LA JUSTICIA SE SIRVE FRÍA.
LES DAN ALOJAMIENTO, COMIDA Y NOCIONES DE DERECHO. EN LA SCHOOL FOR JUSTICE, LAS VÍCTIMAS DEL TRÁFICO SEXUAL INDIAS SE PREPARAN PARA MANDAR A SUS AGRESORES A LA CÁRCEL.
Las víctimas del tráfico sexual mandan a sus agresores a la cárcel.
Con nueve años se fue a trabajar a Calcuta. Sus padres necesitaban el dinero. No querían forzar a los varones de la familia y mandaron a Sangita a una casa de Park Circus, al este de la ciudad. La niña formaba parte del servicio doméstico. Otros trabajadores de la casa –portero, jardinero, barrendero– abusaban sexualmente de ella. Aguantó cuatro años. Al cumplir los 13, abandonó la casa sin saber cómo llegar a la suya. Una mujer a la que pidió auxilio en la calle le prometió ayuda y acabó vendiéndola en un burdel. La policía la rescató y, años más tarde, la organización Free a Girl, de origen danés, la acogió en su School for Justice. Escuela para la Justicia. Junto con la oenegé india Slap, acogen a mujeres jóvenes víctimas del tráfico sexual y les proporcio- nan alojamiento, comida, atención psicológica y clases de inglés y derecho. Quieren ayudarlas a completar su formación académica y prepararlas para entrar en la universidad. No desvelan cuál. Tampoco la localización del centro. No quieren poner en riesgo la seguridad de las chicas.
El empujón al proyecto lo dio la agencia de publicidad J. Walter Thompson. Free a Girl le encargó un anuncio para concienciar so- bre el tráfico de seres humanos en India y, tras iniciar el proceso de documentación, renunciaron. Un spot que apareciera durante menos de medio minuto en televisión no iba a ser suficiente. Según averiguaron, en 2015 más de un millón de niñas indias eran forzadas a prostituirse. De los casos investigados por la justicia, observaron, solo 55 acabaron con los responsables en la cárcel. Querían que el impacto fuera tangible y con Free a Girl diseñaron un plan educativo. La primera promoción de School for Justice está compuesta por 19 mujeres. El objetivo de todas es graduarse y perseguir traficantes de seres humanos. Cinco ya tienen una plaza en la universidad. Sangita comienza a formarse como abogada. "Quiero que los acusados se revuelvan cuando descubran que yo soy la fiscal".
SEGÚN LOS DATOS DE FREE A GIRL, EN 2015 MÁS DE UN MILLÓN DE NIÑAS INDIAS FUERON FORZADAS A
PROSTITUIRSE. DE ACUERDO CON EL GOBIERNO INDIO, 10.150 MUJERES SE SUMARON A LA CIFRA EN 2016