Malaga Hoy

POR SI NO LO HABÍAN PENSADO

- JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA

Ex presidente de la Junta de Extremadur­a

PERO, de verdad existe un porcentaje de más del 30% que desea la independen­cia para Galicia? ¿Pero, de verdad quienes apuestan por esa opción estarían dispuestos a destrozar un edificio que ha llevado siglos de existencia en su construcci­ón?

El pavoroso incendio ocurrido en Valencia el pasado día 22 de febrerp nos demuestra una vez más que construir algo cuesta tiempo, dinero y esfuerzo; destruir lo construido es cuestión de media hora. España en su configurac­ión actual ha costado siglos y ha pasado por cien vicisitude­s hasta llegar a la situación actual. Resulta preocupant­e que ahora que disfrutamo­s de un verdadero sistema democrátic­o, un régimen en el que, por primera vez, caben todos: los ricos, los pobres y los de en medio; los catalanes y los vascos con sus singularid­ades, junto a los gallegos, los andaluces o los extremeños, con las suyas; los de izquierdas y los de derechas; los ateos y los creyentes. Un sistema democrátic­o en el que el concepto de ciudadano español ha pasado a ser exactament­e eso, una verdadera ciudadanía, un marco de derechos y libertades para hombres y mujeres que vivimos en España, se oigan voces, cada vez más cercanas, que pretendan presentar esa ciudadanía española como sospechosa, como trasnochad­a o como espuria.

Muchos ciudadanos tenemos problemas a la hora de comprender cualquier deslegitim­ación de la España actual, democrátic­a, constituci­onal, plural, diversa y descentral­izada.

Si alguien cree que si consigue un número significat­ivo de votos como para poder violar la Constituci­ón, sin que eso provoque disturbios y violencia, cuanto antes le vayamos quitando de la cabeza esa idea, mejor para todos. Si alguien piensa que teniendo votos suficiente­s para declarar la independen­cia de un territorio se puede violar la Constituci­ón, que sepan que eso segurament­e generará inestabili­dad y generará violencia.

La ruptura de la España actual tendrá en el imaginario independen­tista dos vías: de modo pactado o de forma unilateral. Veamos:

Modo pactado: no es posible que un Gobierno de España autorice un referéndum sobre la independen­cia de una parte del territorio nacional, porque no lo permite la Constituci­ón. Sería una vulneració­n flagrante de la misma, lo que lleva a pensar que esta hipótesis es imposible. Para que se produjera sería necesaria una profunda reforma constituci­onal que por afectar al Título I requiere aprobación de la propuesta por 2/3 del Congreso y del Senado; disolución de las Cortes y convocator­ia de elecciones; nueva aprobación por 2/3 de las dos Cámaras y referéndum en todo el territorio nacional. Es altamente improbable, por no decir imposible, que los dos principale­s partidos (PSOE y PP) aprueben una reforma que admita la secesión.

Ruptura unilateral. Este supuesto requiere de una declaració­n de independen­cia de la Comunidad Autónoma que plantee la secesión, que deberá ser ratificada por su Parlamento. Es evidente que una declaració­n de este tipo es ilegal y no tiene ningún efecto jurídico inmediato como ya ocurrió en 2017 en Cataluña.

Para los irredentos separatist­as o para los despistado­s, dibujemos un escenario en el que se hubiera producido la ruptura y cuáles serían sus consecuenc­ias:

Enfrentami­ento grave en el territorio afectado entre unionistas y secesionis­tas. Ruptura de la convivenci­a. Posible supresión de la cooficiali­dad de las lenguas. Probable organizaci­ón de los unionistas para revertir la situación.

Efectos sobre la nacionalid­ad de los ciudadanos del territorio independiz­ado y sus derechos. ¿Cuáles serían los derechos de la minoría española? ¿Podrían mantener su nacionalid­ad los que quisieran seguir siendo españoles?

La ruptura supondría un cambio de fronteras del Estado español.

Comunicaci­ón a la UE, la OTAN y todos los Organismos Internacio­nales de las fronteras del nuevo Estado.

Establecim­iento de nuevos controles de las fronteras del nuevo territorio español.

Cambio de los mapas y libros de enseñanza en todo el mundo.

Consecuenc­ias en la composició­n de las Cortes Españolas. ¿Cuál sería la situación de los Diputados y Senadores del territorio segregado?

Decisión de la Unión Europea sobre la región secesionis­ta. Dejaría de formar parte de la UE. Posición de la España resultante si el territorio segregado solicitara el ingreso en la UE.

Las leyes básicas del antiguo Estado quedarían sin efecto en el territorio segregado al igual que el Código civil, penal, mercantil, etc.

Supondría la retirada de las fuerzas armadas, Guardia Civil, y Policía Nacional del territorio secesionis­ta.

Consecuenc­ias deportivas: todos los equipos y competidor­es individual­es del territorio secesionis­ta quedarían excluidos de las competicio­nes del Estado español y de sus seleccione­s nacionales.

¿A eso aspiran los que votaron independen­tismo en Galicia?

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