Salud y vitalidad
En tiempos pasados se consideraba a Saturno como el peor de los planetas, el “gran maléfico”, pero ahora se desechan estas calificaciones porque todos los influjos planetarios desempeñan, en realidad, una función espiritual sutil pero muy importante. En cualquier caso, la llegada de Saturno a Capricornio siempre representaría una cierta amenaza en lo que se refiere a la salud, aunque esto no significa que todos los nativos del signo os podríais poner enfermos. Seguramente quienes mayor riesgo tendríais seréis los nacidos hacia la primera mitad del signo, entre el 21 de diciembre y el 5 o 7 de enero, aproximadamente. También os podríais ver algo más perjudicadas aquellos que ya teníais una salud delicada o sufrís alguna enfermedad crónica, especialmente si este antiguo problema está relacionado con los huesos y articulaciones, o también con litiasis renal o biliar, o para los enfermos de reuma y artrosis. Para todas estas personas este influjo de Saturno puede representar una amenaza y debéis cuidaros un poco más. El sombrío planeta de los anillos se vincula con las enfermedades de carácter crónico, y podríais sufrir alguna enfermedad que se acabe volviendo así, sobre todo, de tipo metabólico como la artritis, gota, dolores reumáticos o quizás comencéis a sufrir dolorosos cólicos nefríticos. En el ámbito emocional este influjo se relaciona con depresiones y melancolía.