36 MODA ADULTA.
RAF SIMONS SE ESTRENA COMO EL NUEVO DISEÑADOR DE CALVIN KLEIN, EN NUEVA YORK.
Raf Simons aterriza en Calvin Klein.
ConC esta primera colección para el próximo inviernoi tienes la sensación de que el belga ha vueltov a encontrar su sitio. Ahora, y después ded su salida de Dior, donde convirtió el New LookL en una abstracción poética (quizás demasiadam abstracción y quizás también demasiadas poesía), Simons combate el minimalismom y la austeridad estricta de las colecciones ded Francisco Costa, su predecesor. Parece queq con este fichaje, la firma norteamericana buscab cambiar de imagen, o mejor dicho, replegarsep e iluminar con una misma luz todos suss flancos y recovecos gracias a un auténtico directord artístico que les conecte con, y perdónd por la cursilería, lo cool. Pocos tienen tantot olfato para eso como Raf Simons que, aunqueq le pese a Hedi Slimane, reinventó la modam masculina a partir de 1995 (y por lo tanto,t también la femenina), introduciendo elementos de la cultura industrial y callejera que, refinados, se han convertido en eso que ahora llaman sporty o, de forma más cañí, chandalismo de luxe. Por lo tanto, vayámonos olvidando de cachas a lo Bruce Weber y de esas campañas protagonizadas por los héroes adolescentes, tipo Kendall Jenner o Justin Bieber, con muchos seguidores en Insta- xim mo ga pu ués Ne ew s de-d em mamal lison nes re ece ca ana o, re-r od dosdos ico eranundo era ñí, nos oes tin ta-
gram. Aunque algunos insisten en forrar no solo el front row sino la misma pasarela con ellos, los influencers han muerto. Lo culto, lo complejo, lo adulto vuelve a la moda. Y es que el mercado de la apariencia se ha dado cuenta de que no puede seguir alimentando a los consumidores más jóvenes a base de low cost; también hay que hacerlo con 'aspiracionalidad' porque un adolescente adicto al low cost se convertirá, más que posiblemente, en un adulto que solo comprará barato. Raf Simons, como si de una declaración de principios se tratara, confía su primera campaña en Calvin Klein a su amigo y cómplice de siempre, el fotógrafo, también belga, Willy Vanderperre, que ha retratado desde adolescentes escuálidos de espaldas a obras de Richard Price o Andy Warhol, ataviados con los famosos calzoncillos, así como a los protagonistas de la finalmente oscarizada Moonlight, en una actitud claramente provocadora. El misterio de las campañas protagonizadas por Kate Moss en los noventa, obra de Mario Sorrenti, o la ironía libidinosa de Brooke Shields, retratada "sin nada entre ella y sus Calvin" por Richard Avedon, parecen iluminar esta nueva etapa.