FANS DE SERGE
JANE BIRKIN
¿La del bolso? Sí. La mujer-icono coronada por Hermès reinó en el Swinging London de los 60 y en el París agitado de los 70. Actriz y cantante, música y cine llegaron hasta su dormitorio: estuvo casada con John Barry (el de la BSO de Memorias de África) y fue durante años pareja sentimental y artística de Serge Gainsbourg. De su relación con este, y luego con el director Jacques Doillon, nacieron sus dos talentosísimas hijas vivas: Charlotte Gainsbourg y Lou Doillon.
¿Qué ha hecho ahora?
Pues volver (una vez más) al cancionero de Serge, el amor de su vida, pero en esa clave clásica en la que se ha empeñado últimamente. En Birkin-Gainsbourg. Le Symphonique le acompaña una orquesta que transforma aquellas canciones canallas, con los arreglos del japonés Nobuyuki Nakajima, en prístinas piezas de conservatorio. Se agradece que no esté la sobreexplotada Je t'aime… moi non plus y que, junto a algunos hits, haya un repertorio menos transitado.
MICK HARVEY
¿Y quién es él? Un señor australiano, antiguo compañero de armas de Nick Cave y colaborador de PJ Harvey (sin parentesco entre ellos), al que una locura no tan transitoria como parecía llevó a emprender el proyecto, hace ya 22 años, de versionar la mayor parte posible de la discografía de Gainsbourg. Ahora, a punto de cumplir 60, parece haber llevado por fin a término su propósito. ¿La cosa merece la pena? A ver: al menos remata la epopeya (Intoxicated Women es el cuarto álbum que lededica), y donde el de Birkin es todo higiene, aquí se respira algo más (no mucho) de whisky, de tabaco negro y de noche, como le gustaba al maestro. En esta entrega la voz la ponen, casi siempre, mujeres: la alemana Andrea Schroeder canta una sexy Ich Liebe Dich...Ich Dich Auch Nicht (adivina el original), y la australiana Xanthe Waite pone voz a una Puppet of Wax, Puppet of Song (traducción también evidente) de tintes garajeros.