UNA BUENA HISTORIA
Jorge Cueto pasó tres años injustamente encarcelado en una prisión de e Guadalajara, en México. Durante ese e periodo ocupó su tiempo demostrando ndo su inocencia y creando el proyecto Prison son Art, para el que implicó a otros reos a los s que pidió que tatuaran sobre cuero las formas ormas que se tatuaban sobre su propia piel. el. Cuando Cueto salió de la cárcel, convirtió nvirtió la empresa de complementos (perfectamente tamente conectados con las últimas tendencias) cias) en un éxito y, ahora, los beneficios que genera repercuten en las familias de los presos. esos.