FEMINISMO PARA UNO
DEFIENDE QUE EL CAMINO A LA IGUALDAD LO CONSTRUYE LA ACCIÓN INDIVIDUAL. EN SU NUEVO LIBRO, MARÍA BLANCO REENFOCA EL FEMINISMO. HEMOS HABLADO CON ELLA.
"DECIR QUE LAS MUJERES ESTAMOS CONSTANTEMENTE OPRIMIDAS POR LA
SOCIEDAD ES EL GRADO SUMUN DE LA VICTIMIZACIÓN" "CON ALGUNAS CORRIENTES DEL FEMINISMO ACTUAL NOS QUEDAMOS PELEANDO POR GESTOS QUE NO AGARRAN EL FONDO DE LA CUESTIÓN"
Su nombre en internet se enreda con el de Lady Godiva, la legendaria condesa que en el siglo XI paseó desnuda a caballo por el centro de Coventry a cambio de que su marido rebajara los impuestos a los habitantes de sus tierras. Así ha bautizado el blog desde el que hace años María Blanco defiende y divulga la teoría liberal. También lo hace en diarios y televisiones. Habla desde la autoridad: Blanco es doctora en Economía y profesora de Historia de las doctrinas económicas. En su último libro, Afrodita desenmascarada, anuda el liberalismo al feminismo. Lo hace porque no se identifica con el que hoy rampa en medios de comunicación y redes sociales. Las tuitstares chillonas –así las llama– no la convencen. Critica a una corriente de izquierda radical que retuerce y da al feminismo un uso político. "Muchas de sus portavoces se arrogan la representación de las mujeres y hablan como si supieran cuál es la esencia femenina y quiénes estamos sometidas al heteropatriarcado. Cuando les preguntas qué tenemos que hacer para deshacernos de él, se remontan a temas como el lenguaje. Al final nos quedamos peleando por cuestiones que son gestos y no agarran el fondo. Vivimos en un país privilegiado. Incluso en las familias en las que se repiten patrones machistas, la madre le dice a su hija que, por si acaso, primero estudie. El machismo que queda es residual". Teme que se esté incubando un feminismo mimado. "El mansplaining, el manspreading, si hay que depilarse o no las piernas… ¿A quién le importa cómo vayas? Contra lo que hay que luchar es el secuestro de niñas, la presencia del imperio de la droga en la prostitución, los matrimonios infantiles, las ablaciones. ¿Por qué no hablan de eso?". Ella se moja. Se embarra. Escribe que el capitalismo es el mejor amigo de la mujer. En su libro aborda el aborto, la prostitución, la pornografía y la gestación subrogada. Su visto bueno lo cimientan la voluntad, la acción y la responsabilidad individual. El camino así es más largo, pero seguro. La moral, dice, no se debe legislar.
Por lo general, recela de toda coacción. El sistema de cuotas aún le produce cierta reticencia. "Si cometes un error, primero van a considerar que eres mujer. Luego,
que has tenido un fallo. Pero fuerza a que el primer pensamiento sea de género". Le irrita la cultura de la victimización, cuyas raíces encuentra en la condescendencia del hombre hacia la mujer y de las feministas que pretenden rescatar a quienes consideran secuestradas por el heteropatriarcado. Le preocupan sus consecuencias. "Decir que las mujeres estamos constantemente oprimidas es el grado sumun de la victimización. Se une a un problema actual: la infantilización de la sociedad. Es una excusa fantástica para seguir pidiendo que nos hagan las cosas y no responsabilizarnos de nuestra propia
vida. Con tanto político e institución en los que delegar problemas y cabreos, la sociedad civil desaparece".
En sus citas dominan la escritora Wendy McElroy y la profesora Camille Paglia. Entre sus referentes, la determinación de Rosa Parks y personalidad diamantina de Madonna. Su resiliencia y autoestima es, dice, la que debemos imbuir en las jóvenes. "Las mujeres aún actuamos acomplejadas. Cuando nosotras seamos capaces de no arrugarnos por entrar en un terreno que ha sido históricamente de hombres, habremos dado un paso enorme".