MÁQUINAS DE LEER
EN 1949 UNA LEONESA INVENTÓ EL ABUELO DEL 'EBOOK'. AHORA UNA BARCELONESA LLEVA LOS LIBROS DIGITALES A COLEGIOS DE ESPAÑA, INDIA Y REINO UNIDO.
ASOCIAN LOS LIBROS AL PLACER PARA ENGANCHAR A LOS NIÑOS A LA LECTURA
Comparten objetivo y nacionalidad. Difieren en el tiempo. A los inventos de Ángela Ruiz Robles y Cristina Puig los separan 60 años. En 1949 la profesora patentaba el libro mecánico y en 2011 la directora de marketing cofundaba Boolino, una plataforma de libros infantiles en formato digital. Las dos perseguían lo mismo: aligerar la lectura a los niños, mitigar el estudio, glasear el aprendizaje. Doña Ángela, como la llamaban en Ferrol, donde impartía clases de primaria, defendía que la vida a los niños había que hacérsela fácil y diseñó un aparato de algo más de un palmo y medio de alto compuesto de plástico, cartulina y goma. Las palabras rotaban en bobinas en diferentes idiomas propulsadas por aire. En la idea original de Ruiz Robles, al presionar una palabra en una de las placas aparecería su significado en la otra. A su método doña Ángela lo llamaba "ideovisual". La profesora recibió una oferta desde Washington para desarrollar allí su patente, pero prefirió quedarse en Galicia. Aunque siguió perfeccionando la idea, la falta de financiación impidió que la viera implantada en las escuelas. A Cristina Puig sí le ha dado tiempo a ver la suya arraigada en el mundo. La plataforma que cofundó en 2011 está ya presente en España, Alemania, Reino Unido e India. Se cuela en casas y colegios por dos puertas: web, donde facilitan acceso a 300.000 títulos, y papel, a través de BookBox, un sistema mediante el que padres e hijos reciben un paquete con un libro físico, una guía de lectura y actividades inspiradas en el relato que acaban de leer. Desde hace unos meses, Boolino ofrece en España Fiction Express, una plataforma de lectura online en la que los niños eligen el camino que toma el argumento y hablan con el autor del cuento. Tras cada capítulo, podrán realizar un test que medirá su comprensión lectora. Por ahora, solo está disponible en inglés. Planean castellanizarla a lo largo del año.