El tesoro perdido de la Guerra ruso-japonesa

Han hallado el supuesto tesoro que guardaba el buque insignia del bloque ruso durante la guerra ruso-japonesa, el Dmitrii Donskoi. Estas son las impresionantes piezas que atesora este pecio ruso.

La Batalla de Tsushima es a Asia lo que la Batalla de Trafalgar fue a Europa. Se trata de una de las batallas navales más importantes, que tuvo lugar a principios del siglo XX, en el contexto de la Guerra Rusojaponesa (1904-1905). En mayo de 1905 se produjo, en el estrecho de Corea, el enfrentamiento entre la flota japonesa y el Segundo Escuadrón del Pacífico.

El bloque ruso contaba con uno de sus buques insignia, el Dmitrii Donskoi, que había sido utilizado para realizar un largo viaje desde el Báltico. Debido al desigual encuentro, los rusos decidieron hundir su barco y entregarse al enemigo, según cuenta la leyenda porque el navío escondía un gran tesoro.

Recientemente, la compañía surcoreana Shinil Group ha publicado que han hallado el barco en las aguas del Mar del Este, en los alrededores de la isla de Ulleung. Pero el dato que más ha llamado la atención de su comunicado es que en el pecio han encontrado el supuesto tesoro, que podría estar valorado en 132 mil millones de dólares. “El cuerpo del barco estaba gravemente dañado debido a un bombardeo, con la popa destruida, aunque tanto la cubierta como los flancos estaban bien preservados. Dentro detectamos lo que parecían cofres de tesoro, aunque aún no los hemos abierto. Lo haremos dentro de poco”, han revelado.

Pese a que han aportada vídeos e imágenes de su descubrimiento, habrá que esperar a que se con- firme que se trata del buque ruso. No son pocos los que acusan a la compañía coreana de querer incrementar su valor en bolsa. No sería la primera vez, ya que en el año 2000 la empresa Dong-ah aseguró haber realizado este mismo descubrimiento. Aunque poco después se supo que se trataba de una mentira, el boom de la noticia supuso que las acciones de dicha empresa se dispararan.

La guerra entre Rusia y Japón estuvo motivada por la intención de ambas naciones de ser la principal potencia del Extremo Oriente. Debido al avance de la influencia Rusia en Corea, Japón declaró la guerra a su país vecino el 10 de febrero de 1904. El fin del conflicto llegó el 5 de septiembre del año siguiente, con la Paz de Portsmouth.