Fe a prueba de todo
● Sentencia y Perdón fue la única procesión que se atrevió a realizar el recorrido, aunque limitado
EL Martes Santo brindó un respiro a la ciudad de Vélez, envolviendo a los fieles en una jornada emotiva y cargada de fervor. Sin embargo, las esperanzas se desvanecieron este Miércoles Santo, cuando el tiempo volvió a jugar en contra de los veleños, obligando a suspender dos cofradías: Huerto y Desamparados y Medinacelli y Magdalena. A pesar de este revés, la cofradía de Sentencia y Perdón optó por llevar a cabo su procesión, aunque con un recorrido limitado.
Enmedio de una atmósfera cargada de devoción y expectación, la calle se llenaba con la presencia de fieles y cofrades ansiosos por presenciar el paso de Huerto y Desamparados. Sin embargo, la llegada de las primeras gotas de lluvia sembró la duda y la preocupación entre la multitud. Pronto, lo que comenzó como un leve chispeo se convirtió en una lluvia persistente que desató la desilusión entre los presentes.
El hermano mayor, visiblemente afectado, comunicó la suspensión del recorrido, provocando lágrimas y lamentos entre los cofrades. No obstante, la cofradía decidió esperar hasta las 20:00, manteniendo la esperanza de que la lluvia les diera una tregua para llevar a los titulares a la Plaza San Francisco.
Tras una hora de espera, cuando el reloj marcaba las 20:00, el hermano mayor dio la segunda noticia: “Lo hemos intentado, pero no ha sido posible”. La cofradía procedió entonces a realizar un acto de 12 minutos en el mercado de San Francisco, durante el cual se interpretaron dos marchas procesionales y se entonó a pleno pulmón un canto por parte de los penitentes. “Nos quedan 365 días de espera”, concluyó el hermano mayor.
Finalmente, las puertas del mercado permanecieron abiertas hasta la medianoche para aquellos devotos que deseaban rendir tributo a los titulares.
La situación parecía no ser diferente para la Cofradía de Sentencia y Perdón, cuyos devotos y miembros se encontraron con la misma decepción ante la lluvia persistente. Sin embargo, un destello de esperanza surgió cuando se anunció una salida procesional limitada, que se realizó hasta el tramo final de la calle. Este gesto, aunque breve, permitió a los fieles rendir homenaje a sus titulares y demostrar su fe inquebrantable incluso en momentos adversos.
Por otro lado, la expectativa se desvanecieron en la iglesia de San Juan, donde se congregaba una multitud para presenciar la procesión de Medinacelli y Magdalena. Con el cese de la lluvia, la esperanza renacía entre los presentes, pero fue rápidamente frustrada por el anuncio de la suspensión de la estación de penitencia. A pesar de este contratiempo, se alentó a los devotos a visitar la cofradía en su templo hasta altas horas de la noche, buscando mantener viva la tradición y el espíritu de la Semana Santa aún en medio de las dificultades.
En medio de estos altibajos, la fe y la devoción de los veleños se mantuvieron firmes. En estos momentos difíciles, encontraron su fuerza en la unión de los cofrades y la firme esperanza de que, a pesar de los contratiempos, algunos titulares puedan salir en procesión en los días venideros.