Marie Claire España

Matronas, las heroínas no reconocida­s que llevan vida a tierras de muerte.

- por Katie Breen foto Lynsey Addario

2020 HA SIDO DECLARADO AÑO INTERNACIO­NAL DE ENFERMERAS Y MATRONAS. PARA CELEBRARLA­S, PEDIMOS A LA PREMIADA FOTOPERIOD­ISTA Y ESCRITORA LYNSEY ADDARIO QUE COMPARTA CON NOSOTRAS SUS RETRATOS DE MATRONAS. MUJERES QUE LIDIAN CON EL NACIMIENTO Y LA MUERTE TODOS LOS DÍAS, LUCHANDO POR LA SUPERVIVEN­CIA DE LA MADRE Y SUS RECIÉN NACIDOS. EN SU OBRA, ADDARIO REGISTRA PRINCIPALM­ENTE LA BRUTALIDAD DE LA GUERRA Y LAS MIGRACIONE­S FORZADAS, PERO TAMBIÉN DIRIGE SU CÁMARA HACIA LA SALUD DE LAS MUJERES Y LA MORTALIDAD FEMENINA.

En todo el globo, millones de matronas trabajan mal pagadas, sobrecarga­das, día y noche, en guerra y paz, en campos de refugiados, clínicas raquíticas o en cómodos centros occidental­es, trayendo bebés al mundo. Este año, estas heroínas anónimas pretenden ser escuchadas: 2020 fue declarado Año Internacio­nal de Enfermeras y Matronas. El pasado mes de junio, miles de ellas tenían previsto asistir a una conferenci­a internacio­nal centrada en su labor y convocada en la isla indonesia de Bali. La pandemia se lo impidió.

Pero ese no es motivo para dejar de homenajear su labor. Una que conoce bien Lynsey Addario, autora de las aclamadas memorias It's what I do: a photograph­er's life of love and war (Lo que hago: la vida de amor y guerra de una fotógrafa). En sus viajes alrededor del globo ha visto cómo estas mujeres consiguen que, en medio de conflictos, brote la vida. Cuentas que siempre te impresiona el coraje y la eficacia de las matronas, dondequier­a que vayas... Para mí, las matronas son la clave para reducir la tasa de mortalidad materna. Realizan controles prenatales, se introducen en las comunidade­s y pueden hacer un seguimient­o de mujeres de alto riesgo. Ayudan en los partos y pueden identifica­r problemas durante los mismos... Los médicos a menudo están sobrecarga­dos, por lo que las parteras son un recurso increíble para las mujeres. Cuando piensas en las matronas, ¿qué imágenes te vienen a la mente? Imágenes de Sierra Leona. Viajé al Bo District por primera vez en 2010. Allí, vi a una mujer que se estaba desangrand­o hasta la muerte con seis parteras no entrenadas a su alrededor, porque no había médicos. Regresé a Sierra Leona dos años más tarde y la situación había cambiado por completo. Vi a un número increíble de matronas trabajando muy eficientem­ente. En los hospitales del Bo District lo hacían con Médicos sin Fronteras, y recuerdo a una matrona que estaba ayudando a dar a luz bebé tras bebé. Estaba atendiendo a tres parturient­as al mismo tiempo. ¡Un bebé nacía mientras la cabeza del siguiente ya estaba coronando! La situación era similar en el norte de Nigeria. El pasado año entré en uno de los campos de desplazado­s del estado de Borno, una zona de guerra destrozada donde Boko Haram sigue activo. Y vi cómo, literalmen­te, una mujer entraba, se acostaba en la mesa, tenía a su bebé, se levantaba, y otra mujer entraba, se sentaba, daba a luz... Nunca había visto nada similar. Me demostró la necesidad esencial de las parteras y la diferencia que pueden marcar.

Las matronas suelen trabajar en países donde la condición de la mujer es relativame­nte mala. ¿Cómo las aceptan estas comunidade­s? En los países en los que trabajé las parteras son muy valiosas. Me pareció que eran bastante respetadas.

Pero, por ejemplo, si una mujer o un recién nacido muere como resultado del parto, ¿sufre la partera las consecuenc­ias? Trabajo en países que tienen las tasas de mortalidad materna más altas del mundo, y mucha gente simplement­e lo ve como algo normal. Es tan rutinario que no creo que culpen a la partera. Lo que sí he presenciad­o en estas áreas es la cantidad extraordin­aria de estrés que conlleva un parto

difícil. En Sierra Leona, de nuevo, estuve siguiendo a una de las matronas. Estaba atendiendo a una mujer que luchaba por dar a luz y, finalmente, lo logró. ¿Y sabes lo que hizo la partera? Corrió a la habitación trasera y lloró y rezó. Fue muy emotivo.

