CÓMO CAMBIAR TU MANERA DE PENSAR
…y también la de los demás.
Paso 1 Comprender
¿Cuándo y cómo arraigó en ti esa creencia? ¿Fue por decisión propia o te la inculcaron? ¿Se formó en una época en la que eras fácilmente sugestionable? Conocer los motivos que nos llevaron a asumir una creencia errónea es el primer paso para acercarnos a la verdad.
Paso 2 Evaluar
Enumera las razones por las que esa creencia permanece grabada en tu cerebro, aunque existan pruebas en su contra. Haz otra de por qué mantenerla podría ser perjudicial para ti. Hazlo de manera objetiva, exactamente igual que con cualquier otra lista de puntos a favor o en contra.
Paso 3 Introducir
Abrir la mente es un proceso delicado, y las prisas no son buenas. Ve poco a poco. Empieza leyendo algunas opiniones discrepantes. Luego, habla con una o dos personas que las defiendan. Haz preguntas. Intenta pasar un día entero como si ya hubieras cambiado de opinión, y presta atención a cómo te sientes.
Paso 4 Reforzar
Cuanto más se refuerza una nueva creencia, más se afianza y más automática se vuelve, así que no dejes de comentar tu nuevo punto de vista con otras personas. Eso sí: procura no cerrarte en banda en torno a esa nueva opinión. Ponla a prueba periódicamente.
PREGÚNTATE A TI MISMO
“¿Cómo empezó a arraigar esta creencia?”
PREGUNTA A LOS DEMÁS
“¿Cómo llegaste a asumir esa idea?”
PREGÚNTATE A TI MISMO
“¿Por qué la mantengo?”
PREGUNTA A LOS DEMÁS
“¿Qué te asusta de cambiar de opinión?”
PREGÚNTATE A TI MISMO
“¿Y si intento ver las cosas de forma diferente?”
PREGUNTA A LOS DEMÁS
“¿Escucharías a quien te lleve la contraria?"
PREGÚNTATE A TI MISMO
“¿Mi comportamiento ha cambiado?”
PREGUNTA A LOS DEMÁS
“¿Compartes tu nueva opinión?”