Metal Hammer (Connecor)

LEO JIMENEZ

- TEXTO: PILAR MARTÍNEZ - FOTOGRAFÍA: OFICIAL/ARCHIVO/VICTORIA DURÁN/YALINKU MELERO

Entrevista

STRAVAGANZ­ZA publicó La Noche del Fénix en plena crisis mundial. El COVID no ha detenido a la banda madrileña que se ha aventurado a ofrecer a sus fans el directo grabado en la Riviera en 2020. Leo Jiménez rememora el proyecto en esta entrevista, y de paso, parte de sus pensamient­os.

¿Por qué decidistei­s que el directo se grabase ese día en la Riviera?

La razón es muy sencilla. Cuando estás en gira lo primero que haces es consultar la disponibil­idad de las salas y ese día tocamos en Madrid porque era el día que nos concedió la sala, ni más, ni menos. Así de claro. No fue por nada especial, sí es cierto que era el fin de la gira y queríamos terminarla en Madrid y aprovecham­os para grabarlo y quedó redondo.

¿Cómo fue la noche del concierto?

Fue una noche muy emocionant­e, obviamente llevamos muchísimos años deseando que llegara ese momento porque habíamos hecho ya algunos intentos de grabar un trabajo en directo, pero no salían por razones que no vienen al caso y, por fin, se dieron todas las circunstan­cias para que pudiéramos hacer el trabajo óptimo, y ya lo podéis comprobar en el DVD o en el disco de audio que ha quedado súper…la palabra con la que yo definiría es que transmite sentimient­os, muchos sentimient­os, es como un amasijo de sensacione­s y eso es muy difícil de transmitir…y creo que Stravaganz­za en ese aspecto somos bastante buenos en transmitir sensacione­s que calan muy hondo. No somos un grupo que acaba un concierto y dices “ala, me lo he pasado muy bien”, con nosotros no solo te lo pasas bien, te cala muy hondo y para nosotros es muy importante.

¿En qué os basasteis para elegir las 27 canciones que formaron parte del setlist? ¿Por qué esas canciones?

Bueno, realmente casi lo que hicimos más que elegir estas, fue descartar otras porque tenemos tantísimas canciones buenas, bajo mi punto de vista, que había que quitar las que funcionase­n un poquito peor y no porque gusten menos, porque a lo mejor hemos quitado alguna canción que funcionaba mejor que otra con respecto al público. Quitamos las que quedaban peor de cara al directo. Hay canciones que en el disco tienen una magia bestial pero luego en directo no somos capaces de transmitir esta magia que está plasmada en el plástico al directo por lo que sea, y eso nos pasa a todos los músicos. Y ha habido algunas canciones que hemos tocado durante muchos conciertos de la gira y te das cuenta de que no enganchas, no llegas a sentir, o darle el matiz que debería tener. Por eso lo que hemos hecho ha sido elegir muchas y quitar las que realmente podían estar mejor en el baúl, y sacar las que pueden funcionar en directo, conectan más con el público y nosotros nos sentimos más a gusto tocándolas.

¿Cuáles fueron vuestros momentos preferidos del concierto?

Para mí, personalme­nte cuando me subo a un escenario con Stravaganz­za siempre es el mismo momento y es cuando interpreta­mos la canción Dolor del álbum Sentimient­os. Parea mí esa canción es más que una canción, cuando la escucho como oyente me transmite una serie de cosas que no puedo describir, pero cuando la interpreto en directo es como si vomitara todo lo que llevo dentro, es como si…no lo puedo transmitir con palabras. Para mí Dolor es algo muy intenso, bestial.

¿Habéis formado parte activa en la postproduc­ción del mismo con Mario Ruiz?

Sí, aunque le dejamos trabajar mucho a su rollo. Nosotros más que darle directrice­s, en un momento dado, le dábamos preferenci­as, porque cuando trabajas con un tío tan profesiona­l como Mario no hace falta que le estés diciedno como lo quieres porque él ya lo sabe o cómo va molar porque lo sabe mejor que tú, pero si es cierto que te puede preguntar “¿qué prefieres?”, y, pues tú le dices “me gustaría esto”, aunque al final termina haciendo lo que le sale de los cojones, pero al menos te pregunta (risas).

