LUCIO A LA BRASA LO QUE NECESITAS
Cuando escuchamos la palabra ‘barbacoa’ lo primero que nos viene a la mente es una imagen de carne a la parrilla (después de tatarear por dentro el hit de Georgie Dann, claro). Ha llegado el momento de hacerle un hueco al olvidado pescado. Su alto contenido en omega-3 no sólo es bueno para el corazón y el sistema nervioso, también podría alargarte la vida dos años, según un estudio publicado en Annals
of Internal Medicine.
4 RACIONES
1 LUCIO GRANDE O DOS PEQUEÑOS
ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA
SAL
PIMIENTA
LA SALSA
30GR DE MANTEQUILLA
30GR DE MERMELADA DE ALBARICOQUE
90ML DE ZUMO DE LIMÓN
6 DE DIENTES DE AJO TRITURADOS
30ML DE SALSA INGLESA
1 0G DE ORÉGANO
1G DE SAL
10G DE PIMIENTA
EL ADEREZO
PEREJIL FRESCO
LIMÓN
Así se prepara
1. Pon todos los ingredientes para la salsa en una sartén pequeña y cocina a fuego lento. Cuando empiece a hervir, ya puedes retirarla.
2. Antes de sazonarlo, coge cada uno de los lomos del lucio y úntalos con aceite de oliva. Échale un poco de sal y pimienta.
3. Usa una parrilla doble para prepararlo (esas que se abren como una sandwichera). Coloca los dos lomos del lucio con la parte carnosa mirando a las brasas.
4. Cierra la parrilla con cuidado y cocina el pescado durante aproximadamente unos 3 minutos, hasta que la carne empiece a ponerse blanca.
5. Dale la vuelta a la parrilla y cocina el pescado por la parte de la piel durante unos 10 minutos más. ¿Quieres darle tu toque maestro? Prueba a abrir la parrilla y a esparcir la salsa que has preparado mientras se está cocinando. Cuando esté listo, apártalo de las brasas.
6. Utiliza una espátula para pasar el lucio de la parrilla al plato. Es muy posible que parte de la piel se quede pegada a la rejilla, así que ve con cuidado. No te preocupes, ya ha cumplido su cometido, que era el de potenciar el sabor del pescado.
7. Cuando sirvas el pescado, procura que la parte carnosa esté mirando hacia arriba. Acompáñalo con un poco de perejil y échale un chorrito de zumo de limón. ¡Y a disfrutar!