LAS MENTIRAS DE LA SALUD
Las dietas bajas en grasa son buenas, las vacunas provocan autismo, y otras peligrosas falsedades.
Descubrimos las peligrosas falsedades que te acechan.
Conocí a Luke en un congreso. Yo soy experto en salud pública y ciencias del comportamiento, y él trabaja en un hospital de Nueva York. Me pareció un tipo brillante: dos carreras universitarias, décadas de experiencia al lado de reputados profesionales de la medicina, casado con una cardióloga… Tuvimos una conversación la mar de afable, y mantuvimos el contacto.
Meses más tarde, después de que yo comenzara a denunciar la creciente oleada de falsedades en materia de salud (incluido el mito de que las vacunas causan autismo), volví a encontrarme con Luke.
“He leído tu artículo”, me dijo. Yo sonreí incómodo. Sabía que su hijo tenía autismo, pero nunca habíamos hablado de ello. Lo siguiente que salió de su boca me dejó estupefacto. “¿Cómo puedes decir que las vacunas no causan autismo?”. Al principio pensé que estaba de broma. Pero no: Luke está plenamente convencido de que las vacunas son una conspiración farmacéutica. De hecho, cree firmemente que su hijo es autista por su culpa. No supe qué responder. Jamás hubiera pensado que alguien como Luke pudiera creer en falsedades que la ciencia se ha desmontado por completo. El caso es que Luke no está solo. Miles de personas comparten esas creencias erróneas. Ellos me empujaron a tratar de descubrir la razón por la que la gente se cree esos embustes y a escribir el libro Denying to the Grave: Why We Ignore The Facts That Will Save Us (Negarlo hasta la muerte: Por qué ignoramos hechos que pueden salvarnos). Si eres uno de ellos, enfréntate a la verdad sobre cinco mitos muy extendidos, descubre la explicación neurológica del “estrechamiento” cerebral causado por tu forma de pensar, y atrévete a revertir el proceso. No vuelvas a caer en las garras de estas peligrosas falsedades.