¿HASTA CUÁNDO?
CON LA PANDEMIA, HEMOS ANIQUILADO LOS SUJETADORES, LOS VAQUEROS Y EL MAQUILLAJE, PERO ¿POR CUÁNTO TIEMPO? ¿ES LA MODA UNA VíCTIMA COLATERAL DE LA COVID-19?
Hemos desterrado sutis, jeans y maquillaje. Pero, ¿por siempre?
La mayoría de los estudios coinciden en que el confinamiento producirá efectos psicológicos negativos, incluidos síntomas de estrés postraumático, confusión y tendencias irascibles. Unos efectos que pueden prolongarse durante meses e incluso años. Según el último estudio de Cigna, COVID-19 Global Impact, el 23% de los españoles cree que su vida nunca volverá a ser como antes. ¿Afectará también a nuestra forma de vestir, de consumir y de entender la moda? ¿Acaso el
confinamiento ha tumbado aquello de 'yo me visto para mí' y solo resulta satisfactorio vestirse si alguien nos ve?
La estilista de celebridades Victoria Nogales lo resume como "tú te ves bien si los demás te ven bien". De ahí que la mayoría haya pasado la cuarentena en chándal y zapatillas, sustituyendo la sudadera por una blusa de seda en las videollamadas. Sin embargo, la modelo y experta en moda Ángela Huete explica que, en su caso, "la moda sin espectadores tiene mucho sentido. Me hubiese vestido igual si Instagram no hubiera existido. Creo que va mucho con la personalidad de cada uno, y en mi caso disfruto con hacer cosas para mí, a solas". Cuando habla de Instagram, se refiere a los
Cuarentena Looks: un espacio reservado en sus historias destacadas donde ha ido documentando cada uno de sus estilismos durante estos días. "Vestirme como me apetezca diariamente significa dedicarme un ratito cada mañana: unos minutos en los que valoro cómo me siento y qué me apetece o quién quiero ser. Me afecta estar todo el día y todos los días en camisón y con la cara sin lavar, así que mi objetivo (si es que lo hay) es sentirme bien o intentarlo". También la ilustradora Ana Jarén ha desarrollado un proyecto llamado Quarantine
Looks. "Con tantas videollamadas y fotos por Whatssap me di cuenta de que nuestra forma de vestir había cambiado, y pensé que podía ser interesante hacer un diario que recogiera estos looks y recordar la cuarentena también desde este punto de vista", nos cuenta. De estas ilustraciones agrupadas en sus historias destacadas de Instagram, "me llama la atención que hay una aplastante mayoría de ropa cómoda, ropa que abraza y te da calidez y el punto divertido lo dan las zapatillas, que son un mundo por descubrir", añade.
Margarita Ruyra de Andrade y Valentina Suárez-Zuloaga, fundadoras de la plataforma Es Fascinante, reconocen que durante estos meses han vendido, "sobre todo, ropa
"VESTIRME SIGNIFICA VALORAR CÓMO ME SIENTO Y QUIÉN QUIERO SER CADA DÍA", ÁNGELA HUETE
de día, vestidos holgados y camisones y ba
tas". "Lo que nos ha sorprendido es la cantidad de 'primeros clientes', personas que en circunstancias normales no se atreven a comprar online, pero se han animado durante el confinamiento”, revelan. ¿Su conclusión? "Nuestra comunidad está más comprometida que nunca. Nuestro modelo de negocio y nuestros valores de apoyar lo local, de calidad y lo sostenible está en alza y ahora más que nunca están ganando reconocimiento y visibilidad".
Según Ana Jarén, este auge del online shop
ping provocará un aumento de "la consciencia en el acto de la compra y reducirá la impulsividad". Ángela Huete destaca que "una vez más ha quedado claro que tenemos bastantes más cosas de las que necesitamos, y que lo único necesario es la vivienda, salud y alimentación".
En cualquier caso, "la gente quiere verse bien después de tanto tiempo sin arreglarse. Aunque los primeros días que pudimos salir a pasear veíamos muchísimas personas en chándal y descuidadas, poco a poco todo vuelve a la normalidad en todos los sentidos", apunta Victoria Nogales. "Creo que lo que más cambiará será el uso del maquillaje, por el uso de mascarilla", predice la estilista. Esperemos que la media cara bronceada sea la huella más visible que vaya a dejarnos la pandemia.