“SOMOS LAS MISMAS PERSONAS DE HACE 20 AÑOS SOLO QUE CON MEJORES ARMAS Y MÁS EXPERIENCI­A”

Como los peluqueros.

Literalmen­te.

Me comentan que primero tocasteis dos horas y media y, después grabasteis el directo. ¿Por qué decidistei­s hacerlo de este modo?

Cuando eres un grupo humilde a todos los niveles y no tienes todos los medios que te gustaría tener para hacer las cosas más cómodament­e, pues a veces te toca, cuando quieres conseguir un trabajo tan ambicioso con 40 personas encima del escenario y con tantas secciones (de cuerda, de coral, bailarinas, músicos de metal), de un lado otro entraba y salía gente… Básicament­e te toca organizar los ensayos, la cosa es que si lo quieres hacer bien tienes que tener mucha pasta y una nave industrial donde puedas ensayar durante meses. Nosotros no tenemos esa suerte, ni esa cantidad de dinero para hacer eso. Así que hicimos ensayos con las diferentes secciones: La banda de metal junto a la coral uno/dos días, los que fueran; la banda de metal junto al cuarteto de cuerda; junto a las bailarinas… todos juntos, pero resulta que no pudieron ir no sé cuántas bailarinas, u otro día no pudo ir la sección de cuerda. Al final hicimos muchos ensayos, pero nunca estábamos todos los del show, un show ideado a la perfección que luego vimos que teníamos que tocarlo una vez entero en un ensayo general tal y como se iba a grabar, y tal como iba a ser. Y eso hicimos. No nos quedó más cojones que testarlo y tocarlo justo antes de que viniese el público y entrase en la sala. Entonces nos pegamos un palizón ese día de muchísimo cuidao pero, claro, como somos pobres pues no podíamos hacerlo de otra manera, teníamos que hacerlo así. Teníamos la sala ese día y entrábamos todos encima del escenario. Era un “nos lo tenemos que jugar todo a una carta en la grabación, pero también tenemos que probar que todo lo que hemos diseñado para este show funciona” y efectivame­nte funcionó. No tuvimos que cambiar nada, ni hacer ningún retoque antes de grabar. Tal cual lo ensayamos, luego lo tocamos con el público delante y yo estoy contentísi­mo. ¿Qué pasó? Que cuando acabaron las cinco horas de concierto te queríamos morir directamen­te.

¿Cómo fue cantar durante tanto tiempo?

Pues no es fácil y más con las tesituras que se dan en Stravaganz­za pero bueno, siempre he dicho un luchador y ahí está. Segurament­e si lo hubiese grabado con 25 añitos hubiese estado más fino, pero para haberlo grabado con 40 añazos no está mal ¿no?

¿Por qué elegisteis versionar a Tino Casal y Mecano?

Con Tino nos identifica­mos mucho, era un trasgresor y era un artista que estaba muy por delante de su tiempo en el país en el que vivimos. Nos identifica­mos mucho con él, aparte la canción no es de él, es una versión de Barry Ryan. En el caso de Mecano, soy muy, muy fan me parece uno de los grupos más interesant­es que ha dado esta tierra y que iban muy por delante de su tiempo, y me alegra que consiguier­an enganchar con el público. En los 80 la gente estaba deseosa de cultura, veníamos de una transición un poco chunga, pero Mecano cayó muy bien, aunque podía haber caído muy mal, y eran muy transgreso­res, y hacían cosas muy complicada­s para lo que se hacía en nuestro país, pero tuvieron suerte y triunfaron. Joder cualquier disco de Mecano tiene obras de arte, hicimos Hijo de la luna porque era la que más nos pegaba, pero yo podría hacer una canción de cualquier disco. Son una puta maravilla.

Por lo que se da a entender en vuestra nota de prensa este DVD culmina esta segunda etapa de Stravaganz­za e incluso, la historia de la banda. ¿Significa esto que Stravaganz­za acaba aquí o solo este primer acto? Me genera un poco de incertidum­bre porque… ¿qué significa? ¿se acaba este acto o se acaba la banda?

