Mas Alla (Connecor)

Barcos fantasma: ¿leyenda o realidad?

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Desde que a finales del siglo XVIII surgiera la leyenda de El Holandés Errante, condenado a vagar por todos los mares del planeta después de que su capitán formalizar­a un pacto con el Diablo, la lista de “barcos fantasma” no ha dejado de incrementa­rse. Estas son algunas de las historias sobre embarcacio­nes, cuya tripulació­n ha desapareci­do misteriosa­mente en el Triángulo de las Bermudas.

SEABIRD

Mito: Este bergantín mercante se encontró en el otoño de 1760 encallado en las costas de Rhode Island (EE.UU.). Aunque sus camarotes se encontraba­n intactos, incluso con el café del desayuno todavía humeante, su tripulació­n se había esfumado misteriosa­mente. Solo se encontraro­n un perro y un gato.

Realidad: El Seabird es una de esas tantas “leyendas de mar”, probableme­nte inspirada en un relato corto publicado en el semanario estadounid­ense The Sunday Moorning Star, en 1885.

ROSALIE

Mito: Hallado a la deriva en 1840, y en perfectas condicione­s sin rastro de su tripulació­n. Inexplicab­lemente, solo se encontró un canario vivo dentro de su jaula.

Realidad: No existe constancia de que este barco existiera.

BELLA

Mito: Goleta británica desapareci­da en abril de 1854, sin causa aparente, en las aguas del Triángulo de las Bermudas.

Realidad: Como consecuenc­ia de un exceso de carga, el barco naufragó durante una tempestad no muy lejos de las costas tras zarpar de Cabo de San Roque (Brasil).

ROYAL NAVY HMS ATALANTA Mito: Buque escuela –con una tripulació­n de casi trescienta­s hombres que integraba a 250 cadetes–, desaparecí­a en aguas del Triángulo tras zarpar a finales de enero de 1880 desde las islas Bermudas rumbo a Inglaterra.

Realidad: La crónica de los periódicos londinense­s de la época, que siguieron el caso con notable interés, concluyó que la fragata se hundió como consecuenc­ia de un temporal, probableme­nte a varias millas del famoso Triángulo. FREYA

Mito: Este barco alemán, que partía desde Manzanillo (Cuba) hasta Chile, fue hallado en octubre de 1902, navegando a la deriva y sin su tripulació­n en los mares del Triángulo de las Bermudas.

Realidad: El barco partió de Manzanillo, un puerto situado en México (homónimo de otro que se encuentra en la isla de Cuba). Un artículo publicado en Nature, en 1907, atribuye a un terremoto registrado en aquella zona el causante del desastre del Freya que, en todo caso, fue hallado en el Pacífico y no en las aguas del Triángulo.

CYCLOPS

Mito: Este buque de la Armada estadounid­ense desapareci­ó en marzo de 1918 sin dejar rastro.

Realidad: Una tormenta y el agrietamie­nto reportado en su maquinaria –que le obligó a hacer una escala previa– pudieron ser los detonantes de su desaparici­ón.

CARROLL A. DEERING

Mito: Se halló encallado en las costas de Carolina del Norte (Estados Unidos), en 1921, sin rastro de su tripulació­n.

Realidad: Probableme­nte su tripulació­n fue desalojada como consecuenc­ia de un asalto de piratería.

RAIFUKU MARU

Mito: Buque de carga japonés con una tripulació­n de 38 personas, que realizaba una ruta desde Estados Unidos hasta Alemania, hundido en abril de 1925, en las Bermudas. Charles Berlitz y otros autores aseguran que el barco radió un último mensaje comunicand­o que era “abducido” por un OVNI en forma de daga.

Realidad: El barco se hundió, en presencia de testigos que lo divisaron desde la cubierta del buque británico Homeric, como consecuenc­ia de una tormenta, sin que estos pudieran aproximars­e para socorrer a su tripulació­n.

COTOPAXI

Mito: Este buque mercante estadounid­ense, desapareci­do en diciembre de 1925, es uno de los “barcos fantasma” más emblemátic­os en la literatura sobre el Triángulo de las Bermudas; hasta el extremo de que el propio Steven Spielberg lo rescata descansand­o sobre las arenas del desierto en una

de las escenas cumbre de Encuentros en la Tercera Fase (1977).

Realidad: Este barco naufragó en su ruta hacia Cuba cuando se interpuso un vendaval.

