2020: decisiones acertadas
2019se descubrió ante nuestros ojos como un período convulso, donde las cosas no acababan de salir como nosotros queríamos. Es cierto que 2020 se guiará por la misma tendencia astral, pero no deberemos echarnos las manos a la cabeza porque esta etapa se mostrará mucho más benéfica con nosotros. Y es que, aunque todos los logros que se consigan durante los meses venideros sean a través de la lucha y el esfuerzo, es cierto que también ahora tendremos la oportunidad de encarrilar nuestros proyectos y estar seguros de que nos espera un futuro mejor. Como mínimo, mucho más halagüeño... De ello se encargarán los gigantes Júpiter y Saturno, los cuales regirán muchas de las acciones que se desarrollen durante este año y el próximo. Esto sentará las bases de un período que acaba, pero también de un ciclo que empieza y que promete ser mucho más bueno con nosotros.
Directora de MÁS ALLÁ
hay duda de que el acontecimiento astrológico de mayor importancia para este próximo año 2020 será la poderosa conjunción de Júpiter, Saturno y también Plutón en Capricornio. Por ello resulta de gran interés estudiar a fondo los rasgos filosóficos y materiales de Capricornio a través de una época histórica poderosamente influenciada por él y que se conoce como la sub-era de Capricornio, entre 1575 y 1750.
CRISIS DE IDEALES
En este período específico entraron en crisis los altos ideales políticos, religiosos o artísticos del Renacimiento para centrar la atención en aspectos mucho más terrestres y materiales: la economía, el racionalismo, el materialismo y el dinero. El sentido práctico y el pragmatismo triunfaron sobre el idealismo universal representado por el Imperio español, que justo iniciaba su decadencia y fue sustituido por otros imperios, como el de Holanda o Inglaterra, que personificaban todos esos nuevos valores.
BAJO EL INFLUJO DE CAPRICORNIO
Fue durante esta etapa cuando se perfeccionó el capitalismo moderno e interoceánico, aparecieron las primeras multinacionales con el capital por acciones y que generaron dividendos. No en vano, los verdaderos protagonistas de este período fueron los hombres de negocios, empresarios y distribuidores. Se trabajaba duro pero para buscar beneficios materiales y se perseguía el lucro. Asimismo, apareció el estado absolutista, que se estructuró para dar seguridad a los negocios.
En el ámbito espiritual nos encontramos con las mismas características: las religiones protestantes se centraban en el culto al trabajo productivo o, por lo menos, no lo obstaculizaban. Y es que los monarcas de este período tuvieron la obligación de proteger la propiedad y la prosperidad material, muy lejos ya de los elevados ideales políticos y religioso del pasado renacimiento. La economía dominaba la vida de las personas.
El filósofo inglés Locke afirmaba que la propiedad privada era un derecho natural del ser humano. La producción se especializaba según cada región y país, e incluso apareció también
Los rasgos espirituales y materiales de Capricornio marcarán profundamente las características del nuevo año y también, en gran parte, de la nueva década que con él se abre.
una incipiente industrialización en Europa. Igualmente se buscaba una mayor productividad en la agricultura.
Por otro lado, surgió una verdadera revolución científica. Descartes creó el método científico de investigación y experimentación y se fundaron las universidades más prestigiosas que han llegado hasta día de hoy. Asimismo, nació la tecnología, que fue producto de la investigación científica y estaba orientada al provecho material. Además, rurgieron nuevas ramas científicas y también nuevas teorías. Y es que estábamos ante el dominio de la razón y la lógica, ya que la ciencia empírica sustituyó a la espiritualidad de Sagitario. Joan Marimón, en su Historia del arte a través de la astrología, señala: “Kepler, Galileo, Descartes y tienen la convicción de que el mundo está ordenado matemáticamente. (...) Es el inicio de la era de la cientificidad y de la investigación metódica”.
Capricornio es un signo de tierra que exalta lo material y, por ello, en este período predominaron los acontecimientos económicos, científicos y tecnológicos por encima de los políticos, sociales y religiosos. Todo se movía en torno a la economía, la razón, la ciencia y la iniciativa. Con esto se buscaba obtener beneficios materiales concretos. Exaltaba el sentido práctico y la búsqueda de seguridad frente al amor al riesgo y la aventura que eran propios del Renacimiento. Se valoraba el realismo, sel entido común, la constancia y la perseverancia. Esto hacía que fuera el momento apropiado para que aparecieran grandes sociedades capitalistas, los bancos, la bolsa, el comercio ultramarino y las grandes innovaciones técnicas. Holanda, Inglaterra y Francia fueron naciones comerciales y también se convirtieron en los nuevos imperios en sustitución del español.
Newton UNA MIRADA A LA HISTORIA
El gran Imperio español de Felipe II entró en crisis y fue precisamente en 1575, el mismo año que se iniciaba la sub-era Capricornio, cuando se produjo la gran bancarrota de España y algunos años después, en 1588, el desastre de la Armada Invencible, que supuso la primera gran derrota de España, y se recrudeció aun más con la guerra en Flandes. Antonio Pérez traicionó a Felipe II y se alió con sus enemigos. Pero la decadencia española se acentuó sobre todo a comienzos del siglo XVII, tras la muerte de Felipe II y la llegada de nuevos reyes mucho más débiles e incapaces, con continuas derrotas militares y bancarrotas económicas y la pérdida de los Países Bajos y de Portugal. El siglo XVII fue desastroso para España, y todo lo que esta nación representaba a un nivel filosófico y espiritual.
Por el contrario, Francia se convirtió en el nuevo imperio europeo a partir del reinado de Luis XIII y el cardenal Richelieu, pero en especial con la llegada al poder de Luis XIV, que por su enorme brillo y poder fue conocido como el Rey Sol y se convirtió en el señor de Europa. Este monarca personificaba de forma inmejorable el período que estamos viendo, ya que llegó a la culminación del absolutismo y fomentó la riqueza apoyándose en un ejército potentísimo. A lo largo de su reinado mostró una gran preocupación por el dinero, la riqueza y los temas económicos. Pero mientras Europa se hallaba dominada por Luis XIV en ultramar eran los dueños Inglaterra y Holanda, acumulando unos inmensos beneficios con sus flotas comerciales y llevando a lo más alto los nuevos valores que ellas representaban.
Este sistema filosófico culminó en el siglo XVIII con un gran auge de las teorías económicas. Se fundarían bancos nacionales y academias e institutos de investigación. Apareció el llamado despotismo ilustrado como fruto del gran auge de la razón y la ciencia. Esta fue una época de investigación y de descubrimientos científicos, en el que el hombre estudiaba y transformaba la Naturaleza. Ballesteros-alborg, en su magnífica Historia universal, dice que “la revolución científica hizo variar los conceptos religiosos al traer una nueva concepción