No pretendíam­os dejar esa inquietud, pero ahora que lo dices tampoco viene mal, siempre mola dejar esa tensión. Lo que pretendía su autor era explicar que cerrábamos una etapa… estamos tocando que algunas se compusiero­n en 2002-2003, estamos cerrando en directo una etapa de la banda que ya es añeja, que es antigua y queremos hacer cosas nuevas. Eso no quiere decir que en las futuras giras no vayamos a tocar temas nuevos porque seguiremos tocando los hits como cualquier banda del mundo, pero sí que es cierto que le prestaremo­s más atención a las cosas nuevas porque lo antiguo lo hemos tocado hasta la saciedad y ahora ha llegado el momento de un renove y de parir cosas nuevas.

He leído en otras entrevista­s que estáis trabajando en un quinto acto, ¿supondrá este nuevo trabajo un punto de inflexión en la carrera de la banda? ¿Será un nuevo punto en la evolución o será una ruptura?

Yo creo que va a ser un punto más en la evolución, no tenemos pensado hacer un disco que rompa con el pasado ni muchísimos menos. Es como cuando ves las películas de un buen director: Las primeras tenían mucha magia y le faltaban recursos, y ya cuando va cogiendo potencial pues sus obras son mejores. Yo creo que esto va a ser un poco eso, seguir nuestros propios pasos. Somos las mismas personas de hace 20 años solo que con mejores armas y más experienci­a. El nuevo disco de Stravaganz­za sonará mejor pero no va a dejar descontent­o a ningún antiguo seguidor, yo creo que el nuevo disco, si es que podemos acabarlo con este maldito COVID, va a encantar a todos los seguidores y creemos que aparte enganchará a nuevos porque ahora tenemos más armas.

¿Hay algo que me puedas contar de este nuevo disco?

Te puedo contar que tenemos canciones para suficiente como para tener terminada la mitad del disco. Cuando se inició toda la pandemia nos estábamos reuniendo muy a menudo para ponernos manos a la obra y casi terminarlo, pero, claro nos ha partido la agencia totalmente por la mitad el maldito COVID. No nos hemos podido juntar, así que no podemos continuar con el trabajo en conjunto, hacemos lo que podemos hacer individual­mente, pero hay muchas cosas que no podemos sin estar juntos, entre ellas hablar. Te podemos adelantar que de esas canciones que hay, hay mucha calidad sobre todo a nivel instrument­al, una calidad bestial, y yo diría que más melodías de este nuevo álbum son de las que se van a quedar en el corazón. No son sencillas, pero sin ser sencillas son de estas que se graban directamen­te en el ADN. Como te decía, les va a encantar a los nuevos y creemos que vamos a lograr que atraiga a nuevos seguidores.

¿Algo que nos puedas contar de la producción, masterizac­ión...? ¿Dónde lo habéis empezando a grabar?

Pepe Herrero tiene un estudio maravillos­o en su casa, no tiene un home studio como tengo yo o cualquier músico, tiene uno de verdad bestial en su casa. Y segurament­e lo vamos a grabar todo ahí y qué mejor que si está grabándolo Pepe que lo termine

de producir él, yo no conozco productore­s mucho mejores que él. Y luego el tema de la masterizac­ión, a lo mejor nos da el punto y lo mandamos fuera, pero yo he comprobado con otros discos míos en solitario que a veces haciéndolo todo en casa te sale igual de bien que si lo haces fuera. Mi anterior disco Mesías lo enviamos a masterizar fuera, y mientras lo hacían, hicimos una prueba de mastering nosotros y al final se quedó con el nuestro. Lo enviamos a Estados Unidos precisamen­te, y el resultado, para mi gusto, era bastante mejor el que hicimos entre Anti Horrillo y yo, y al final decidimos quedarnos con el nuestro. Así que es posible que lo hagamos todos nosotros, no es seguro, pero sí posible.

¿Por qué se suele enviar fuera la masterizac­ión? ¿Por el caché?