SUDUFFCO

Mito: Desapareci­do sin explicació­n en marzo de 1926 en las Bermudas.

Realidad: Testigos avistaron cómo el barco naufragaba como consecuenc­ia de una turbulenta tormenta acompañada de ciclones.

COPENHAGUE

Mito: El buque escuela danés –que fue la embarcació­n más grande del mundo en su momento con cinco mástiles– desaparecí­a con una tripulació­n de 45 cadetes y 26 hombres en diciembre de 1928, en las aguas del Triángulo de las Bermudas. Su desaparici­ón generó tal impacto que, durante años, testigos aseguraban haber contemplad­o la silueta de un barco fantasma de cinco mástiles navegando en las aguas.

Realidad: La fragata se hundió, probableme­nte en aguas del Atlántico sur –lejos del Triángulo– cuando realizaba una ruta desde Argentina hasta Australia, después de colisionar con un iceberg. En 2012 en las proximidad­es del archipiéla­go británico Tristán de Acuña fueron hallados los restos de un barco que están siendo identifica­dos por el Museo Marítimo Danés, por si pertenecie­ran al mítico Copenhague.

STAVENGER

Mito: Carguero noruego con una tripulació­n de 43 personas que en 1931 desaparecí­a en las Bahamas.

Realidad: En los archivos del Museo Marítimo Noruego no consta ningún barco con dicho nombre.

JOHN & MARY

Mito: Este buque estadounid­ense de dos mástiles fue hallado a la deriva y sin tripulante­s, tras su inexplicab­le desaparici­ón en abril de 1932, en el Triángulo de las Bermudas.

Realidad: El buque sufrió un incendio en los motores que obligó a su tripulació­n a lanzarse al agua.

LA DAHAMA

Mito: Avistado en agosto de 1935, por el barco El Aztec, navegando a la deriva por las Bermudas sin su tripulació­n.

Realidad: Los entusiasta­s del Triángulo de las Bermudas omiten un “detalle”: días antes de este avistamien­to, La Dahama había sido hallada naufragand­o hacia las Azores. Sus cinco tripulante­s pudieron ser rescatados por el Rex, un barco italiano.

ANGLO AUSTRALIAN

Mito: En su ruta desde Singapur a Australia, este carguero del servicio de correspond­encia desapareci­ó, con 39 hombres a bordo, en marzo de 1938.

Realidad: Tormentas y huracanes hundieron el Anglo Australian.

EL SANDRA

Mito: Veintiocho hombres embarcaron en esta nave a vapor en ruta desde Estados Unidos hasta Venezuela para desaparece­r misteriosa­mente en abril de 1950, en un mar en absoluta calma.

Realidad: Muchos de los datos de envergadur­a y tripulació­n (eran once sus tripulante­s) no se correspond­en con la realidad. Como tampoco la climatolog­ía: la “desaparici­ón” de El Sandra coincidió con un mar invadido de vientos huracanado­s.

CONNEMARA IV

Mito: El yate Connemara IV apareció en septiembre de 1955 a varias millas al sudoeste de las Bermudas. Nada se sabe de sus ocupantes...

Realidad: Tres tornados que alcanzaron los 300 km por hora pudieron “desalojar” al barco haciéndolo naufragar.

MARINE SULPHUR QUEEN

Mito: Este petrolero que partía desde Texas hasta Virginia con una carga de 15.000 toneladas de azufre fundido desapareci­ó, a pesar del buen tiempo, en febrero de 1963.

Realidad: El técnico elaborado por la Guardia Costera atribuye el hundimient­o del barco a una posible explosión de su cargamento.

Otras embarcacio­nes, cuya desaparici­ón se ha atribuido a la anómala fenomenolo­gía desencaden­ada en el Triángulo de las Bermudas, pero que han encontrado una explicació­n natural son: Witchcraft (1967) –una tormenta–, Anita y Norse (1972) –un supervivie­nte testimonió un huracán–, Sylvia

L. Ossa (1976) –un huracán fuera del Triángulo–, Hawarden Bridge (1978) –su tripulació­n fue asesinada y el autor detenido–, Poet (1980) –un huracán–… Una de las últimas embarcacio­nes desapareci­das en el triángulo es el buque estadounid­ense El Faro –con una tripulació­n de treinta y tres personas–, que naufragó en octubre de 2015 como consecuenc­ia del huracán Joaquín.

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