INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA
LA INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA PUEDE RESULTAR MUY FRUSTRANTE PARA CUALQUIERA, PERO SOBRE TODO SI ERES DEPORTISTA.
La fructosa es el azúcar presente en la fruta, la miel, algunas verduras y en la sacarosa, el azúcar de mesa común que todos conocemos. La intolerancia hereditaria a la fructosa es un error genético en el metabolismo muy poco común. Aparece en niños y suele ser diagnosticada cuando se introducen las primeras papillas.
Por su parte, en la malabsorción (sí, todo junto) de la fructosa, el intestino no es capaz de absorber toda o parte de la fructosa que tomas. Eso ocasiona síntomas como gases, nauseas, hinchazón o descomposición. Es la más común.
A. ¿Cómo se diagnostica?
Al igual que la intolerancia a la lactosa, se diagnostica mediante el test de hidrógeno espirado donde, en este caso, te darán una solución que contenga fructosa.
B. ¿Cómo se trata?
El tratamiento de la intolerancia a la fructosa es la exclusión de la dieta de aquellos alimentos ricos en esta sustancia. Inicialmente se hace una dieta más estricta, y poco a poco se van introduciendo los alimentos de uno en uno para ver la tolerancia de cada persona. Normalmente debes evitar productos como la mayoría de las frutas excepto los cítricos, algunas verduras como las alcachofas, espárragos, cebolla, ajo... Algunas personas también notan mejoría con una dieta FODMAP, que evita la fructosa pero también algunos azúcares o carbohidratos fermentables que pueden resultar problemáticos y dar molestias digestivas.
AUNQUE LA CELIAQUÍA SE CONOCE POPULARMENTE COMO INTOLERANCIA AL GLUTEN, EN REALIDAD SE TRATA DE UNA PATOLOGÍA AUTOINMUNE QUE CAUSA UNA INFLAMACIÓN EN LA MUCOSA DEL INTESTINO, LO QUE DIFICULTA LA ABSORCIÓN DE ALIMENTOS.
C. ¿Y si eres deportista?
La intolerancia a la fructosa puede resultar muy frustrante para cualquiera que la padezca yen especial para los deportistas, que muchas veces ven como su intestino les imposibilita presentarse a pruebas que hace tiempo que llevan preparando, o realizar sus entrenamientos correctamente.
Por ello, es de vital importancia trabajar con un dietista-nutricionista deportivo con el objetivo de que te ayude no sólo a saber qué alimentos evitar, sino también a planificar tu alimentación para que puedas seguir entrenando sin problemas... mientras descubres cuáles son los alimentos que toleras mejor.
Por otro lado, ten en cuenta que muchos suplementos o bebidas deportivas contienen fructosa. Es importante identificar en el etiquetado aquellos que sí puedes tomar y, como en todos los casos, probar con tiempo de sobra antes de presentarte a cualquier competición. Lo contrario podría hacerte pasar más de un mal rato. La personalización en todos los casos, (pero más en el tuyo) es la clave.