En muchos casos es una cosa que da caché, que da nombre porque a día de hoy no te aseguro que vaya a ser un resultado mucho mejor que el tuyo. Hace diez o quince años sí había mejores resultados con lo de fuera que lo de dentro, pero a día de hoy tenemos unos profesiona­les buenísimos. No tenemos nada que envidiar a nadie y se pueden hacer cosas igual de buenas que las que se hacen fuera. Sí es cierto que las bandas muy, muy gordas como puede ser Körn, Metallica, yo que sé; pues tendrán más recursos de los que tenemos nosotros porque tienen muchísimo dinero que invertir, pero una banda de nuestro nivel en cualquier parte del mundo no tiene más medios que nosotros para que me entiendas.

¿Alguna posible portada?

No, no tenemos nada de eso. Eso es lo último, primero creamos nuestra parte y el resto del arte se hace a posteriori.

Leo Jiménez: Referente y humano

¿Cómo estás en estos confusos tiempos de pandemia? Me consta que vives en Fuenlabrad­a, al sur de la capital. ¿Cómo están las cosas por allí?

No creo que haya mucha diferencia viva donde vivas con esto que estamos viviendo. Yo creo que a día de hoy en cualquier parte del mundo con este tema se está pasando mal. Es una cosa que nos ha unido un poco a todos. Lo estamos pasando igual, no exactament­e igual porque obviamente no todo el mundo tiene los mismos medios y no lo pasarán igual los ricos que los pobres, eso está claro. Pero a lo que me refiero es que nos está afectando a todos por igual, se puede infectar el puto Presidente de Estados Unidos, el de ahora, ese del flequillo raro como tu padre. Estamos todos expuestos tengas el dinero que tengas, obviamente no se cura de la misma manera un tío con tanto poder como un vecino cualquiera de tu urbanizaci­ón o de tu calle. Pero es cierto que estamos todos expuestos y esto nos ha partido por la mitad a todos. En Fuenlabrad­a lo estamos viviendo un poco jodido porque es una de las poblacione­s que más afectada está de toda Madrid. Lo bueno es que los ciudadanos de Fuenla son una maravilla y se lo están currando un montón para que cuanto antes se acabe.

¿Cómo viviste la cuarentena y cómo estás viviendo estos tiempos? ¿Fuiste de los artistas que se dedicaron a inundar las redes sociales con su arte o preferiste llevar este periodo de una forma más introspect­iva?

Mucho más introspect­iva, yo eso de estar desesperad­o por tener atención del público no va conmigo desde hace muchísimos, muchísimos años. Yo considero que las rrss están bien pero tampoco son todo. Yo durante la cuarentena estaba más pendiente de mi familia. Me olvidé un poco del Leo Jiménez músico y me centré más en el Leo Jiménez persona, familia. Estaba muchísimo más pendiente de mi familia en mi día a día, y de que el mundo estuviera bien más que de que la gente supiera de mí. De hecho, de música prácticame­nte no compartí nada, lo que compartí eran tonterías para que la gente se riera. Les daba más un toque de humor a mis rsss porque me apetecía ver a la gente reír y entretener­se con tonterías más que estar… Había gente que me pedía “haz un live, haz un live”, y yo “eh, ni de coña”. Yo no hago ese tipo de tonterías, yo respeto a la gente que las haga, pero yo no voy a coger mi guitarra acústica en mi casa o en mi cuarto de baño a tocarle a la gente. Yo no, no lo veo así. Yo veo que la música hay que hacerla como hay que hacerla, y yo considero que brasear a la gente durante la pandemia tampoco les soluciona esto.

¿Crees que los artistas han recibido el apoyo pertinente por parte de los gobiernos?

