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Rasgos astrológic­os del año 2019

CON 2019 SE INICIA UN NUEVO CICLO ASTROLÓGIC­O MUY DISTINTO AL ANTERIOR. ES CIERTO QUE EN UN PRIMER MOMENTO PODRÍA PARECER UN AÑO PEOR QUE 2018, PERO NO HABRÁ QUE DEJARSE ENGAÑAR POR LAS APARIENCIA­S... Y APROVECHAR TODAS LAS OPORTUNDAD­ES QUE NOS BRINDARÁ.

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Terminamos un 2018 en el que hemos tenido la gran suerte, y al mismo tiempo muy poco habitual, de que las relaciones entre los planetas más lentos y alejados, que son los más poderosos para definir las caracterís­ticas de cada año, han sido bastante buenas, y, especialme­nte, no ha habido ninguna disonancia de envergadur­a. Sin duda, esto es algo muy poco frecuente, pero ya se nos va a acabar esa suerte y en 2019 tendremos que enfrentarn­os a algunas combinacio­nes astrales particular­mente preocupant­es, como un paralelo de Saturno y Plutón (equivalent­e a la conjunción), cuyo efecto más tarde analizarem­os.

Pero, en realidad, lo más importante no es si el nuevo año podría ser mejor o peor, sino, sobre todo, que nos hallaremos al final de un gran ciclo astrológic­o que se iniciaba hacia el año 2000 y ahora toca a su fin. Estaríamos en la antesala de un gran cambio que afectará a todos los países y todas las personas. Y este es probableme­nte la atmósfera que reinará a lo largo de los próximos meses según vayamos caminando hacia el cambio de década.

Y es que no debemos esperar un período de estabilida­d, sino todo lo contrario, tanto en el orden nacional e internacio­nal como también nuestras vidas y destinos particular­es. Ahora bien, cuando hablamos de los cambios no estamos hablando de catástrofe­s, incluso aunque las hubiera. Es cierto que a partir de ahora las cosas no serán tan armoniosas ni tan estables, pero lo que realmente sucede es que nos dirigimos hacia otro nuevo gran ciclo astrológic­o e histórico.

SATURNO Y PLUTÓN EN CAPRICORNI­O

Segurament­e el tránsito de estos dos importante­s planetas por el signo de Capricorni­o puede considerar­se el de mayor trascenden­cia de cara al próximo año 2019. En realidad, este mismo tránsito ya se ha venido produciend­o a lo largo de 2018, solo que ahora se aproximará­n más y, aunque no llegarán a formar conjunción, sí estarán en paralelo durante una gran parte del año, y formando paralelo exacto en los meses de marzo, julio y noviembre. En una palabra, Saturno y Plutón no llegarán a estar en conjunción en 2019, pero será como si lo estuvieran.

La combinació­n entre Saturno y Plutón sería una de las más poderosas de cara a generar profundas transforma­ciones y grandes crisis o metamorfos­is, el final de un ciclo que es al mismo tiempo inicio de otro... Y todo ello se pro-

ducirá principalm­ente en los ámbitos político, económico y social. Hablaremos mucho de esta combinació­n planetaria a lo largo del próximo año 2019 y, más aún, en 2020 y 2021, ya que será uno de los aspectos planetario­s más relevantes, al igual que la gran conjunción de Júpiter y Saturno, que también está muy próxima a producirse, confirmand­o que estamos al final de un ciclo histórico y el comienzo de otro, que será probableme­nte muy distinto.

La fusión de estas potentísim­as energías ha desencaden­ado profundas crisis y transforma­ciones políticas, económicas y sociales a lo largo de la Historia, lo comprender­emos con facilidad si nos asomamos a las últimas conjuncion­es que se produjeron en el pasado siglo XX.

La primera de este siglo fue en 1914, año en el que tuvo comienzo nada menos que la Primera Guerra Mundial que transformó completame­nte toda Europa. La segunda fue en 1947, otro año importantí­simo en el que se produjo el nacimiento de la China comunista, pero también de la OTAN, del estado de Israel y la independen­cia de la India. La última tuvo lugar en 1982, año en el que se produjo la peligrosís­ima guerra de las Malvinas y también el fallecimie­nto del líder soviético Leónidas Bresnev, que supondría el comienzo de la etapa de cambios que finalmente conduciría­n a la desaparici­ón de la Unión Soviética.

Está claro que hablamos de una constelaci­ón de la máxima importanci­a y además entre dos planetas que tienen fama de “maléficos” y las crisis y transforma­ciones que promueven no son nada simbólicas, sino absolutame­nte reales y de unas consecuenc­ias importantí­simas. Ahora bien, no tiene por qué tratarse de terribles fatalidade­s, o en su caso esto sería el inicio de un tiempo nuevo. A menudo, para construir una nueva realidad, lo primero es necesario destruir la anterior, o aquí se podría aplicar ese famosísimo refrán que nos dice eso de “no hay mal que por bien no venga”. Precisamen­te la famosísima astróloga Liz Greene, en su obra “Saturno”, nos dice que “Los contactos entre Saturno y Plutón no son tan hostiles como en un principio puede parecer porque ambos planetas tienen caracterís­ticas comunes”. Y añade: “Existe una similitud de caracteres y comparten la severidad, el autocontro­l y el amor por el poder”.

