1 SUEÑO PROFUNDO
¿ POR QUÉ ES VITAL?
La mala calidad del sueño se identifica en la actualidad con un importante riesgo de padecer demencia. Es también un síntoma de depresión, ansiedad y de trastornos bipolares. Durante el sueño, tu cerebro consolida los recuerdos, da cuenta de las proteínas beta-amiloides asociadas al Alzheimer y trabaja para reducir la inflamación. La mayoría de los hombres con mala salud mental tienen hábitos de sueño deficientes y apenas disfrutan de la sensación de haber descansado.
¿ CUÁL ES TU PUNTUACIÓN?
Responde a estas preguntas puntuando tu sueño en una escala de 0 (zombi) a 7 (zzzz). Anota 1 punto por cada “sí”.
¿Te quedas dormido antes de las 11 la mayoría de las noches?
¿Sueles dormir de un tirón toda la noche?
¿Está tu sueño libre de ronquidos normalmente? (¿no hay quejas de tu pareja?)
¿Sueles despertarte a la misma hora todos los días?
¿Practicas ejercicio habitualmente?
¿Bebes tres o menos bebidas con cafeína al día y siempre antes de las 2 del mediodía?
¿Te sientes con energía suficiente durante todo el día?
TU RECETA
Cuando evalúo el sueño de mis pacientes, observo tres variables principales: la cantidad, la calidad y el riesgo de apnea. Suelo recomendar que utilicen una app (del tipo SleepBetter o Sleep Cycle, aunque hay muchas más) para controlar de manera objetiva la duración y la profundidad de su sueño. Si lo haces, te sorprenderá lo difícil que resulta dormir ocho horas seguidas a pierna suelta. Si eres un tipo de mediana edad, roncas mucho, estás siempre cansado, te atragantas o borboteas en la cama o tu pareja te dice que te quedas sin respiración durante un breve espacio de tiempo, ve al médico inmediatamente. Un estudio llevado a cabo durante 20 años concluyó que la apnea del sueño cuadruplica el riesgo de muerte. Otro estudio estableció que el 46% de las personas con apnea obstructiva del sueño tiene síntomas depresivos. Mis dos inductores naturales del sueño preferidos son el ejercicio físico y el sexo. Aunque también recomiendo melatonina (1mg), magnesio (200 mg) o una infusión relajante como la manzanilla o la valeriana. ¡Mejor sin azúcar! Y olvídate de los gadgets inductores del sueño. La mayoría no funcionan.