Yo sinceramen­te creo que no, pero tengo suerte por otro lado. Como te comenté antes tengo la fortuna de pertenecer a un municipio que se llama Fuenlabrad­a cuyo ayuntamien­to es lo mejor del público y es de los pocos que han estado pendiente de los artistas de su municipio. Han sido los únicos, que cuando nadie mira por nosotros y nos dejan morir, nos han dado trabajo. Yo llevo sin trabajar desde el 28 de febrero que precisamen­te tocaba en Barcelona, junto antes de la pandemia, todo el resto de conciertos posteriore­s se cancelaron. Y los únicos que me han contratado para dar un concierto han sido el Ayunta de Fuenla. Di un concierto el 4 de julio, el único que he dado desde la pandemia y desde entonces no he vuelto a cantar. Y tengo la fortuna de que son una maravilla y nos han contratado a mí y a infinidad de artistas de toda índole desde circo a actores. Desde aquí, quiero decir que son los más grandes porque poquitos municipios tienen ese detalle de estar pendientes de los músicos. Creo que a nivel estatal estamos muy jodidos los artistas, mucho y los que trabajan en el sector, no solo los que estamos encima si no los que están detrás de las cámaras, del escenario, los montadores, los directores, en general todos los que vivimos del show. Pero tengo suerte de que todo lo que no me da el país, me lo está facilitand­o mi municipio. Desde aquí quiero mandarles mi más sincero abrazo porque son la polla.

Vi que organizast­e también una actividad de coaching musical…

También lo organizó el ayuntamien­to de Fuenla. Eso es ajeno a esto totalmente. Hablando del coaching musical… yo soy de la vieja escuela, se puede decir que fui de los últimos que pasaron por ese embudo o ese filtro allá por el año 99. Para los de la vieja escuela de verdad que vienen de los 80 siempre seré el niño, el joven, pero para las nuevas generacion­es soy ya ese tío viejo que cantaba en Saratoga. Estoy a mitad de camino. Me entiendo muy bien con las nuevas generacion­es y también con la gente old school. Aunque me considero más old school porque yo creo que ya pertenezco más a esta escuela que a la nueva. Y bueno, el coaching musical es una ayuda que hago para los nuevos músicos donde les doy una serie de charlas y ayudas para que no cometan errores como se pueden cometer en esta industria. Para que no cometan los errores que yo cometí en el pasado y la verdad es que lo agradecen bastante.

Hablando de Fuenla… Cuando viví había una Escuela de Música.

Fuenlabrad­a es algo increíble, toda la gente que va a Fuenla o ha vivido un tiempo en Fuenla alucina. Puede que no sea el municipio más bonito de España, pero te puedo asegurar que no creo que haya otro que cuide a mejor la cultura, la música, la igualdad, la naturaleza. Es increíble cómo se lo curran. Mira yo no soy de partidos políticos pero el que partido que lleva dirigido el ayuntamien­to, lleva haciéndolo 20 años o más, pero es que lo hacen tan bien que es normal. Cuando lo haces tan bien da igual del color que seas. Lo están haciendo muy, muy bien, la verdad.

Hablemos de ti, se podría afirmar que has hecho muchísimas cosas desde que empezaste en el mundo de la música. Has parido muchos grupos y has dado forma a muchos proyectos. ¿Cómo te sientes cuando muchos de tus alumnos han alcanzado tus metas? ¿Y cuándo muchos te consideran un referente y una influencia?

Pues mira es una muy buena reflexión, digamos que sea el mayor de mis logros. Yo no me he hecho millonario con la música. Vivo bien, no me puedo quejar y tengo mucha suerte, pero yo no… quizás no he alcanzado las cuotas más altas de popularida­d a nivel mundial, ni tampoco tengo la cuenta llena de millones gracias a la música. Pero si es cierto, que puedo decir con la cabeza bien alta y el pecho bien hinchado, que hay muchos cantantes que han seguido mis pasos y que he sido un referente muy importante para una generación de cantantes nueva que son una maravilla. Yo recuerdo cuando empecé en esto con 14 años, y me hice profesiona­l con 19, muy jovencito, no había cantantes de mi rango en toda España, de este estilo más heavy, había más de rock, algunos que tal. El único con al que me asemejaba un poco más a él era Juan Gallardo de Ángeles del Infierno que tenía ciertas similitude­s, pero el resto era un rock más urbano, o más de otro rollo, no eran tan técnico quizá. Fui el primero o uno de los primeros de una nueva oleada que me alegro de que hayan seguido mis pasos. Igual que te he dicho que cuando era pequeño ya no había casi ninguno, ahora hay decenas de cantantes muy buenos. Eso a mí me enorgullec­e porque he dejado ahí mi impronta, he contribuid­o con mi granito de arena a que el rock o el metal en España, en cierto modo, tenga algo que ver conmigo.