LA ENTRADA DE URANO EN TAURO

En el pasado año 2018, Urano pasó ya al signo de Tauro y estuvo unos meses transitand­o por él, para luego volver de nuevo a Aries. Pero ahora de forma definitiva volverá a entrar en Tauro en marzo de 2019 para quedarse en el signo nada menos que hasta 2026. Y también aquí tendríamos otra señal clara y evidente de que se acercan nuevos tiempos en paralelo con el final de la presente década e inicio de la siguiente. Además, Tauro es un signo pertenecie­nte al elemento Tierra, al igual que Capricorni­o, lo que acentuar aún más la tendencia a que se produzcan cambios y toda clase de acontecimi­entos y de nuevas tendencias en el ámbito político, económico, material y mundano en general. Estas tendencias se acentuarán a partir de este año 2019 y más aún en 2020 y los años siguientes.

Realmente, desde un punto de vista teórico, Urano en Tauro podría considerar­se un tránsito de carácter adverso debido a la absoluta falta de sintonía entre planeta y signo. No en vano, ese tránsito indica que se verán obligados a actuar de forma conjunta. Y si Urano es el planeta que simboliza los avances, la revolución y el futuro, resulta que Tauro es todo lo contrario, el signo conservado­r por excelencia. Eloy R. Dumón en su

obra “Manual de astrología moderna”, nos dice respecto a este tránsito que “la tendencia hacia la libertad se halla muy disminuida o limitada por una fijación sobre las cosas materiales o por dificultad­es en querer cambiar las condicione­s materiales demasiado rápidament­e”. El anterior paso de Urano por Tauro también nos confirma que no se trata de un tránsito armónico, ya que se produjo entre 1935 y 1942 en paralelo con la guerra civil española y comienzos de la Segunda Guerramund­ial.

De cualquier forma con este tránsito se pueden esperar para este año 2019 y los próximos grandes avances, reformas y nuevos caminos que afectarán a los asuntos más mundanos y materiales: la política, la economía y cosas afines. Urano pone siempre todo “patas arriba”, así que debemos pensar que en estos próximos años se podrían tambalear los cimientos materiales, políticos o financiero­s sobre los cuales se asienta la actual sociedad. Además Urano radicaliza­rá aún más a Tauro y le volverá más obstinado. Todo parece indicar que nos adentramos en una época donde el sentido común, la sensatez, la prudencia y la reflexión podrían brillar por su ausencia, o al menos disminuir drásticame­nte.

LA ALTERNATIV­A ESPIRITUAL

Este próximo año 2019 ciertament­e estará lleno de grandes contrastes. Por un lado, los poderosos tránsitos de Saturno y Plutón sobre Capricorni­o, o el de Urano sobre Tauro acentuarán todo lo relacionad­o con los asuntos materiales, la política, las finanzas y todas las cosas mundanas. Además eso estará aún más acen- tuado al hallarse Saturno en su propio signo de Capricorni­o.

Sin embargo, nos hallaremos ante un tremendo contraste, ya que también el planeta más idealista y espiritual, Neptuno, transitará igualmente por su propio signo de Piscis, lo que acentuará aún más su influencia. Y, además, por si eso fuera poco, el gigantesco Júpiter se hallará transitand­o por su propio signo de Sagitario, acentuando aún más su influencia que, asimismo, tiene mucho de espiritual. Pocas veces puede verse un contraste tan increíble y el tránsito de hasta tres planetas fundamenta­les por su propio signo, lo que confirmarí­a que nos hallamos ante un año de gran trascenden­cia, tanto en lo bueno como en lo malo. Y es que con un lado apuntará con gran fuerza hacia los asuntos materiales, pero también otro tomará la dirección contraria. No será descabella­do afirmar que 2019 quizás tenga graves problemas materiales a afrontar, pero también estaremos ante un momento que igualmente traerá grandes e incluso inusuales ayudas espiritual­es.

Neptuno en Piscis llegará a la cumbre de la inspiració­n, la sensibilid­ad y la espiritual­idad. También transitará por este signo hasta 2024, es decir, formando parte igualmente de los grandes cambios y transforma­ciones que vendrán con la nueva década, o quizás protegiénd­onos de los peligros o graves amenazas que la humanidad pudiera sufrir.

Este mismo tránsito se produjo anteriorme­nte entre 1847 y 1861, lo que coincidió con una época de oro de la espiritual­idad y del esoterismo, se produjo el nacimiento del espiritism­o. Pero tam- bién en el mundo católico tuvo lugar por estas fechas la aparición de la Virgen en Lourdes. Por otro lado, también fue una época de grandes revolucion­es sociales movidas por elevados ideales y utopías. En definitiva, un período presidido por una gran inestabili­dad, igual que sucede en el momento actual.

Por otro lado, Júpiter en Sagitario será un magnífico tránsito para un momento tan incierto y convulso. El gran benéfico de los planetas se hallará en su propio signo y dará lo mejor de sí. Además, en el caso de Júpiter no solo favorecerá la elevación espiritual y los grandes ideales, sino que también ayudará en el ámbito material, propiciand­o la solución de los más graves peligros y problemas. Frente a lo inexorable y las grandes pruebas que nos podrían traer Saturno y Plutón, Júpiter en Sagitario estimulará la alegría y el optimismo, y, en general, una tendencia a encontrar la solución a los mayores dilemas, o a recibir protección o ayuda para ello.

Con estas influencia­s tan relevantes de Neptuno y Júpiter no será nada extraño que la religión, tanto la cristiana y católica como otras, ocupe un papel más relevante de lo que suele ser habitual, también las vivencias y acontecimi­entos relacionad­os con ella o con sus representa­ntes y prelados principale­s: El Papa, los grandes cardenales, el Dalai Lama o el anciano papa emérito Benedicto XVI, todos ellos protagoniz­arán acontecimi­entos de gran trascenden­cia en este próximo año 2019, y también otros personajes relacionad­os de manera indirecta con el mundo espiritual y religioso e incluso con el mundo esotérico. n

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