Quirón, su principal cliente, y a la vez el más beneficiad­o por las política privatizad­oras de la comunidad de Madrid. El “comerciali­zador de clientes” equivale en su oficio al “técnico en papiroflex­ia”. Un comisionis­ta de toda la vida o un fabricante de pajaritas de papel. La misma cosa es. Se llame Koldo o sea el novio de una presidenta.

LA CONFABULAC­IÓN

Los escándalos son inevitable­s cuando se cometen fechorías porque hoy todo se sabe, no hay rincones para la impunidad. Lo que es evitable es hacer el ridículo, como la presidenta de Madrid acusando “a todos los poderes del Estado” de estar en una confabulac­ión contra ella cuando su propio novio había admitido los delitos y estaba dispuesto a llegar a un acuerdo judicial por 350.000 euros más los intereses de demora. Asuntos turbios, asesores aizkolaris, novios que trincan de las mascarilla­s pero no pagan el impuesto de circulació­n del Maseratti…¡ esta España ¡

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CARLOS LUJÁN / EP Isabel Díaz Ayuso, en la Asamblea de Madrid.
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