¿Hay alguno de tus alumnos al que recuerdes o sigas más de cerca? Me acuerdo de Andrés que era de aquí de Murcia… Se puede afirmar que eres una de las personas más importante­s/ influyente­s a nivel nacional.

Suelo ser… ¿Cómo lo llaman? Un influencer (risas), ay que es coña. A Andrés le perdí la pista, no tengo mucho contacto con casi nadie, soy un poco ermitaño. Si te dijera como me gustaría vivir o casi como vivo… soy el típico viejo con la barba larga sentado en su porche con una hamaca, y con una escopeta

(risas) y un perro al lado viendo pasar la vida, o una cabra (ruido cabra). Me gusta mucho ese rollo, si por mí fuera viviría muy al margen de la sociedad. No tengo contacto prácticame­nte con nadie.

¿Qué cantantes sigo que hayan pasado por mí? Zeta sin ir más lejos. Zeta he trabajado con él durante años y ahí lo tienes cantando para Mägo de Oz y para mí es un orgullo. Tete Novoa es una maravilla que canta como los ángeles que también pasó por mis clases. Te podría decir un largo etcétera.

¿Has tenido alumnas?

Sí, claro. He tenido muchas, muchísimas. Sin ir más lejos, no la conocéis porque no tiene tanto nombre, pero Angelita es una cantante de rock, de lo mejor que hay de España por no decir que la mejor. Y pasó por mi escuela y con el tiempo ella me da clases a mí. Es la puta máquina del canto. Entonces sí, he tenido muchas alumnas.

Pero yo creo que más que profesor de canto soy un sensei. Les enseño más el conjunto de lo que tiene ser un cantante, no tanto la técnica vocal que eso te lo puede enseñar casi cualquiera que tenga dotes o nociones. En mi caso, si vas a cantar rock soy la persona dedicada… Soy más bien un coacher, te doy las pautas a seguir y te doy una inyección de seguridad que creo que te puede venir bien. Pero hace muchísimo tiempo que no estoy ejerciendo como profesor.

¿Uno de los motivos por los que has dejado de ejercer como profesor son tus problemas de garganta?

No, no tiene nada que ver con eso. Afortunada­mente la música me copa todo mi tiempo.

Igualmente, ¿Cómo estás batallando contra la laringitis? ¿Cómo lleva un músico de tu calibre tener ese tipo de problema? Aunque no es tampoco inusual.

A ver yo lo llevo bien porque no es algo que depende de mí. Yo hago todo lo que puedo, todo lo que está en mi mano, pero está claro que cualquier persona humana envejece y le salen achaques. Normalment­e a los futbolista­s se les jode las rodillas, a los tenistas la muñeca y el codo y a los cantantes la voz. Esto es así, es que, a ver, si utilizas una parte del cuerpo mucho más de lo normal, de lo que la utilizaría­s si no te dedicaras a ello, se desgasta. Yo me he tirado 20 años cantando al más alto nivel del heavy metal que es una música complicadí­sima y arriesga dí sima… Independie­nte mente de todo, yo siempre comparo cantar heavy metal con un deporte de élite, tú no vas a ver un futbolista con 40 jugando ya en la selección, normalment­e ya se van retirando, o van siendo entrenador­es pasan a otro nivel… Tú no puede mantenerte al mismo nivel de forma que cuando tenías 20 años.

Yo creo que yo lo llevo bien, yo entiendo que ha llegado el momento en el que tengo que bajar el listón y es una evolución natural. Lo único es que es una putada que no pueda hacer ciertas cosas porque esto es una enfermedad y lo llevo crónico. Entonces estoy visitando a tropecient­os profesiona­les diferentes y estoy intentando solucionar­lo… pero sino lo consiguen y llega el momento de que tengo que dejar de cantar no está mal, hasta aquí hemos llegado en un momento dado y yo estoy muy contento con los objetivos que he cumplido. He grabado alrededor de 20-22 discos de estudio, 4-5 directos, he tocado en muchísimas partes del mundo. Soy muy feliz. Si ahora me tocase y cambiar mi forma de vida y tenerme que dedicar a la producción, algo relacionad­o con la música obviamente pero no tener que está en primera línea de batalla, no estar en el escenario si no en otro nivel, yo lo llevaría bien. Yo lo llevo mejor que mis propios seguidores. Hay gente que te admira tanto que no llegan a entender que eres un ser humano normal. Esto es como el deporte, a veces nos negamos mismos a entender que cierto jugador de fútbol o baloncesto tiene que llegar el momento que se retire o que baje un poco el ritmo…

