CAROLYN CRESWELL
CEO y fundadora de Carman's, empresa de muesli australiano.
Cuando montas tu propio negocio, te encuentras, por fin, en la posición para moldear la cultura de una organización. Implantar su ADN en todas las ramas del suyo era el objetivo de Carolyn Creswell, CEO de Carman’s, que ha convertido el negocio que fundara a los 18 años en una compañía internacional valorada en 65 millones de euros. Cumplidos los 25 años de Carman's, Creswell cayó en la cuenta del impacto que podían causar sus decisiones. Entendió que era el momento de tomarse en serio la solidaridad. No es que antes no hiciera nada (es embajadora del Asylum Seeker Resource Centre de Melbourne), pero comenzó a necesitar algo mayor. "Mi visión nacía del deseo profundo de dejar el mundo habiendo ayudado a convertirlo en un lugar mejor. Pero no teníamos claro con quién nos podríamos aliar. La directora de marketing puso un anuncio y más de cien oenegés respondieron. Lo que buscaba era algo relacionado con la educación, algo que nadie te puede quitar. Y todos los datos indicaban que si educas a una niña causas un impacto real. Por eso me atrajo la oenegé One Girl, que busca fondos para educar niñas de Uganda y Sierra Leona". Contrató a una agencia para que examinara a la asociación y el informe dictaminó que sus prácticas eran impecables. Ahora no solo se dedican a recaudar fondos para ellos: Creswell explica que la oenegé tiene acceso al "cerebro ejecutivo" de Carman’s, de forma que puedan compartir estrategias, recursos y contactos.