El futuro es FEMENINO
CONOCE A LA CARA DE 2017. EMILY RATAJKOWSKI SE ACOMODA EN EL UMBRAL DEL ESTRELLATO MIENTRAS SU PAÍS PARECE BALANCEARSE EN UNA SUERTE DE DESINTEGRACIÓN. TIENE TALENTO, SÍ, Y ESTÁ COMPROMETIDA POLÍTICA Y SOCIALMENTE. ESTA MODELO Y ACTRIZ ABRE SU MENTE, ABRA
"ESCRIBEN SOBRE MÍ QUE SOY SEXY, PERO SÉ DE POLÍTICA.
¿POR QUÉ DEBE SER UNA COSA U OTRA?"
Durantela Semana de la Moda de Nueva York, Emily Ratajkowski apareció con un traje rosa chicle de Altuzarra y, después, con crop top negro y falda de Michael Kors. Pero semanas antes en los Milk Studios en Los Ángeles, la modelo y actriz llevaba unos vaqueros enrollados hasta la mitad de la pantorrilla y una camiseta sin mangas de color negro, similar a lo que lleva cualquier chica que ve escaparates por el barrio de Melrose mientras sueña con ser tal vez el tipo de chica invitada a un desfile de moda. "Soy supervisual. Crecí rodeada de imágenes bonitas, cuadros y figuras esculpidas en color y diseño", me cuenta esa tarde, recordando su infancia en Encinitas, donde su madre era profesora de inglés en la universidad y su padre (a quien llevó a la Super Bowl este año), un pintor abstracto. "Para mí, la moda es solo una extensión de eso. Es solo un disfraz y la forma en la que puedes jugar."
Aunque Ratajkowski cultiva una imagen lúdica en Instagram para sus casi 14 millones de seguidores, en Twitter se pone más seria (1 millón de seguidores), enfrentándose a cualquier persona; desde el periodista Piers Morgan, quien la criticó por una sesión de fotos desnuda, a otro periodista del New York Times que insultó a Me- lania Trump. Ratajkowski es acosada a menudo por no tener ningún problema en posar sin ropa, lo que le ganó su fama temprana en el videoclip Blurred Lines, y en las portadas de revistas eróticas. "Se trata de tomar decisiones", dice. "Hace poco se publicó un perfil mío escrito por un hombre con el que realmente disfruté hablando. Pero escribió que cuando me vio por primera vez, él medio esperaba que apareciera en la cafetería paseándome en tanga. Nunca dirías eso de un hombre. En cualquier caso, eso es solo una parte de mi identidad. Creo que es algo que la gente no debería tener tanto en mente. En todos los perfiles que escriben sobre mí siempre aparece algo como 'es supersensual, pero ¡guau! sabe de política', y eso en sí es sexista. ¿Por qué tiene que ser una cosa o la otra?".
MÁS ALLÁ DEL INSTANTE
Emily es franca, incluso metiéndose con otras mujeres a las que considera dogmáticas en su feminismo al cuestionar el suyo propio. Su supuesta falta de credibilidad feminista nace no solo de su desafiante dominio sobre su cuerpo, sino también de su apoyo ferviente a Bernie Sanders durante las primarias demócratas del año pasado.
"Muchas personas dijeron: "Bueno, esto demuestra que eres una feminista de mierda por no apoyar a nuestra primera candidata seria a la presidencia'", dice Ratajkowski. "Pero tampoco apoyé a Sarah Palin por el mero hecho de ser una mujer. No estaba de acuerdo con la política de Hillary Clinton. Una de las cosas que realmente espero ver tras la elección
de Donald Trump, y lo que estoy empezando a ver, es que personas que nunca fueron políticas están empezando a motivarse. Lo único que espero es que no sea solo el efecto anti-Trump. Nuestro sistema está roto, así que conseguir que Trump se vaya no va a significar que hayamos arreglado nuestro país o que esa fuera la solución. Estuve en la Marcha de las Mujeres, pero he estado yendo a las reuniones de Black Lives Matter durante los últimos tres años. Es genial que ahora todo el mundo se esté apuntando, pero hay que entender que esto es algo más complicado que solo esta administración. La gente está muy frustrada y tiene mucha energía, está enfadada y se siente impotente. Quieren encontrar la manera de sentirse empoderados. Pero no siempre se trata de cogerse de las manos y cantar Kumbaya gritando '¡fuera Trump!'". La actriz nos enseña una foto en su cuenta de Twitter en la que se ve a un joven en la Marcha de Mujeres en Washington con un cartel. Lee en alto: "'Buenas, mujeres blancas: nos veremos en la próxima de Black Lives Matter, ¿verdad?'. Da en el clavo. Entiendo que todos estábamos sufriendo y necesitábamos la Marcha de Mujeres. Pero una de las cosas con las que tenía un problema era con el rollo de 'ama, no odies'. Eso es jodidamente fácil de olvidar. Nos hemos puesto demasiado cómodos en un sistema que no funciona". Esa manera de ver las cosas la aplica sistemáticamente a su carrera de actriz, que está cogiendo impulso. Sus próximos papeles pasan de la película romántica Cruise al thriller In Darkness después de aparecer como la amante de Ben Affleck en Perdida y, en una suerte de metacasting, como ella misma en la versión cinematográfica de El séquito. "Me considero un artista contemporánea", explica. "Es activismo. Es redes sociales. Es interpretación. Es ejercer de modelo. Todas esas cosas se entrecruzan. Si te encasillan como una influencer o como una modelo, entonces solo te ofrecen determinados papeles. Estoy más interesada en trabajar con directores frescos en proyectos interesantes que en una película de estudio donde apareces en biquini. Rechazo muchas, pero tengo que luchar por las que realmente quiero". Cuando dice que su parte favorita de las películas es entender el poder de la historia, me aventuro. "Hablas más como una directora", le digo. Sonríe. "Me encantaría dirigir. Soy supermandona. Me fui de viaje a Nueva Orleans con amigos y al final todos decían: 'lo que tú digas, jefa'".
"NUESTRO SISTEMA ESTÁ ROTO.
ES MÁS COMPLEJO QUE ESTE PRESIDENTE"