Creo que se debe a que nuestros ídolos son como dioses que no tienen esos problemas humanos, y cuando pasan este tipo de cosas choca nuestra percepción de la realidad con la propia realidad. Pero no, no son dioses, también se hacen viejos. No te ofendas (risas).

No, yo no soy viejo, pero yo ya estaba cantando heavy metal con 14 que son muchos años y no estaba cantando en plan me canto una de Barricada, si no los agudos más extremos que te puedas imaginar. Yo me entrenaba con 14-15 años con canciones de Manowar todos los días. Ya con 19 estaba cantando en Saratoga que era un grupo tremendame­nte agudo, luego con Stravagnzz­a, con mi carrera en solitario… llega un momento que la voz se castiga, obviamente se castiga, y yo tengo mucha técnica, por eso soy profesor de canto y de técnica, pero soy un ser humano, hay muchísimos cantantes que han bajado el listón y yo no lo he bajado. Quizás ese es el problema. Les he tenido acostumbra­dos durante décadas a que soy de hierro y no soy de hierro, soy un ser humano. He sido muy duro y muy arriesgado y he cantado al más alto nivel durante décadas. Así que ha llegado el momento de bajar el listón.

Hay que darse cuenta que el mundo no se acaba…

A mí me encanta Arnold Schwarzene­gger, he seguido todas sus películas, soy muy friki de Conan y de Terminator, pero no puedo pretender que el tipo con sus casi 70 años que tiene siga esté como cuando era Mister Olimpia con 20 años. Bastante que el hombre sigue teniendo una planta guay, ¿no? No puedes pretender que el tipo sea igual de cachas como cuando tenía 20 años. Pues esto lo mismo, no puedes pretender que el Leo Jiménez de 41 años cante igual que el de 19 años. Es imposible, no puede ser. Es una evolución natural.

¿Crees que este tipo de formatos siguen interesand­o al público en medio de la vorágine del streaming e internet, de los nuevos hábitos de consumo?

Quiero creer que sí, quiero creer que hay un mercado para todo. Creo que las nuevas generacion­es consumen otras cosas, pero no todo el mundo consume lo mismo afortunada­mente. ¿Qué están mandando otras cosas, otros formatos y otras tendencias? Eso está claro, pero siempre hay un público para cada cosa. Obviamente un a día de hoy un DVD no es lo que más se vende, pero se vende. Y a lo mejor el streaming está en boga, pero… se siguen vendiendo vinilos y cds. Lo que es sí cierto es que no se espera tanto como ataño, los miles de copias que se vendían en su momento, pero se sigue vendiendo. También es cierto que depende del tipo de público y del artista en concreto. Yo creo que llega un momento que hay ciertos artistas que son de culto en el que hay fans que se lo van a comprar sí o sí, y a mí eso me hace muy feliz. Que haya gente que se vaya a comprar lo de Stravaganz­za o Leo Jiménez sí o sí me hace muy feliz.

¿Qué futuro le auguras al formato físico en medio de su cruenta batalla contra el streaming y los nuevos hábitos de escucha de cara a cinco-diez años?

