Contrastes, y duros, en el inicio
● Prendimiento y Gitanos tuvieron que suspender sus salidas a causa de la lluvia
EL Domingo de Ramos comenzó en Ronda con la sala de la hermandad de la Pollinica desde el templo de San Antonio en la barriada de la Dehesa. Eso sí, con ligeras modificaciones sobre el recorrido y los horarios previstos ante las posible presencia de fuertes rachas de viento o lluvia al final de su estación de penitencia. En concreto, se adelantó en 15 minutos su paso por la tribuna oficial y se evitó en la parte final del recorrido el paso junto a las cornisas del Tajo por el fuerte viento.
Mientras tanto, en el interior del templo se vivían los primeros momentos de emoción de la Pasión rondeña mientras los hermanos se preparaban para la salida de ambos pasos. Una maniobra compleja debido al reducido espacio de la puerta de salida que hace que los costaleros tengan que bajar a pulso los pasos para poder salir a la calle. En el interior de los mismos los costaleros caminan sobre sus rodillas y manos.
Un trabajo que agradeció el público que se concentró a las puertas del templo con fuertes aplausos una vez que ambos pasos recobraron su posición. Eso sí, no sin algún que otro grito ante la dificultad de la misma.
Antes la chiquillería que acompaña a esta cofradía había puesto los tradicionales ramos de olivos y palmas en la calle. Unos ramos que también repartieron entre aquellos que esperaban en la acera el paso de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Paloma. Peor suerte corrieron Prendimiento y Gitanos, las dos hermandades que tenía previsto procesionar durante la tarde y que debido a la adversa meteorología tuvieron que tomar la dura decisión de quedarse en sus templos.
Las primeras lágrimas se derramaron en la iglesia de San Cristóbal y la colegiata de Santa María la Mayor de la Encarnación. Los fieles y visitantes sí pudieron visitar a las imágenes que quedaron expuestas mientras quedó público.