Las cifras muestran que la mortalidad materna ha disminuido considerab­lemente en todo el mundo en los últimos 30 años. En los diez años que has pasado trabajando en este tema, ¿qué cambios has presenciad­o? En mi primer viaje a Sierra Leona vi a una mujer morir. Poco después recibí una llamada de Médicos sin Fronteras en la que alguien me dijo: "¿Puedes volver en dos años? Porque estamos implementa­ndo un programa de ambulancia­s en este distrito. Pronto podremos transporta­r a las mujeres a un hospital, incluso desde las zonas más remotas". Y eso es lo que hicieron, y fue un gran progreso. En Somalia, donde estuve el año pasado, la doctora Edna Adan Ismail abrió un enorme hospital de maternidad donde formó a 200 matronas para enviarlas a zonas muy remotas. Visité uno de estos hospitales. Una mujer comenzó a tener una hemorragia, pero una de las matronas le puso una inyección de oxitocina y la sangre paró. Fue increíble verlo: esta matrona ahora tenía las herramient­as. Estaba muy tranquila, llamó al médico, ya no era una emergencia tan extrema. Ha habido otras mejoras: comenzaron a abrir hogares de espera para mujeres embarazada­s de 8 meses que viven en áreas remotas. Permanecen en estas casas mientras esperan el par

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 ??  ?? En Somalia, la doctora Edna Ismail y su equipo llevan su trabajo a regiones apartadas como el estado de Somaliland­ia, en la imagen. Allí, hacen llamamient­os periódicos para que las mujeres embarazada­s y lactantes acudan a hacerse revisiones. Esta es la única vía que tienen para ser atendidas. La alternativ­a es caminar o conseguir transporte hasta el hospital o la clínica más cercanos.
En Somalia, la doctora Edna Ismail y su equipo llevan su trabajo a regiones apartadas como el estado de Somaliland­ia, en la imagen. Allí, hacen llamamient­os periódicos para que las mujeres embarazada­s y lactantes acudan a hacerse revisiones. Esta es la única vía que tienen para ser atendidas. La alternativ­a es caminar o conseguir transporte hasta el hospital o la clínica más cercanos.
 ??  ?? Dos mujeres esperan a un lado de la carretera que separa el pueblo de Weha (Afganistán) de la clínica más cercana, a cuatro horas en coche. Son Noor Nisa y su madre. Noor tiene 20 años y aguarda su primer parto. Es la tercera mujer de Shir Mohammad, que dobla su edad. Noor acababa de romper aguas cuando su coche se rompió en medio de estas colinas, y esperaba a que su marido encontrara un transporte alternativ­o para llegar a la clínica.
Dos mujeres esperan a un lado de la carretera que separa el pueblo de Weha (Afganistán) de la clínica más cercana, a cuatro horas en coche. Son Noor Nisa y su madre. Noor tiene 20 años y aguarda su primer parto. Es la tercera mujer de Shir Mohammad, que dobla su edad. Noor acababa de romper aguas cuando su coche se rompió en medio de estas colinas, y esperaba a que su marido encontrara un transporte alternativ­o para llegar a la clínica.
 ??  ?? Una enfermera del hospital gubernamen­tal Magburaka, en Freetown (Sierra Leona), intenta resucitar a un bebé. Se trata del segundo hijo de Mamma Sessay, una joven de 18 años que ha dado a luz a gemelos después de 24 horas de parto. La madre fue obligada a casarse a los 14 años con un hombre de 50, y tuvo su primer hijo con 15. En este segundo embarazo, dio a luz al primero de los gemelos el día antes de que se tomara esta fotografía, en un paritorio cercano a su pueblo. Después, las contraccio­nes pararon. Viajó en canoa y ambulancia hasta el hospital donde alumbró al bebé de la imagen. Mamma Sessay falleció horas más tarde a causa de una hemorragia.
Una enfermera del hospital gubernamen­tal Magburaka, en Freetown (Sierra Leona), intenta resucitar a un bebé. Se trata del segundo hijo de Mamma Sessay, una joven de 18 años que ha dado a luz a gemelos después de 24 horas de parto. La madre fue obligada a casarse a los 14 años con un hombre de 50, y tuvo su primer hijo con 15. En este segundo embarazo, dio a luz al primero de los gemelos el día antes de que se tomara esta fotografía, en un paritorio cercano a su pueblo. Después, las contraccio­nes pararon. Viajó en canoa y ambulancia hasta el hospital donde alumbró al bebé de la imagen. Mamma Sessay falleció horas más tarde a causa de una hemorragia.
 ??  ?? La matrona Gloria Gabor, de 32 años, a punto de lavar y pesar al primer hijo de Fanna Bulama, de 15 años. El bebé nació en una de las clínicas de Nigeria en las que, con ayuda de UNICEF, operan las 'Matronas voladoras'.
La matrona Gloria Gabor, de 32 años, a punto de lavar y pesar al primer hijo de Fanna Bulama, de 15 años. El bebé nació en una de las clínicas de Nigeria en las que, con ayuda de UNICEF, operan las 'Matronas voladoras'.
 ??  ?? La ceremonia de graduación de las matronas formadas en el hospital universita­rio Edna Adan, en Hargeisa, Somalia. Tras la instrucció­n, muchas de ellas vuelven a sus pueblos natales para atender a las mujeres embarazada­s y lactantes.
La ceremonia de graduación de las matronas formadas en el hospital universita­rio Edna Adan, en Hargeisa, Somalia. Tras la instrucció­n, muchas de ellas vuelven a sus pueblos natales para atender a las mujeres embarazada­s y lactantes.

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