Ninguna opción para la Columna
LA lluvia no dio tregua durante toda la jornada del Miércoles Santo en Ronda y los responsables de la Hermandad de la Columna no tuvieron dudas a la hora de tomar una decisión “difícil” de no realizar estación de penitencia este año pero que consideraban que “era la mejor”. Además, animó sus hermanos a no marcharse tristes y pensar ya en el trabajo de cara al próximo año.
En el interior de la iglesia de San Cristóbal, pese a la lluvia intensa que no dejaba de caer, un gran número de hermanos se congregaron con sus túnicas nazarenas y quisieron a acompañar a su junta de gobierno y a sus sagrados titulares en esta jornada. También la alcaldesa de la ciudad, María de la Paz Fernández, y diferentes autoridades civiles y militares quisieron acompañar a la cofradía en estos momentos tan complicados.
A pesar de que todo el mundo tenía casi seguro que este año no saldría el cortejo procesional, las lágrimas corrieron por la cara de algunos nazarenos y mujeres de mantilla al conocer que no habría salida. “El año que viene será”, era la frase más repetida en el interior del templo.
En su interior también se quedaron preparados los candiles para alumbrar el recorrido y los diferentes estandartes de la cofradía cuya recogida se inició también de inmediato.
No obstante, los alrededores de la iglesia y de los toldos bajo los que se encuentran las imágenes de Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Esperanza se llenaron de público que no quiso dejar de realizar su visita a las dos imágenes.
Una vez que se comunicó oficialmente que no se haría estación de penitencia los hermanos abrieron los frontales de los toldos para que el numeroso público pudiese acercarse a los mismos. Allí habían aguantado pacientemente bajo el agua hasta que llegó ese momento.
Finalmente también se optó por no mover los tronos y solo facilitar el acceso de las personas que quisiesen pasar a verlos.
Además de la Columna, en Ronda estaba prevista ayer la estación de penitencia del Silencio, y aunque al cierre de esta edición no se conocía qué haría, seguía lloviendo sobre la ciudad.