Ilusiones rotas y sentido llanto
● La Hermandad de Santa Marta suspende la procesión a causa de la lluvia y celebra actos en la Iglesia
LA Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Encarnación y los Hermanos de Betania decidió ayer suspender el cortejo procesional previsto para el Martes Santo debido a la presencia de lluvia y viento, lo que generó la tristeza de los cofrades, que celebraron un acto íntimo en la iglesia de la Encarnación.
La ciudad se levantó ayer con los cielos despejados, pese a la previsión meteorológica que anunció lluvias, la cual no se dejó ver hasta alrededor de las 20:30, cuando empezaron a caer las primeras gotas.
La decisión de la cofradía fue una “anécdota”, según relataron durante el acto parroquial que se celebró en el interior del Templo Santo. En el mismo, cada una de las secciones de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Esperanza y los Hermanos de Betania levantaron y mecieron a los Sagrados Titulares para iniciar la jornada.
Acto seguido, tuvieron lugar los tradicionales toques de campana, donde se puso de relieve que la decisión de suspender la procesión fue anecdótica, mientras que la salida hubiera sido un error debido a las consecuencias que podrían provocar las precipitaciones en las advocaciones.
La presidenta de honor del grupo Fuerte Hoteles, Isabel María García Bardón, fue la encargada de colocar el lazo de la Virgen del Carmen en el trono de María Santísima de la Encarnación. En este sentido, cabe recordar que la Hermandad representa al sector de la hostelería de Marbella, siendo su patrona
Santa Marta, ya que el colectivo fue formado hace 60 años por el fundador de Fuerte Hoteles, José Luque, padre del actual presidente y representante de la Asociación de empresarios hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque.
Los actos parroquiales se centraron en la interpretación de al menos tres marchas, de las cuales la primera comenzó tras los toques de campana, para posteriormente interpretarse una saeta al Nuestro Padre Jesús Cautivo ante la emoción y el llanto de la intérprete, que fue acompañada por el fervor de los hermanos.
Los bailes de los tronos continuaron en la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, con un encuentro a tres bandas según lo permitido por el espacio del interior de la parroquia para el deleite y el disfrute de los feligreses, que aceptaron con resignación la presencia del agua.
Las advocaciones quedaron expuestos para que los devotos pudieran exaltar su fe ante los Sagrados Titulares, así como la jornada terminó con el tradicional reparto de tortas de Santa Marta, de las que se prepararon unos 50 kilos que fueron entregados envueltos en papel.