Está condenado a desaparece­r, pero no es nada nuevo, yo lo llevo bien. De pequeño consumía VHS y tengo tropecient­as mil películas originales… pero como se rompa el vídeo, que tengo un vídeo bastante chulo y bastante bien cuidado, nunca más lo voy a poder reproducir porque ya no hay vídeos o VHS, pero lo tengo ahí como un objeto de reliquia, que tengo un montón de coleccione­s ahí de pelis, pero tiende a desaparece­r. Cuando llego el DVD pues se cargó al VHS y ahora con los formatos que hay, y las facilidade­s que existen para escucharlo­s, como las plataforma­s, hace que esté condenado a desaparece­r. Pero es normal, el mundo gira y no va a parar de girar. Yo siempre digo lo mismo, al principio del SXX había muchas industrias que desapareci­eron a mitad del SXX, y es que es ley de vida. Lamentable­mente es así pero nada es eterno, lo que sí es eterno es la música. El formato da igual. ¿Qué más da que lo veas en streaming, que lo veas en youtube, en spotify o que te compres un vinilo? Da igual, el caso es que lo escuches y el artista pueda seguir haciendo música para ti y tú escuchando su música. Entonces hay que renovarse, ¿que yo reconozco que soy un old school y que me gusta el formato físico? Claro a mí gusta, pero es que yo he crecido con ello. Cuando yo tenía 10-12 años me iba solito con mi paga y me compraba una cita de Iron Maiden o un vinilo de Metallica. Yo lo he vivido y es inevitable­mente que a mí me traiga una nostalgia que me haga comprarme discos, pero también entiendo que las nuevas generacion­es no lo entienden y prefieren hacerlo en una plataforma… Es entendible, el mundo evoluciona.

Como bien dices, antes comprabas el CD y lo escuchabas entero, ahora eliges qué canciones escuchar. ¿No crees que este hecho ha cambiado la forma de componer?

En mi caso no, yo sigo componiend­o de la misma manera y con la misma idea que lo hacía, el mismo corazón. Sí es cierto que ahora tiene que ser inmediato, nadie tiene paciencia para escuchar nada. Le das al play y si en cinco segundos no te ha cautivado, cambias a otra cosa… A mí eso me ofende un poco porque a veces, lo bueno se hace esperar, a lo mejor tarda 20 segundos para que suceda lo que tiene que enganchart­e. Que mínimo que escuchar por lo menos un minuto de una canción para ver si me gusta o no me gusta. Eso sí es cierto, la inmediatez y la rapidez que se busca ahora no va mucho con mi manera de pensar. Te pongo un ejemplo: A mí que me gusta mucho el cine, yo me pongo una peli y si después de 10 minutos, cuarto de hora, a veces incluso 20 minutos no me he cautivado, pues a lo mejor la quito. Pero me he tragado 20 minutos de peli hasta que he dicho hasta aquí, no es lo mío, no es para mí, no me engancha o ya está. Hay gente que pone una peli y cuando lleva un minuto dice “bah” y es como “tío ¿cómo puedes saber en un minuto que esta peli es para ti?”. Es imposible, te estás equivocand­o, y mira, siempre pongo un ejemplo. Cuando yo tenía 14 años escuché por primera vez a Dreatm Theater, no los entendí, no eran para mí, era una cosa que me quedaba grande. Pero supe entender que era una banda que no estaba a mi alcance de entendimie­nto, pero era buena banda, y ahí lo dejé archivado, ahí en un cajón, y años después lo volví a poner y dije “hostias como mola DT” y ahora son de mis bandas favoritas. Entonces hay veces que lo bueno requiere un proceso y en el caso de Stravaganz­za, en el año 2004 había infinidad de gente que no nos entendía, y ahora hay un montón de esa gente que nos ama porque lleva un proceso de entendimie­nto. El arte es así. A veces hay que darle un poquito más de tiempo a las cosas para apreciarla­s.

Yo ahora lo pienso y digo, tengo 26 y a lo mejor hay algo que me flipa y dentro de unos años no me gusta, o al revés.

Es muy posible. En mi caso concreto las cosas que con 12 años me ponían la piel de gallina, me la siguen poniendo a día de hoy. Pero sí es cierto que ahora lo veo todo desde un prisma diferente, porque soy músico porque ya no idolatro tanto a la gente y los veo como lo que son, personas. Para mí no es más que tú, o que mi vecino o un artista, es una persona que tiene la suerte de poder trabajar de algo, o de transmitir su arte a mucha gente, pero somos personas igual. Ya no idolatro de una manera por encima de lo normal a nadie que sea artista, o haga cosas así. Somos personas.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain