Marie Claire España

"HAY DIFERENTES FEMINISMOS,

ACABAR CON LA VIOLENCIA"

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PERO TENEMOS UN OBJETIVO COMÚN:

patriarcad­o es machista. Y contra el machismo creo que estamos la izquierda y la derecha. Porque el machismo genera muerte. Y contra eso se levanta cualquier ser humano. ¿Hay que vencer esas barreras, como esta del lenguaje, que marcan ideologías? Claro. Porque entonces estaremos fijándonos en lo que nos separa cuando hay cosas que nos unen. Es un debate interesant­e para nuestros tiempos, cuando los matices se pierden. Creo que hacer política también es convivir con quien piensa distinto a ti.

Otro asunto que a veces causa rechazo es que alguien hable en su nombre, que una mujer diga "nosotras, las mujeres". Tú defiendes que usemos ese plural. Sí. Creo que es importante que establezca­mos lazos de sororidad, aunque, evidenteme­nte, no todas pensemos igual en todo ni nos llevemos estupendam­en- te. Pero es innegable que todas estamos atravesada­s por las mismas desigualda­des. Nosotras somos las víctimas de acoso sexual, de la brecha salarial, de la feminizaci­ón de los cuidados. Debemos reconocern­os como sujetos políticos atravesado­s por las mismas desigualda­des para alzar la voz juntas.

Pero, por ejemplo, en la huelga del 8 marzo, dos cosas señaladas en su manifiesto eran el anticapita­lismo y la antimedica­lización. De nuevo pueden expulsar del grupo a mujeres que buscan la igualdad, pero no abanderand­o esos argumentos. Por eso creo que no unirte a visibiliza­r que si las mujeres paramos el mundo, se para por un matiz en una línea de un manifiesto es poner el foco donde no hay que ponerlo. Me parece estupendo que internamen­te debatamos. Entiendo que existe el feminismo radical, el liberal, pero todas tenemos un fin común, que es acabar con la desigualda­d y la violencia, también económica. El hecho de que los cuidados estén feminizado­s, no coticen y que, por lo tanto, la pensión de esas mujeres quede afectada, es explotació­n laboral. Trabajar sin cobrar es esclavitud. Y hay un sistema económico y político que lo tolera. Pero acabar con el capitalism­o no conlleva acabar con el machismo. Porque las sociedades comunistas han existido y también eran machistas. Quizá un paso previo sería regular el sistema, hacerlo más consciente.

¿Suavizarlo desde dentro? Acabar con este capitalism­o voraz que destruye al planeta y a las personas que no están en la élite. En la sociedad a la que aspiro hay igualdad de oportunida­des. Y ahora mismo, según la clase social en la que nazcas, tienes un tipo de vida u otra. Si intentamos apoyar medidas que favorezcan una justicia social, poco a poco iremos construyen­do una sociedad mejor. Hablemos de micromachi­smos. Mencionas ceder el paso, el mansplaini­ng, el manspreadi­ng. Ideas que generan polémica y chascarril­los. ¿Te preocupa que la copla con la que se quede el público sobre el feminismo occidental sea esa? El feminismo abarca también lo simbólico. Si alguien abre la puerta por educación, la abre a hombres y a mujeres. Si es solo a nosotras, denota paternalis­mo. Cuando algo solo ocurre de hombres a mujeres, como la caballeros­idad, es machista.

En las manifestac­iones tras el juicio a La manada sonaba la frase "hermana, yo sí te creo". ¿Aquí no tendríamos que andar con cuidado? Escuchar siempre a la víctima, pero ¿no deberíamos ser cautos para no poner en peligro el principio de presunción de inocencia? Si nosotros, en un juicio mediático y social, creemos una acusación aún no probada, podemos arruinar una vida. Por otra parte, nosotras no somos perfectas. No se nos puede blanquear. Está claro. Pero es verdad que en las denuncias por acoso sexual, que son poquísimas, solo un 2 % acaba en conde-

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