LA BOMBER
TOMA SU NOMBRE DE UN AVIóN DE COMBATE, AUNQUE VIVIó MáS BATALLAS EN LAS CALLES DE LONDRES. ESTA ES LA HISTORIA DE LA BELIGERANTE CHAQUETA.
CVioleta Valdés
inta aislante, latas de conservas, gafas de sol, el Escarabajo de Volkswagen... La Segunda Guerra Mundial trajo miseria, destrucción y muerte, pero también algunos inventos revolucionarios que todavía hoy usamos de forma cotidiana, como la bomber.
Durante este periodo, los combates aéreos se popularizaron. Y los bombarderos, que tenían cabinas abiertas, se estrecharon y volaron más alto gracias a los avances tecnoló- gicos. Los pilotos necesitaban una chaqueta específica: más cálida y aislante, pero ligera, para manejar los mandos con agilidad. Hasta 1942, usaron la A-2: en piel de caballo, con cierre a presión, cuello de camisa y bolsillos de plastrón. La sucedió la B-15: de nailon azul medianoche, con cremallera, cuello de pelo, forro acolchado, bolsillos diagonales y uno extra con compartimento para bolígrafos en la manga. Aunque más caluroso, el cuello de pelo aún se enganchaba con el arnés del paracaídas, así que fue modificado. Adquirió forma redondeada y pasó a confeccionarse en punto de lana, como la cinturilla y los puños. El resultado fue la chaqueta MA-1, la bomber universal y contemporánea, que incorporó otra innovación: un forro naranja reversible para aumentar la visibilidad del piloto en caso de accidente y rescate.
La MA-1 pesaba como una pluma y había sido concebida para un rango de temperaturas de -10 a 10 grados. De ahí que al comercializarse entre el gran público a mediados de los cincuenta, arrasara en Europa y Australia. Las guerras de Vietnam y Corea intro- dujeron el color verde salvia, que se filtró a la población civil con gran éxito.
A pesar de que en la actualidad su uso en sociedad se encuentra de lo más extendido (Valentino, Emporio Armani, Fendi, Tod’s, Sportmax o Nina Ricci son solo algunas de las marcas que la interpretan esta temporada), aún conserva en parte las connotaciones que adquirió durante su etapa rebelde. Junto con otros diseños de origen militar, punks y skinheads se apropiaron de la bomber entre finales de los 60 y principios de los 80. Ellos fueron pioneros en usarla en burdeos, un color inusitado en la vida castrense. Finalmente –y aunque parezca increíble–, la prensa de moda señala a Kanye West como responsable de su notoriedad en nuestros días. Desde que el rapero incorporó esta chaqueta al merchandising de su tour Yeezus en 2014, la bomber se coló en el armario de las Kardashian, en el de sus amigas y, a la postre, en el de sus seguidoras, lo que animó a hacer la réplica a las firmas de moda. Aunque seguro que tú la llevas porque te chifla Top Gun o porque te resulta cómoda... Además, es tendencia y eso es lo que importa.