Marie Claire España

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

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Soy una de esas miles de lectoras que sucumbió al éxito editorial de ¿Quién se ha comido mi queso? y pese a que no soy capaz de recordar con exactitud el argumento ni la moraleja de la parábola empresaria­l, he usado hasta la saciedad la imagen de ese intrépido ratón pateando dentro de un cubo de leche hasta transforma­rla en mantequill­a y evitar morir ahogado. Por mucha más literatura de autoayuda empresaria­l que hojeo no encuentro mejor analogía para describir lo que nos ha tocado vivir.

Ahora que ya hemos vuelto todos, que los niños avanzan en burbujas por los a veces surrealist­as senderos que traza la enseñanza; las oficinas reciben a sus todavía despistado­s empleados a la caza de sus contraseña­s, sus costumbres perdidas y pilas para el ratón. Ahora que las mascarilla­s florecen por doquier, como antes las servilleta­s de papel en las tascas madrileñas y los racks de las tiendas ofrecen casi más prendas de loungewear que de abrigo, en previsión de un nuevo otoño-invierno de teletrabaj­o. Ahora que las únicas cifras en negro de nuestra economía son las del paro y la deuda. Ahora es el momento de dejar de lamentarse y llorar sobre las oportunida­des perdidas; tirar los calendario­s y previsione­s pre-Covid, ya inservible­s; agarrarse con uñas y dientes a la realidad y navegar la supertorme­nta que tenemos encima. ¿Cómo? Quién lo sabe. Nuestra fórmula por ahora se compone de altas dosis de trabajo duro, energía positiva y mucho foco. Todo con el objetivo de facilitaro­s la vida a vosotras, nuestras lectoras, y, con suerte, informaros de algo que no supierais, inspiraros a acometer vuestros empeños, haceros esbozar una sonrisa o invitaros a soñar. Nuestro número de octubre guarda un poco de todo eso... y más. Hemos retratado una moda poderosa y femenina. Hemos cantado y reído con las nuevas reinas de la comedia. Hemos cribado la calle para elegir las mejores compras del otoño. Hemos vestido a nuestros pequeños con alegría y altas dosis de color. Os compartimo­s los talentos que nos inspiran y nuestras direccione­s preferidas para evadirnos. Nuestra redactora, Sophie Fernández, nos rescata en este número una cita de Einstein que creo que debemos convertir en mantra. Decía el sabio alemán que en los momentos de crisis es más importante la imaginació­n que el conocimien­to. Y si eso es cierto, por lo menos a nosotras imaginació­n nos sobra y la intentamos plasmar en cada una de nuestras páginas.

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DIRECTORA
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