Consigue una nevera más ‘fit’
EL PRIMER PASO PARA CAMBIAR TU DIETA ES REORGANIZAR EL FRIGORÍFICO. EL MODO EN QUE DISPONGAS LOS ALIMENTOS PUEDE AFECTAR A TU FORMA DE COMER. / POR ANABEL FERNÁNDEZ
Estantes en orden estratégico
Llena el estante que tengas a la altura de la vista (o el superior) con fruta, verdura y otros tentempiés nutritivos. Según un estudio de la Universidad de Cornell (EE.UU.), es 2,7 veces más probable que comas comida sana si está en el centro de tu campo visual. “Por eso los fabricantes pagan más a los supermercados para que pongan sus productos a la altura del ojo”, afirman los responsables del informe.
Empaqueta con cabeza
Una variedad de recipientes pequeños con restos de comida te tentará para que comas más de lo planeado. En lugar de separar tanto, combina restos de entrantes y platos principales para que en cada recipiente haya una comida completa.
Sal más a comprar, pero compra menos
En lugar de almacenar provisiones para toda la semana, ve al supermercado más a menudo y compra sólo para las siguientes comidas. Un exceso de oferta puede mermar tu fuerza de voluntad, tal como se observó en un estudio publicado en 2008 en el Journal of Consumer Psychology. Y la gente suele reducir el consumo cuando los recursos escasean.
Esconde la comida basura
¿Tienes una buena provisión de tentempiés? En un estudio reciente, uno de cada cuatro participantes que eligieron un tentempié sano en lugar de uno poco saludable, más tarde fueron a buscar también el menos saludable. Así que sitúa la comida saludable en el centro, y arrincona los caprichos todo lo posible.